AP. Ciudad de México. 08 de septiembre de 2021.- La Suprema Corte de Justicia de México declaró el martes inconstitucional penalizar el aborto, un fallo considerado histórico por jueces y feministas que no supone que la interrupción del embarazo ya sea legal en México pero abre las puertas a que haya cambios legales en esa dirección.
El alto tribunal aprobó por unanimidad anular varios artículos de una ley del estado norteño de Coahuila donde se considera delito abortar y se criminaliza tanto a las mujeres como al personal que pudiera ayudarlas.
El fallo judicial afectará de forma inmediata a ese estado pero sienta un importante precedente porque establece un “criterio obligatorio para todos los jueces y juezas del país” que deberán actuar en el mismo sentido si tienen que decidir sobre un caso de aborto, dijo el presidente de la la Corte, Arturo Zaldívar.
“A partir de ahora no se podrá, sin violar el criterio de la Corte y la Constitución, procesar a mujer alguna que aborte en los supuestos que ha considerado válidos este tribunal”, agregó Zaldívar.
El detalle de los supuestos quedará claro cuando se publique la sentencia, pero todo apunta a que la despenalización afectará a la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas, que es el plazo en el que se permite abortar en los cuatro estados en los que esta práctica es legal: Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo.
En los 28 estados restantes sigue estando penalizado, salvo en caso de violación, y algunas regiones lo permiten también cuando peligra la salud de la madre.
La Suprema Corte se había pronunciado en el pasado a favor de amparos puntuales interpuestos por mujeres que habían visto violados sus derechos, por ejemplo, al ser castigadas aunque hubieran sido violadas. Pero según Rebeca Ramos, directora de la organización no gubernamental de derechos reproductivos GIRE, esta es la primera vez que los magistrados debatían el fondo de la cuestión: si abortar debía ser considerado un delito o no.
La resolución judicial tiene efectos concretos en Coahuila, donde por ejemplo, una clínica privada podría ahora ofrecer estos servicios sin que las autoridades puedan criminalizarla.
También “derrumba barreras”, afirmó la abogada y activista Verónica Cruz, porque lanza el mensaje de que no se puede criminalizar a las mujeres por abortar, algo que parecía enquistado en el imaginario local y que estigmatizaba sobre todos a las más desfavorecidas: las mujeres pobres o indígenas.
Algunos analistas confían en que el fallo invite a los congresos locales a revisar sus leyes para que poco a poco se vaya legalizando el aborto y se pongan en marcha políticas que garanticen ese servicio. No obstante, activistas como Cruz creen que no se puede confiar en los políticos y que solo se podrá avanzar si el movimiento feminista sigue presionando.
Hoy en día ya no existen mujeres encarceladas en México por abortar pero sí hay unas 4.600 carpetas de investigación abiertas en todo el país por ese delito, explicó la abogada, cuyo colectivo “Las Libres” logró liberar a las últimas que estaban en prisión en uno de los estados más conservadores del país, Guanajuato.
“En México no tenemos ninguna posibilidad ni de legalizar ni de despenalizar de un jalón (de una vez) tiene que ser estado por estado”, indicó. Por eso apostó a que la sociedad civil articule una estrategia coordinada a nivel nacional que vaya acabando con el delito región por región recurriendo los casos abiertos y logre arrinconar a los políticos para que “no haya manera de no legislar”, ya que eso sería visto como “políticamente incorrecto”.
Los cambios, no obstante, podrían llevar años. La ventaja es que una vez modificados los códigos penales, el Sistema de Salud podría practicar los abortos porque ya estaría preparado para tales prácticas.
La oposición será fuerte liderada sobre todo por la Iglesia Católica y los sectores más conservadores del país.
Mientras la Corte debatía, unas decenas de fieles rezaban arrodillados ante sus puertas y, por la tarde, la Conferencia del Episcopado Mexicano recuperó tuits enviados ante la aprobación del aborto en Hidalgo. “Que tu opción por la vida no esté condicionada por una ideología, sino que esté motivada por la fe, la esperanza y el amor”, indicó.
Desde el partido oficialista, Morena, se celebró la decisión del tribunal aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador, muy conservador en lo moral, siempre ha eludido pronunciarse explícitamente sobre el tema alegando que ese asunto corresponde a cada estado.
Por su parte el conservador Partido de Acción Nacional reiteró su rechazo al aborto porque “estamos a favor de la defensa de la vida desde la concepción y hasta la muerte natural”, dijo en un comunicado, y pidió que sea garantizada la objeción de conciencia “por motivos éticos, morales o religiosos”.
La magistrada Margarita Ríos Farjat criticó, sin embargo, que se utilice el argumento de estar a favor de la vida para violar los derechos de las mujeres y denunció los estigmas que todavía pesan sobre una mujer que aborta, que es tachada de “ignorante”, de “mala o egoísta, porque las buenas mujeres culminan la gestación y dan en adopción al bebe” o de “irresponsables”, afirmó.
Para GIRE, lo acordado por la Corte “es reflejo de una histórica lucha del movimiento feminista por el aborto legal, seguro y gratuito”. “Esperamos que en todo el país las mujeres y personas con capacidad de gestar tengan las condiciones y la libertad para determinar su destino reproductivo”.
En América Latina parece haber una tendencia: en diciembre de 2020 Argentina despenalizó el aborto y se unió así a países que ya lo aceptaban como Uruguay y Cuba.
El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana lo prohíben sin excepciones y lo castigan con la cárcel.