Campesinos del norte de México recurren al WhatsApp para no parar en pandemia
Foto: Alejandro Meléndez / FotorreporterosMx
Por Miquel Muñoz
EFE. Ciudad de México. 25 de julio de 2020.- El campo mexicano no ha parado durante la pandemia de COVID-19, pero ha tenido que reinventarse. Eso hicieron varios campesinos del norteño estado de Coahuila al echar mano del WhatsApp para mantener el contacto entre ellos, con técnicos y con proveedores.
«Vimos que esa estrategia nos ha resultado muy favorable, muy simple y el productor la maneja, no se le complica como otro tipo de comunicación. El productor está muy contento», explicó a Efe Baldomero Mazcorro, formador del programa MasAgro del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt).
Mazcorro es uno de los técnicos que acompaña sobre el terreno a los campesinos de Coahuila para ayudarlos con métodos innovadores y sustentables que mejoren sus cosechas.
Además, es el administrador de los dos grupos de WhatsApp creados en la zona durante la pandemia, en los que ya hay 97 integrantes «en contacto con los técnicos e intercambiando experiencias con sus compañeros».
MEJORAS INESPERADAS
A través de esos canales «se están actualizando temas de sustentabilidad como el manejo ecológico de plagas, se está actualizando la agricultura sustentable» e incluso los campesinos tienen una comunicación entre ellos que de otra manera no podría darse.
Mazcorro señaló, además, un impacto positivo que no había calculado y que le parece «lo más importante» que ha traído este nuevo sistema de comunicación: el aumento de compras centralizadas de productos como fertilizantes y semillas que «les facilita a ellos hacer una compra económicamente más justa».
«Me empecé a dar cuenta que los productores empezaron a decir ‘yo quiero 4 sacos de maíz, yo quiero 5 de sorgo, etc’ y juntamos 100 sacos. El proveedor hace así solo un viaje. Y de 1.200 pesos (unos 55 dólares), por ejemplo, que costaba un saco de maíz bajaba a 950 pesos (unos 43 dólares).
«La gente está entusiasmada, ahora la gente ya no solo pide esos insumos, sino también cosas para su rancho o su predio», celebró.
MEDIDA DE LARGO PLAZO
El gerente de un centro de operaciones (hub) del Cimmyt llamado Cereales grano pequeño maíz y cultivos asociados intermedio (INGP), Alberto Cabello, destacó que esta vía virtual ha permitido «una interacción» directa gracias a la que los campesinos hacen también consultas sobre temas de su interés no contemplados a priori en los programas de formación.
«Ellos tienen la confianza también de mandarte algún mensajito, tú les contestas también las dudas por Whatsapp y ya cuando se dé la oportunidad haremos las visitas en campo», reveló.
El gerente aseguró que los datos también avalan este nuevo sistema de comunicación.
«Tenemos una plataforma en la que se registra información de las tecnologías que se adoptan por región. Eso lo hacen los colaboradores cuando en pláticas con agricultores se dan cuenta que ya se adoptó una innovación. Esto funciona porque se generan más impactos (en esta plataforma)», subrayó.
Esta herramienta, estimó Cabello, «va a seguir al menos por este año y el siguiente» por la poca participación que se pueda dar en los eventos presenciales, aunque vislumbró su futuro más allá de «esta temporada de aislamiento».
«Vamos por buen camino. Ojalá que eso sea una herramienta que se quede para mucho más tiempo, no solamente para esta temporada de aislamiento. Ya vimos que es una forma muy rápida, muy sencilla y muy directa», reflexionó.
El producto interno bruto (PIB) de México se contrajo un 1,4 % en el primer trimestre de 2020, al principio de la pandemia, pese a que las actividades agropecuarias crecieron un 1,4 % en ese periodo.
«El campo no para. Parece mentira, pero ellos (los productores) cero contagios y siguen, siguen, con una actitud de resiliencia ante esta situación crítica que ha ocasionado la pandemia», zanjó Mazcorro.