Cuba: EEUU no puede hablar de DDHH mientras exista el embargo
Foto: Desmond Boylan / AP
EFE. La Habana, Cuba. 11 de diciembre de 2018.- Mientras exista el embargo contra Cuba, Estados Unidos «no tiene moral» para hablar sobre Derechos Humanos, dijo hoy el presidente del Gobierno de la isla, Miguel Díaz-Canel, quien tachó de «hipócrita» el discurso de Washington hacia la isla.
Díaz-Canel reaccionó en Twitter a una misiva enviada ayer lunes por el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, al canciller cubano, Bruno Rodríguez, en la que se pedían explicaciones «sustanciales» sobre la continua detención de ocho «presos políticos» en cárceles del país caribeño.
«EE.UU. no tiene moral para hablar de Derechos Humanos. Su discurso es hipócrita, deshonesto, de doble rasero. ¿Alguien conoce una violación más cruel, prolongada y masiva de los Derechos Humanos, que el bloqueo económico, financiero y comercial a Cuba?», publicó el mandatario junto a la etiqueta #CubanosConDerechos.
Sin referirse explícitamente al tema de los presos políticos, Díaz-Canel insistió en que «mientras otros exportan armas y guerras, Cuba comparte conocimientos y servicios», y aseguró que la divisa de su país «es la solidaridad».
En su carta, Pompeo había recordado el supuesto compromiso formulado durante una rueda de prensa en marzo de 2016 en La Habana por el entonces presidente de Cuba, Raúl Castro (2008-2018), quien aseguró frente al exmandatario Barack Obama que si EE.UU. era capaz de darle una lista de «presos políticos», los liberaría esa misma noche.
Sobre esa idea, Mike Pompeo ofreció una «lista ilustrativa de presos políticos en Cuba» con ocho nombres, entre ellos el de la «Dama de Blanco», Martha Sánchez, que según EE.UU. fue condenada a cinco años de prisión por tres delitos (desacato, desobediencia y perjuicio).
Para La Habana «el Gobierno de los Estados Unidos actúa deshonestamente cuando plantea preocupación por la situación de los Derechos Humanos en Cuba o en cualquier lugar», señaló el director para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
El diplomático reprochó la «usual falta de decoro» del país vecino al referirse a los DD.HH. y aseguró que la carta del secretario de Estado de EE.UU. «no se había recibido al momento de publicarse», aunque tampoco mencionó la petición de Pompeo.
«La supuesta carta del secretario de Estado y su manejo público no son más que actos de propaganda», indicó en declaraciones recogidas en la web oficial de la Cancillería de la isla.
Según el veterano funcionario, Estados Unidos demuestra «falta de voluntad» para sentarse frente a Cuba, «con seriedad y compromiso, en un diálogo bilateral entre iguales, a deliberar sobre el tema de los derechos humanos y la manera avanzar con sinceridad hacia una cooperación constructiva en el tema».
Agregó que «si a Estados Unidos verdaderamente le interesaran los derechos humanos de los cubanos, no impondría un bloqueo económico criminal que castiga a toda la nación, ni pondría obstáculos crecientes a la emigración ordenada, ni a los servicios consulares de los que dependen decenas de miles de cubanos».
Además, dijo que el Estado cubano garantiza «el marco legal, las políticas públicas y el disfrute efectivo de los derechos de los ciudadanos», incluidos los derechos a una vida digna y el acceso a la salud y educación de calidad.
En otra escalada de la tensión en las ya frías relaciones bilaterales, EE.UU. anunció ayer lunes 10 de diciembre el cierre permanente de la oficina para asuntos migratorios que tenía en La Habana e informó de que la tramitación de visados y otros permisos para quienes viven en Cuba se realizará en su consulado en México.
La emisión de la mayoría de visados desde la embajada estadounidense en La Habana ya había sido suspendida desde noviembre de 2017 debido a la reducción del 60 % del personal estadounidense en la capital cubana, que siguió a los supuestos «ataques» contra la salud de 26 empleados esa legación diplomática.
Estos enigmáticos incidentes de salud, sufridos por diplomáticos estadounidenses en Cuba entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 y aún sin explicación oficial, han provocado un deterioro en la frágil relación entre los dos países vecinos, que reanudaron nexos diplomáticos en 2015 tras más de medio siglo de enemistad acérrima.