Continúa éxodo migrante sin suficiente ayuda humanitaria e incrementando los riesgos en el camino
Foto: Isabel Mateos / Cuartoscuro
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de marzo de 2019.- En el Camino Desde las organizaciones que monitoreamos conjuntamente el éxodo centroamericano en la frontera, hemos acompañado como observadores y vinculantes de asistencia humanitaria el caminar de la “Caravana centroamericana y del Caribe” en su avance desde Huehuetán y rumbo a Villa Comaltitlán.
Se observó presencia de Policía Federal, Grupo Beta y Protección Civil, acompañando al contingente y en negociación con la coordinación del éxodo en distintos momentos. Además, se identifica presencia de la CNDH y del ACNUR.
Durante la jornada se generó un diálogo con las autoridades municipales de Huixtla en relación a la posibilidad de contar con 20 autobuses necesarios para trasladar a todas las personas hasta Mapastepec, Chiapas. Finalmente llegaron 9 autobuses y ante la desconfianza que generó la disponibilidad de sólo algunos buses, desde la organización se decidió bajar de los ellos y continuar a pie. Los efectos de las distintas decisiones incrementan los riesgos por continuar exhaustivas jornadas caminando.
Al finalizar el día, el colectivo tuvo que quedarse a descansar en una garita abandonada a 3 km de la caseta de Villa Comaltitlán. Algunas personas que iban rezagadas en el camino pidieron aventones a camiones y otros vehículos para reincorporarse al grupo y descansar todos juntos en la garita. La decisión de descansar ahí fue debido al cansancio, pero no cuentan con las condiciones necesarias ni suficientes para pasar ahí la noche. Desde Protección Civil se comprometieron a instalar baños y brindar agua.
Se observa que la oferta de autobuses generó confusión e inestabilidad en la organización y por lo tanto en la cohesión del grupo, lo que provocó dispersión, pero finalmente lograron reunirse al final de la noche.
Principales preocupaciones La confusión en los distintos diálogos y negociaciones con autoridades y grupos está generando desconfianza, inestabilidad y dificultades en la organización. Los ofrecimientos de las distintas autoridades pareciera que responde un esfuerzo por evitar que el éxodo ingrese en los centros de población, más que brindar apoyo y condiciones dignas para las personas de la caravana. Preocupa que estas decisiones incrementan los riesgos de las personas en el camino.
Actualización de monitoreo: Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano
Se identifican escasos apoyos humanitarios, más allá de la instalación de baños o el brindar agua potable; lo que representa un grave riesgo de salud y de vida a la población aún más vulnerable: niñas, niños y adolescentes dentro de ellos los menores de 5 años, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y/o con discapacidad quienes frente a las altas temperaturas, descanso a la intemperie, sin buena alimentación ni acceso a cuidados de higiene personal ya muestran signos de agotamiento y presencia de enfermedades dérmicas y respiratorias.
El abandono de los procedimiento de regularización migratoria y solicitudes de refugio que están en estrecha relación al bloqueo del acceso a la regularización migratoria en Tapachula (dado que la oficina del INM ahí permanece cerrada desde hace unos días), para ingreso o seguimiento de trámites y la saturación de los servicios de la COMAR que dificultan la permanencia de las personas solicitantes de refugio, colocándolas en tener que esperar sin seguridad del tiempo, en condiciones de vida adversas a la dignidad, ante estas condiciones y la incertidumbre han decidido unirse a la caravana actual.
Desde las organizaciones firmantes, manifestamos nuestra preocupación al Gobierno mexicano en materia de migración internacional y refugio, y consideramos que:
Reiteramos la preocupación de mantener el cierre del acceso a la regularización migratoria: cierre de las oficinas en Tapachula, suspensión de nuevos registros / tramites y la dificultad de dar continuidad a los trámites pendientes en ciudad Hidalgo y Talismán; el acceso a la regularización determina la garantía de no detención y deportación, además del acceso a las condiciones de vida digna para las personas (alojamiento, alimentación, acceso a derechos básicos como salud).
Hacemos un llamado a las autoridades a la no criminalización de las personas desplazadas ni personas defensoras de derechos humanos o que proporcionan asistencia humanitaria.
Al Estado que se abstenga de ejercer actos de intimidación a compañeras y compañeras que realizan monitoreo en las caravanas de migrantes por NO estar haciendo ningún acto ilícito.
La violencia xenófoba resulta completamente inaceptable, y el Estado junto a los medios de comunicación y la sociedad civil tenemos la obligación de prevenirla y combatirla.
Seguimos llamando a la solidaridad y a la confluencia de la sociedad civil en la defensa de los derechos fundamentales de las personas migrantes y refugiadas en México siendo participes de la hospitalidad y donando agua, miconazol (anti fúngico), diclofenaco en gel (antinflamatorio), pomadas para pies y rozadoras, vendas, Ibuprofeno (antinflamatorio), naproxeno (analgésico) avapena (antihistamínico), óxido de zinc, pro bióticos en polvo, suero en polvo, bloqueador solar, pañales, zapatos, sombrillas, gorras, paliacates… (todo lo que pueda servir en el camino a pie que han emprendido).
Firmamos:
Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano American Friends Service Committee (AFSC) – Oficina Latinoamérica y el Caribe, Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Centro de Derechos Humanos Tepeyac, Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, Formación y Capacitación (FOCA), Iniciativas para el Desarrollo Humano, Junax, Kaltsilaltik, Médicos del Mundo – España y Francia (MdM), Red Jesuita con Migrantes – Centroamérica y Norteamérica, Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), Una Mano Amiga en la Lucha contra el SIDA, Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes.