Investigación contra Cruz Azul involucra a expresidente de México y salpica a AMLO

Foto: Cuartoscuro

Por Jesús Yañez Orozco

  • Hay 195 millones de pesos en «conexión» de dirigentes de equipo cementero  y Enrique Peña Nieto, afirma Carlos Loret de Mola
  • Unidad de Investigación Financiera va más allá de poner bajo la lupa a directiva del equipo encabezada por Billy Álvarez, argumenta el polémico periodista
  • Según él, son más de cinco mil 600 millones de pesos los que están en juego  
  • Mientras que UIF sigue la pista a mil 100 mdp en España, Estados Unidos y paraísos fiscales
  • ”Patética” postura de Liga MX, en las acusaciones a La Máquina, critica el diario La Jornada

Balón Cuadrado

Jesús Yáñez Orozco

No es común que analistas de información general osen abordar temas deportivos, futbol en particular, en sus espacios noticiosos, radio, prensa escrita, televisión y redes sociales. Porque suelen ser abismalmente anodinos, intrascendentes, baladíes, pues. El balón sólo tiene interés cuando rueda sobre el inconmensurable verde de las canchas. Todo lo demás es irrelevante o poco trascendente.

Mas, no sólo por el tinte económico, sino también cariz político que ha adquirido el balón, hay una excepción a la regla: una acuciosa investigación gubernamental, por recursos de procedencia ilícita, que se ha convertido en escándalo nacional, sobre equipo Cruz Azul, así como su Cooperativa –entre las cementeras más importantes de América Latina–, que factura ocho mil millones de pesos anuales.

Es claro que a la dolida afición albiceleste, que lleva 23 años sin festejar un título de liga, importa poco el escándalo, que involucra mil 200 millones de pesos. Anhelan, como un niño pobre, una pelota de futbol, la novena estrella que corone el escudo del equipo. Sobre todo asaeteados, porque la Máquina –con América, Pumas y Chivas–, es uno de los cuatro equipos de mayor arraigo entre la afición nacional.

“El asunto no queda en el equipo de futbol”, advirtió el periodista Carlos Loret de Mola, columnista del periódico El Universal, uno de los más importantes del país. Por lo que lee, denota que bailan desaforados los dedos del comunicador sobre el teclado de la computadora, para abordar el espinoso tema, una especie de trinidad maldita: futbol, poder y dinero.

Según él, “fuentes de primer nivel en el gobierno federal actual” le “confirman” que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretará de Hacienda “sigue la pista” de 195 millones de pesos que durante el sexenio pasado, a través de un despacho de abogados, “habrían sido transferidos” desde el Cruz Azul hasta Humberto Castillejos, quien se desempeñaba como consejero jurídico del presidente Enrique Peña Nieto –2012-2018–.

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(Salpica al gobierno de Andrés Manuel López Obrador investigación contra zares del balón de Cruz Azul)

Y que también, de paso, ha dividido a dos funcionarios del equipo del presidente Andrés Manuel López  Obrador.

Loret de Mola, licenciado en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y quien según versiones periodísticas, en agosto pasado, dejó de ser uno de los principales conductores de noticias de la poderos empresa Televisa –siempre al servicio del poder PRI, PAN y ahora Morena– por presiones del gobierno de AMLO, debido a su férrea critica a la Cuarta Transformación.

Fue despedido tras 18 años de laborar en la empresa propiedad de la poderosa Dinastía Azcárraga. Un mes después, en septiembre, comenzó a colabora en el prestigiado diario estadounidense The Washington Post.

El polémico comunicador, 44 años de edad,  todo indica, sostuvo su postura con los pelos de la burra en la mano, como se dice popularmente.

Aunque también, en busca del perdón del Príncipe, su escrito es una suerte de guiño periodístico al Quijote de la Cuarta Transformación, AMLO, quien ve personificado a Peña Nieto en los corruptos, fifis y conservadores molinos de viento cervantinos.

Anhela, Loret, sin duda, volver a la telepatria. Y regresará, tarde que temprano.

Carlos Loret recordó, en su columna Exprés, del pasado 29 de mayo, que la noche  previa,  la UIF divulgó que congeló las cuentas del dueño del Cruz Azul, Guillermo “Billy” Álvarez, su hermano Alfredo y su socio y cuñado, Víctor Garcés, por sospechas de lavado de dinero.

“La historia tiene mucha tela”, aclaró.

El 13 de diciembre del año pasado, ufano, argumentó, en su columna:

“Una investigación en poder de las autoridades mexicanas, que se ha realizado también en colaboración con Estados Unidos, ha detectado una asombrosa fortuna en manos del presidente del equipo Cruz Azul, Guillermo “Billy” Álvarez, 5 mil 600 millones de pesos entre los años 2011 y 2018.”

De acuerdo con información privilegiada que posee, agregó, sin comprometerse:

“Documentos estadounidenses exhibirían que es propietario de más de diez residencias de lujo y numerosos desarrollos inmobiliarios en Florida, Nevada, Colorado y Oklahoma.»

La reacción de “Billy” Álvarez, reconoció, fue “furibunda.”

En entrevistas de prensa dijo que la información era falsa, anunció que demandaría a Carlos Loret.  Y lo hizo.

“En esas andábamos cuando la pandemia vino a congelar el desarrollo del caso”, precisó el columnista.

Y se auto alabó:

“Medio año después, se confirma oficialmente lo que yo había publicado desde diciembre y que el dueño del equipo Cruz Azul negó: hay una investigación oficial en su contra, que ya derivó en que le congelara las cuentas la UIF, que comanda Santiago Nieto.”

“Billy” Álvarez,  su hermano José Alfredo y su socio Víctor Manuel Garcés Rojo, ambos vicepresidentes del club, son investigados y sus cuentas congeladas, por el presunto delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, según se dio a conocer en medios de comunicación nacionales e internacionales, redes sociales incluidas.

Esta acción de la UIF, agregó Loret, tiene dos “aristas interesantísimas” que impactan a dos administraciones federales: la de Peña Nieto y la de López Obrador.

La de Peña Nieto, argumentó, porque las acusaciones del gobierno actual siguen avanzando en torno a algunos de los personajes más polémicos de su sexenio. “El caso Cruz Azul, según fuentes oficiales, toca a Humberto Castillejos, uno de los hombres más cercanos al considerado presidente más corrupto de la historia” –Peña Nieto–, sostuvo.

Aparentemente, añadió, Castillejos y uno de sus cercanos, Diego Ruiz, están involucrados en la defensa de la directiva del Cruz Azul, pero también estarían en la mira de la UIF por 195 millones de pesos que, cuando Castillejos era funcionario público, habrían llegado a él a través de un despacho jurídico.

Tiene sentido el argumento de Loret de Mola. Sobre todo porque Billy lleva en su sangre el ADN del Partido Revolucionario Institucional. Fue diputado federal del Estado de Hidalgo por el PRI, en la 56 legislatura. Integró las comisiones de administración, deporte y fomento cooperativo

La arista que impacta al gobierno de López Obrador, precisó, tiene que ver con que este caso puso en distintos lados de la mesa a dos “muy poderosos” subsecretarios de Gobernación.

“Según me confirman –agregó Loret–  distintas fuentes muy bien informadas y así lo revelé desde diciembre, el subsecretario Ricardo Peralta cabildeó a favor de los dueños del Cruz Azul, mientras que el subsecretario Alejandro Encinas defendió a los cooperativistas que desde hace años han denunciado a “Billy” Álvarez y los suyos.”

Y remató

“La balanza está por ahora inclinada a favor de Encinas.”

(Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, como todos  sus compinches, vergonzante barón del futbol)

Bochornosa, Liga MX

En tanto, el diario La Jornada en su columna semanal deportiva que publica los lunes, critica el aspecto deportivo:

“Si la supresión del descenso resulta una vergüenza mundial para la Liga Mx, no es menos bochornoso que uno de sus equipos insignia –ubicado entre los cuatro grandes– esté en la mira de las autoridades judiciales bajo sospecha de lavado de dinero, y que en diversos medios de comunicación se haya exhibido una lista de propiedades y de transferencias millonarias no justificadas por la directiva del Cruz Azul.”

Abunda:

“Patético” luce Enrique Bonilla, presidente de la Primera División, cuando “se afana” en afirmar que ni Alfredo Álvarez ni Víctor Garcés tienen cargos en el club celeste ante los registros de la FMF, «siendo que el principal señalado desde hace algunos años es Guillermo Álvarez.»

Lo prudente, sugiere el diario, sería que los federativos pidan a Billy que se separe temporalmente del cargo mientras aclara acusaciones.

Y recuerda:

La obsesión por el control de la cooperativa cementera ha generado capítulos increíbles. Como aquel en el que Alfredo Álvarez acusó a su hermano, Bill,y de «haber ordenado balacear» la fachada de su casa.

“Hoy la determinación de los cooperativistas opositores por desvelar sus presuntos abusos los reúne, pero en definitiva el clan despierta más morbo que los fracasos del equipo.”

Y, sí, hay que bucear más en el albañal del dinero, poder y futbol.

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