Indígenas musulmanes de México celebran el Ramadán confinados por la pandemia
Foto: Carlos López / EFE
EFE. San Cristóbal de Las Casas, México. 04 de mayo de 2020.- Los indígenas musulmanes del estado mexicano de Chiapas celebran el Ramadán del año 2020 con una fe total aunque llenos de tristeza por estar confinados en sus casas para prevenir el contagio del coronavirus.
«Lo vivimos triste porque nos gusta estar juntas a las mujeres que pertenecen a la comunidad, y pues ahorita no se puede. Se hace comida juntas, se convive y platica entre nosotras», relató a Efe Jésica Gómez Gómez, mujer tzotzil musulmana.
El Ramadán, el noveno mes del calendario lunar árabe, es respetado por musulmanes de todo el mundo como un tiempo de ayuno, de oración y de reflexión, y la comunidad musulmana de Chiapas, no es la excepción aún en un este año está marcado por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
El CONFINAMIENTO OBLIGÓ A CERRAR TEMPLOS E IGLESIAS
Las medidas establecidas por el Gobierno mexicano para combatir al virus, obligaron a cerrar los templos e iglesias de todos los credos, incluida la mezquita en la que se reúnen los musulmanes chiapanecos.
Recientemente, los católicos mexicanos tuvieron que pasar confinados en casa la Semana Santa y seguir por la televisión las celebraciones en iglesias vacías.Ahora toca a los musulmanes chiapanecos cerrar su mezquita por primera vez en los 24 años que establecido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y cumplir el Ramadán en sus casas.
La decisión de cerrar temporalmente la mezquita fue tomada para evitar el contagio del nuevo virus que en México ha causado de 23.471 casos y 2.154 decesos.
De acuerdo con datos estimados, en Chiapas hay alrededor de un millar de musulmanes, debido a que el Islam ha sido bien aceptado entre el pueblo tzotzil, expresó Ibrahim Chechev, imán de la comunidad Ahmadía.
«(Empezamos) a partir de cero, ahora con decirlo ya hay cuatro comunidades islámicas o cuatro raíces del Islam diferentes aquí en San Cristóbal. Se estima que en cada comunidad hay más de 90 familias», relata.
La comunidad Ahmadía está integrada por jóvenes, niños y adultos mayores, quienes durante la pandemia ha permanecidos resguardados en casa, dedicando tiempo a la familia y estudiando el Corán, relató el imán.
Mustafá, un miembro de esta comunidad, afirma que en fase de máximos contagios del COVID-19, no se ha registrado ni un caso de este virus al interior de la comunidad musulmana, no obstante que los casos confirmados en Chiapas superan los dos centenares.
La comunidad ha acatado las recomendaciones del Gobierno mexicano que pide a la gente quedarse en casa además de que ha suspendido las actividades no esenciales y las concentraciones en el espacio público, asegura.
«Para los Musulmanes es un mes esperado, están con la ansiedad de estar con la gente, con todo el mundo pero llega este momento que te dicen que no puedes hacer nada de esto y pues hay que cuidarse. No porque yo sea musulmán no me va tocar, no me voy a enfermar eso es decir una locura» comenta.
EL ISLAM EN CHIAPAS
La presencia del Islam en Chiapas se inició en 1994 cuando un grupo de musulmanes españoles llegó al estado en plena efervescencia del levantamiento del Ejército Zapatista (EZLN).
Aureliano Pérez, ahora conocido como Emir Nafia, se estableció en San Cristóbal de las Casas en los inicios de la historia del Islam en Chiapas. Desde entonces han pasado 24 años y ya se han establecido varias comunidades de islamistas en ese municipio, al punto de existir cuatro mezquitas, entre ellas la de Ahmadía.
Ibrahim Chechev, imán de Ahmadía, que se inició en el islam en 1996, ha guiado durante cuatro años a su familia y fieles en busca de la paz a través del Corán.
«Hemos iniciado un nuevo camino que hemos adoptado la comunidad Ahmadía. Ha llevado a lo mucho cuatro años estar en esta rama del Islam, nosotros somos 13 familias con un total de 80 a 90 personas más o menos», expresó.
Explicó que el islam no choca con las tradiciones de los indígenas «porque no te quita ninguna parte de tu identidad como tal. Al contrario, se enfoca más a la persona, a su tradición natural. Pero lo que sí quita el Islam es aquello que no beneficia por ejemplo el alcohol. Para muchos el ser indígena o ser indígena Chamula es tener como tradición la de tomar posh (un aguardiente) y eso no es una tradición buena porque daña y destruye».
La comunidad islámica ha hecho un trabajo para cambiar el mito de que el Islam esté vinculado al terrorismo. En Chiapas existen cuatro mezquitas donde se congregan unas 500 familias musulmanas, en su mayoría indígenas tzotziles.