Cómo hacer una vacuna mientras enseñas a los niños el alfabeto
Foto: Servicios Educativos de EB
Reuters. Londres/Berlín/Milán. 06 de julio de 2020.- Si ya resulta difícil que tu trabajo sea útil cuando estás confinado en casa y tienes que aguantar el jaleo que montan tus hijos, no hablemos ya de cuando se trata de producir una vacuna COVID-19.
Así que la compañía reclutó hasta 80 profesores para dar clases en internet a los hijos de los empleados y reprogramó una aplicación de aparcamiento para reservar clases virtuales. También organizó tutorías personales y ayudó a localizar algunas plazas de guardería para aquellos que luchaban por adaptarse a un cambio tan abrupto en sus vidas.
La iniciativa del mayor fabricante de medicamentos de Reino Unido y otras similares de empresas de todo el mundo para organizar todo tipo de actividades, desde clases de magia hasta yoga para niños, demuestran ponen de relieve los esfuerzos de algunas empresas para ayudar a su personal a trabajar durante la crisis del coronavirus.
“Era evidente que iba a ser un gran reto para aquellos con niños pequeños y con los dos padres trabajando”, dijo a Reuters la jefa de Recursos Humanos (RRHH) de AstraZeneca, Fiona Cicconi.
“La gente empezaba a decir que se sentían muy ansiosos, tengo tanto que hacer, ¿cómo voy a hacerlo?”
La nueva actitud corporativa hacia el trabajo en casa podría ayudar a aumentar la productividad y la lealtad, según expertos consultados, así como facilitar el camino hacia un trabajo más flexible, en un momento en que muchas empresas se están planteando si su plantilla necesita estar en una oficina y que las escuelas tardan en volver a la normalidad.
“ME DISTRAE”
La pandemia ha trastornado la normalidad, obligando a las empresas a cerrar oficinas, a los colegios a cerrar sus puertas, y a los abuelos y proveedores de servicios de guardería a mantenerse lejos.
Esta situación ha dejado a muchos padres agotados, haciendo malabares entre las demandas de su trabajo y la ayuda a sus hijos con el trabajo escolar para evitar que se atrasen o pasen demasiado tiempo conectados, además de procurarles alimento, cuidado y distracción.
La compañía alemana de software empresarial SAP proporcionó clases en internet de magia, codificación, yoga, guitarra y breakdance para los hijos del personal.
Ahora está trabajando en un plan de escolarización más formal con una organización asociada, que vinculará a los hijos del personal con estudiantes, y también ofrecerá actividades durante las vacaciones de verano.
Thomas Angerstein, jefe del departamento de SAP en Europa, Oriente Próximo y Asia, cuya responsabilidad es proporcionar apoyo “crítico” a los clientes, señala que las clases de magia habían ayudado a su hijo de ocho años, y por lo tanto también a él.
“Así podía concentrarme en mi equipo”, dice. “Normalmente (mi hijo) se acerca a mirar mi pantalla y hace que me distraiga”.
En Italia, el fabricante de neumáticos Pirelli se asoció con la empresa local Radiomamma.it para proporcionar educación y entretenimiento online para los niños, siendo las clases de inglés, creatividad y tecnología de las más populares.
Rosaria Demma Carà, que trabaja en la división de estados financieros de Pirelli, dice que las clases habían ayudado a su hijo de 10 años y a su hija de 5 a interactuar con sus compañeros, aliviando el apagón social provocado por el confinamiento.
“También nos ayudó a seguir con el trabajo”.
‘ELLOS LO OFRECEN, ¿POR QUÉ VOSOTROS NO?
Esther Canónico, de la London School of Economics, dice que las empresas tienen que priorizar el apoyo a su personal de diferentes maneras porque el eventual regreso a la normalidad llevará tiempo y el trabajo flexible y en remoto probablemente no va a desaparecer.
Sin embargo, las medidas de apoyo no deben considerarse como un intento de persuadir al personal para que trabaje más duro, especialmente cuando quienes trabajan desde casa pueden estar sufriendo en la conciliación entre vida profesional y personal, y terminan trabajando durante mucho más tiempo.
“No hay una línea clara de diferenciación entre el trabajo y el hogar”, dice sobre el nuevo entorno. “El consejo es que los empleados manejen activamente sus límites”.
Las empresas, por su parte, ven la oferta de estos servicios como algo que tiene sentido comercial en términos de resiliencia operativa.
AstraZeneca, por ejemplo, sabía que tenía que actuar cuando una encuesta reveló que 1.100 de sus 8.300 empleados en el país necesitaban ayuda para el cuidado de sus hijos.
La empresa ideó un plan, respaldado por el consejero delegado Pascal Soriot, para reclutar profesores independientes inspirándose en un antiguo profesor que trabajaba en el departamento de recursos humanos de la empresa.
Lanzado en mayo, ofrece cuatro clases diarias a los hasta 1.300 niños inscritos. Por otra parte, ha creado una empresa de tutoría que ofrece sesiones individuales.
La empresa de tutoría, EB Education, dice que después otra empresa de Cambridge, sede de la farmacéutica, le había consultado para saber si podía ofrecer un servicio similar.
“Algunos de los trabajadores de la otra compañía han dicho: AstraZeneca está ofreciendo esto, ¿por qué no lo hacéis vosotros? Así que pusieron algo en marcha”, dice Karen McGillicuddy de EB a Reuters.
Por ahora AstraZeneca, que tiene una licencia para fabricar una vacuna experimental de COVID-19, está ampliando su apoyo. Ha introducido nuevas clases para diferentes grupos de edad y está buscando una escuela de verano.
Según Cicconi, su jefa de RR.HH., la plantilla está increíblemente agradecida, en un contexto muy complicado.
“Saben que no es normal que estemos gestionando tres escuelas de primaria”, añade.