Así se vive la llegada de los peregrinos a la Villa
AMEXI. Ciudad de México. 11 de diciembre de 2024.- “No sabía lo que se sentía al estar allí, frente a Ella; como se me salieron las lágrimas al verla y no podía contenerme… solitas se me salieron y solo sentía la fe y de verdad sentí que Ella me estaba mirando…”
De esta manera se dirigió un peregrino a sus compañeros que salía de la Basílica de Guadalupe, luego de recorrer quién sabe que distancia ni desde donde.
Dentro del atrio, grupos de gente llegan para entrar a las misas que se han celebrado todo el día todos los días desde que empezaron a arribar los peregrinos.
Dentro de la casita sagrada que la Virgen pidió para que la visitaran, las celebraciones litúrgicas, los cantos, las filas de gente comulgando, otros rezando, llorando. La conmovedora fe del pueblo.
En la Calzada de Guadalupe el flujo incesante de gente en grupos, desde unas cuantas personas hasta grandes conglomerados, con playeras de sus grupos, estandartes y figuras de la Virgen, caminando por el centro unos cantando y otros rezando; algunos de rodillas cumpliendo sus mandas, llegando al atrio.
Las mascotas presentes
También las mascotas; perros acompañando a su gente. Grupos de efectivos de seguridad de diversas corporaciones; unos asistiendo a los peregrinos y otros vigilando; comunicándose entre sí, dando indicaciones, informando a sus mandos; también ambulancias y personal médico.
Gente enseñando menús de comida, olor a pollo rostizado; “pásele a comer, tenemos de todo, venga a probar…”
A medida que se aproxima el festejo del 12 de diciembre, que inicia desde las 11 de la noche del 11 de diciembre, el flujo de peregrinos que arriban a la Basílica de Guadalupe para expresar su fe va en aumento y las autoridades esperan un total de 12 millones de personas en la conmemoración del 493 aniversario de las apariciones de la Virgen del Tepeyac.
Figuras de la guadalupana, rosarios, imágenes y recuerdos
No puede faltar la compra de recuerdos: figuras de la guadalupana de cualquier tamaño, rosarios de cualquier tamaño, color material y precio; imágenes con toda clase de adornos, estampas cuadros, cruces, crucifijos y recuerdos. llaveros, veladoras, relojes, en camisetas, joyería, entre otros.
“Desde que Judas vendió a Cristo es el mejor negocio hasta la fecha y aquí en México la temporada grande de ventas es en los días antes del 12 y el mero 12”, dijo un señor que estaba regateando unas imágenes de bulto de la Virgen; “y todo es más caro”, “ni siquiera es producido en México”.
“Hasta los chinos ya eran dueños de la imagen y aquí hay muchos productos chinos, venden de toda clase de imágenes que usted quiera, artesanías y demás; aquí no importa que los hayan sacado del centro; están por todas partes; todo se puede comprar en internet poco o mucho”, decían otras personas cerca de los puestos.
Aquí abajo está el comercio formal y se puede comprar de todo. Cualquier artículo religioso se compra aquí, pero es más caro, comentó un señor afuera de las tiendas.
Caminando por donde llegan los peregrinos hay muchos vendedores ofreciendo cadenitas que dicen que son de plata y hasta de oro. Medallitas de cualquier tamaño, pulseras anillos, rosarios. Gente que se ve que vinieron de algún pueblo donde hacen esas cosas.
No sale gratis irse como peregrino a la Basílica.
La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) Ciudad de México espera ingresos de mil 628 millones de pesos, por compras y consumo de las personas que llegan a La Villa en comercios y servicios, venta de alimentos preparados y bebidas, flores, artículos religiosos, artesanías, comida rápida, minisúper, tiendas de abarrotes y hoteles. La gente gastará entre 200 y mil 400 pesos, estiman.
El agua embotellada se consigue hasta entre 50 y 60 pesos, hay garnachas de a cien pesos, las comidas cuestan 200 pesos las baratas, y entrar al wáter (baño) cuesta 20 pesos.
En fin, cualquier cosa se compra y se vende relacionada con la fe de los peregrinos. “Por el camino regalan comida, agua, tortas; hasta carnitas, pero llegando acá, todo se vende”, dijo una señora.