El gobierno de López Obrador se muestra consistente en primeros 4 años
Por Juan Manuel Ramírez G.
EFE. Ciudad de México. 01 de septiembre de 2022.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llega este jueves al informe de su cuarto año de Gobierno en medio de consistentes niveles de aprobación, el creciente interés de saber quién será el candidato presidencial del oficialismo y pendientes para el último tercio de su mandato.
Tras llegar al poder el 1 de diciembre de 2018, López Obrador ha intentado apuntalar su proyecto de gobierno, llamado «cuarta transformación» de la vida pública del país, en medio de una batalla diaria contra sus opositores.
A ello suma la crisis mundial por la pandemia de covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Bajo este escenario, el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIS-UNAM), Álvaro Arreola, considera que el gobierno de López Obrador «difícilmente puede valorarse año por año».
En ese tiempo, apuntó el especialista, si por algo se ha caracterizado la gestión de López Obrador «es por su consistencia».
«No ha dejado a un lado la convicción de hacer a un lado el modelo económico que se vivió en México hasta 2018, el modelo neoliberal», expuso.
También destacó sus megaproyectos, como la construcción del nuevo aeropuerto capitalino en plena pandemia, la edificación de una refinería de petróleo y la compra de otra en Texas.
«Esto ilustra un panorama de un Estado nacionalista, pero sobre todo preocupado por el desarrollo de aquellas regiones que en el territorio mexicano siempre fueron olvidadas, como todas las del sureste del país, con el Tren Maya y el Tren Transístmico», apuntó.
APROBACIÓN
Por el contrario, para el politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Juan Pablo Navarrete, no podría señalarse que los cuatro años de gobierno de López Obrador sean exitosos de manera global, sino que deben separarse por dimensiones.
Una sería en términos políticos electorales, con la irrupción exitosa del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido creado por López Obrador, y la otra sería la aprobación del presidente.
Recordó que el partido nació en 2014, compitió en 2015 y de 2015 a 2018 no ganó gobiernos estatales en «un periodo de adaptación y de crecimiento», pero de 2018 a 2022 «con una gran maquinaria electoral ya suma 20 gobiernos, «entonces en términos político electorales son cuatro años de mucho éxito».
La otra dimensión que le cuesta mucho aceptar a la oposición «es la fuerte aprobación del presidente», dijo Navarrete.
El primer año empezó con poco más del 80 % de aprobación y no suele bajar de 60 %.
En su más reciente estudio de opinión nacional, la casa encuestadora Poligrama informó de que el mandatario recibe una calificación de la población de 7,1 en la escala del 0 al 10 y cuenta con una aprobación del 67,12 %.
Además, el 53,07 % aprueba su gestión en seguridad, porcentaje ha ido en aumento, ya que en diciembre de 2019 solo 47,54 % lo hacía.
En tanto, el 58,38 % aprueba su gestión en economía y 56,79 % su combate a la corrupción.
Navarrete, también investigador y académico de la Universidad de La Ciénega de Michoacán, dijo que López Obrador «tiene áreas de mejora» y un ejemplo, dijo, es en el tema de la seguridad, donde intenta trasladar, a partir de un decreto, la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Para Arreola, también especialista en partidos políticos, hasta ahora los partidos de oposición han ofrecido una «competencia política mínima» ya que en los últimos años han venido a menos.
Y dijo que todo apunta a que la mayoría parlamentaria que creó en 2018 y que aseguró en 2021 «seguramente» será en 2024.
Esto porque la debilidad de los partidos de oposición tradicionales, el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (AN) «no es actual, sino la consecuencia del mal negocio que hicieron ambas fuerzas» al aliarse tras años de ser rivales.
Entre los posibles sucesores de López Obrador para 2024, los más mencionados son el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el canciller Marcelo Ebrard, y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El investigador de la UNAM señaló que «cualquiera que llegue dará continuación al trabajo del presidente López Obrador».
Además, dijo que está «amarrada» la sucesión presidencial, «que a todas luces va a ganar Morena y sus aliados en 2024» y en eso se va a concentrar el presidente, junto con sus obras de infraestructura.
Por otro lado, posiblemente impulsará una alianza de latinoamericana «una vez que llegue Lula Da Silva al poder en Brasil».
En tanto, Navarrete matizó que el tema económico es un gran pendiente y puede ser un tema que puede afectar la percepción del desempeño gubernamental durante lo que resta de su gestión, que finaliza en 2024, además de la reforma electoral.
«Los partidos opositores van a señalar que este gobierno no manejó bien la economía y que el país no creció y tiene la mayor inflación en los últimos 25 años, esa puede se la gran oportunidad para la oposición», finalizó.