Indígenas marchan contra la violencia en la frontera sur de México

EFE. San Cristóbal de las Casas, México. 31 de diciembre de 2024.-  Cientos de habitantes de comunidades indígenas del estado de Chiapas, en el sureste de México, se manifestaron este lunes para demandar al Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum garantizar la seguridad de los pueblos indígenas de la región, que atraviesa una ola creciente de violencia del crimen organizado.

Unas 1.500 personas de las etnias tseltal y tojolabal de la comunidad maya salieron a marchar por las calles del municipio de Altamirano, ante el temor de los constantes asesinatos, secuestros y despojos en la zona de la frontera sur mexicana.

Manuel López, indígena maya tzeltal, urgió a todos los niveles del Gobierno a trabajar en coordinación para no permitir que los «desestabilizadores» de la paz reactiven sus armas.

«Pedimos a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, y a nuestro Gobernador del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, que garanticen la seguridad de los pueblos indígenas, más que nada en nuestro municipio, que es lo que queremos», expuso López.

Domingo Méndez, poblador de la etnia tzeltal, manifestó que el objetivo de la protesta es mostrar unidad frente a las constantes amenazas que atraviesan.

«Necesitamos que nos unifiquemos más porque la unificación es la tranquilidad, ya no queremos(…) violencia”, manifestó Méndez.

Altamirano es uno de los municipios más poblados que participaron en 1994 en el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hace 31 años.

Según pobladores, la localidad estaba controlada por un caciquismo que mantenía a la comunidad indígena sometida y en el olvido.

Epifanio Vázquez, de la etnia tzeltal, llamó al Gobierno a no olvidarse de los pueblos indígenas y extender servicios básicos, como la iluminación, a todas las comunidades para mejorar la seguridad.

«Le pedimos con todo el corazón en la mano al Gobierno que se ilumine más allá en las comunidades, que se vea el reflejo y así la gente va a estar agradecida», expresó Vázquez.

Los manifestantes portaban banderas blancas que ondeaban en señal de paz por las vías de la localidad, y algunos sostenían pancartas con frases como: ‘Altamirano vive en paz’.

La protesta pacífica culminó en la plaza pública del municipio, con un mitin donde los pobladores llamaron a unirse y reconstruir el tejido social del municipio maya tzeltal-tojolabal.

El alcalde de Altamirano, Gaspar Zantis, quien participó como invitado en la marcha, hizo un llamado a la presidenta Sheinbaum y al gobernador Ramírez a voltear a ver el municipio y trabajar de la mano, lo que calificó como «primordial para poder reactivar» su economía.

Esta manifestación ocurre en un ambiente de violencia generalizada en la frontera sur de México, donde existe una guerra entre carteles que ha afectado a miles de indígenas con el desplazamiento forzado, pérdida de derechos comunitarios, secuestros, muerte y reclutamiento de adultos y niños.

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