Esposa de “El Chapo” coordinó su fuga
Foto: Kevin Hagen / AP
Por Claudia Torrens
AP. Nueva York, Estados Unidos. 23 de enero de 2019.- La famosa fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015 a través de un túnel conectado al baño de su celda en la cárcel fue coordinada por su esposa Emma Coronel y cuatro hijos del narcotraficante mexicano, quienes compraron un terreno cercano al penal. Tras construir el túnel bajo la cárcel del Altiplano, en el estado de México, empleados del cartel sacaron a Guzmán por éste en una motocicleta remolcada con una polea.
Dámaso López, exfuncionario y socio de Guzmán durante años, hizo las explosivas declaraciones el miércoles durante el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn. Coronel, quien se encontraba entre el público de la sala, escuchó el testimonio de López seria, sin inmutarse. La información la implica directamente a ella en la sonada fuga de su esposo, quien fue arrestado unos meses después en la ciudad de Los Mochis.
López dijo además que en 2016 se intentó volver a ayudar a “El Chapo” a fugarse. Había sido trasladado de la cárcel del Altiplano a un penal en Ciudad Juárez y López volvió a reunirse con Coronel, quien le dijo que se estaba tratando de devolver a Guzmán a Altiplano. Para lograrlo, se hizo un pago de dos millones de dólares al entonces director del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social. López no dio el nombre de quien ocupaba el puesto en ese momento. El pago no sirvió de nada ya que Guzmán sigue preso y fue extraditado en 2017 a Estados Unidos.
El miércoles el testigo explicó que se reunió varias veces en 2014 y 2015 con Coronel y los hijos de Guzmán: Iván, Alfredo, Joaquín y Ovidio. En las reuniones se hablaba de cómo avanzaba el plan de fuga. Coronel y el abogado de Guzmán, un tal licenciado Óscar, se encontraban también en la cárcel con el narcotraficante.
“Mi comadre nos pasaba sus recados”, testificó López refiriéndose a Coronel.
López dijo que los hijos de Guzmán compraron un reloj con GPS que introdujeron en la cárcel para obtener las coordenadas del lugar. El testigo dijo que había enviado a su cuñado, un tal Leonardo, a la ciudad de Toluca, a sobornar a los guardas de la prisión.
El día de la fuga, el 11 de julio de 2015, Guzmán bajó al túnel y se escapó en la motocicleta, que estaba montada sobre un riel y fue remolcada con una polea. Al salir del túnel, un hermano de Coronel, dijo López, condujo a Guzmán en una quatrimoto hasta una bodega que había alquilado López. De allí se lo llevaron en avión a Sinaola.
López no dio el nombre del hermano de Coronel.
El testigo dijo que vio a Guzmán una semana después de que éste se fugara, en un rancho. Allí varias personas habían ido a verlo.
“Estaban todos felices, contentos por lo que había sucedido”, explicó.
López dijo que en ese momento “El Chapo” le comentó que había escuchado el ruido de la construcción del túnel durante meses. Otros presos también lo oían continuamente y se quejaban del ruido a los guardas, testificó López.
“El Chapo”, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen y exlíder del cartel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser encontrado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
Coronel no respondió preguntas de periodistas el miércoles y sus abogados tampoco quisieron comentar.
López, de 52 años, fue arrestado en un apartamento de Ciudad de México en mayo de 2017. Hace pocos meses fue sentenciado a cadena perpetua en una corte estadounidense. Es uno de los más de 50 testigos que han hablado en el juicio, que empezó en noviembre. Se espera que el jueves la fiscalía termine con su último testigo, lo que significa que el lunes los abogados de Guzmán podrían llamar a declarar a alguien que hable a favor de “El Chapo” o incluso al propio Guzmán. Los viernes no hay juicio.
El miércoles, después de que la fiscalía terminara su interrogatorio a López, le tocó el turno a los abogados de Guzmán. Uno de ellos, Eduardo Balarezo, le preguntó al testigo que cómo es posible que Guzmán, con todo su supuesto poder, no pagara un millón de dólares a los funcionarios de la cárcel para que simplemente le dejaran salir por la puerta.
“Tuvo que irse por un túnel, subirse a una motocicleta y luego un avión. ¿Bastante espectacular, no?”, preguntó.
“Bastante real”, respondió López.
Por otro lado, Balarezo también le preguntó por el asesinato del reconocido periodista Javier Valdez en 2017 en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. López dijo que no tuvo nada que ver con eso y responsabilizó de su muerte a los hijos de Guzmán.
López explicó que fue entrevistado por Valdez por teléfono. El periodista trabajaba para la publicación “Río Doce”. Los hijos de Guzmán se enteraron de la entrevista e intentaron que no se publicara el artículo, dijo López. Valdez lo publicó igualmente y, según López, el artículo no dejó bien a los hijos de Guzmán. Por ese motivo, dijo el testigo, éstos ordenaron asesinar al periodista.