Fiesta sobria y multitudinaria de AMLO por Día Independencia

Foto: Marco Ugarte / AP

Por María Verza

AP. Ciudad de México. 16 de septiembre de 2019.- Nueve meses y medio después de su toma de posesión, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue moviendo a las masas.

Más de 100.000 personas se reunieron el domingo por la noche en el Zócalo capitalino para seguir los festejos por el Día de la Independencia de México, que por primera vez estuvieron presididos por un mandatario surgido de la izquierda y de los movimientos populares, y miles más se esperan este lunes al mediodía en el desfile militar que será encabezado por el cuerpo estrella del Ejecutivo, la nueva Guardia Nacional.

López Obrador, el rostro sobrio, la banda presidencial en el pecho y acompañado de su esposa, siguió el domingo parte del protocolo habitual de la ceremonia conocida como “El Grito” pero de forma mucho más austera, sin tantos invitados en el Palacio Nacional, con menos banquetes y sin militares del Estado Mayor que le guardaran las espaldas. Y en lugar de homenajear sólo a los héroes que iniciaron la lucha por la independencia de México hace 209 años, lanzó 20 vivas, entre ellos, por la soberanía nacional, las comunidades indígenas, la paz o por la libertad, la justicia y la democracia.

Bajo el balcón, miles de familias contestaban con euforia a los vítores.

“Estamos muy orgullosos de ser mexicanos y aparte contentos por la elección, porque votamos por un presidente en el que tenemos mucha confianza, mucha esperanza de que vamos a levantarnos como país”, dijo Aurora Olvera, original del sureño estado de Chiapas.

Durante la jornada del domingo hubo festejos populares por todo el país, mientras miles de efectivos de las fuerzas de seguridad trabajaban para garantizar una seguridad que le es esquiva al presidente.

“Son muchos años de descomposición de gobiernos que no hicieron su trabajo”, lamentó Samuel Mendoza, un norteño del fronterizo estado de Sonora que disfrutaba de la música y los fuegos artificiales en la capital del país. “Tenemos el corazón empeñado”.

Los festejos de este año habían suscitado especial expectación debido a la personalidad de López Obrador, que desde que asumió la presidencia rompió varios moldes: dejó de lado la seguridad, comenzó a viajar en aviones comerciales y se somete de lunes a viernes a las preguntas de la prensa en unas conferencias que han roto récords de audiencia.

Y aunque la guerra contra las drogas en México arde de nuevo, la economía está estancada, el sistema de salud se tambalea, la política de austeridad ha puesto en la cuerda floja distintos programas oficiales y el mandatario ha tenido que soportar fuertes presiones de Estados Unidos para tomar medidas enérgicas contra los migrantes, su popularidad se mantiene alta. Sus niveles de aprobación rondan el 70% y mantiene vivo su omnipresente mensaje de “amor y paz” y el compromiso de luchar implacablemente contra la corrupción.

“Él se equivoca, dice tonterías igual que nosotros, pero es una persona de buena voluntad”, comentó el capitalino Toe Torres. “Es una persona en la que creo que podemos confiar”.

Mantiene, además, la sensación de seguir en campaña electoral. Sus seguidores coreaban el sábado a medianoche gritos de “sí se pudo, sí se pudo” como si el mandatario acabara de ganar las elecciones y la parafernalia con la imagen del presidente se vendía en cada esquina como en los mítines electorales.

El domingo también se festejó el Día de la Independencia con homenajes al recién fallecido artista oaxaqueño Francisco Toledo, por quien se volaron cometas de colores hechas por niños en el centro de la capital.

El lunes, el cuerpo estrella del tradicional desfile fue la recién creada Guardia Nacional que encabezó la parada militar, por primera vez con sus uniformes. La Banda de Guerra y más de 400 vehículos motorizados desfilaron por el centro de la capital mientras en el cielo hubo una exhibición aérea.

Durante la celebración, un paracaidista naval sufrió un accidente al aterrizar en un lugar inesperado, pasando por un árbol e impactando fuertemente en la calle cerca del Zócalo de la Ciudad de México.

La Secretaría de la Marina informó en un comunicado que el paracaidista “tomó la decisión de usar una zona de aterrizaje alterna, esto con el fin de evitar poner en riesgo la vida de otros paracaidistas o inclusive de los espectadores, acción que le provocó lesiones físicas”.

Agregó que el elemento se encuentra estable tras diagnosticarle “traumatismo craneoencefálico leve, herida de nariz y probable fractura de tobillo”.

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