Justicia por encima de la política
Por Gregorio Ortega
Periodistas Unidos Ciudad de México. 07 de septiembre de 2019.- La administración de justicia es, para la sociedad, un asunto de percepción entre ella y sus gobernantes, sobre todo cuando de resolver conflictos políticos o de obtener popularidad se trata.
La reflexión no es baladí. Así lo consideran en múltiples ámbitos y entre grupos divergentes. Lo mismo lo ha analizado la filósofa Simone Weil, que lo utilizan como argumento en la novela negra: “Todo seguía exactamente igual que antes. Y, aun así, todo había cambiado”, pone en el cerebro de Jessie -su personaje disfuncional- Camila Läckberg.
Después de haber quedado demostrada la relación familiar entre el juez Delgadillo Padierna y su tía Lola, lo que se resuelva como desenlace del juicio jurisdiccional a Rosario Robles, estará alimentado desde el sentimiento de la sociedad mostrado en las redes sociales, más que en los medios de difusión y en las pruebas legales.
Lo cierto es -resulta imposible negarlo- que el combate a la corrupción es un asunto político que atañe a la gobernabilidad y es piedra de toque de un anhelado cambio de régimen. Sólo sobre la transparencia puede hacerse la reforma del Estado, para modificar el modelo político, padre vivo de esa corrupción que, como lo afirmó Miguel de la Madrid a Carmen Aristegui, es garantía de continuidad, permanencia y gobernabilidad.
Por lo anterior llaman la atención las reflexiones que sobre el tema hizo, en su momento, el senador Ricardo Monreal: “Sería lamentable y alarmante que la resolución judicial para otorgar una suspensión provisional ante una posible orden de aprehensión contra Rosario Robles, se haya conducido por circunstancias de índole político o de interés particular.
“Recordó, en entrevista, que, desde septiembre de 2018, cuando inició esta Legislatura, solicitó la comparecencia de Rosario Robles para explicar el supuesto desvío de 708 millones de pesos en la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, derivado de la investigación llamada La Estafa Maestra.
“El legislador también rechazó que las investigaciones contra Emilio Lozoya, Juan Collado y ahora el líder petrolero, Carlos Romero Deschamps, sean una persecución política. En este gobierno no habrá ni perseguidos, ni presos políticos, sino la aplicación de la ley, sin excepción.
“Monreal Ávila indicó que a todos los que resulten implicados en posibles casos de corrupción, se les deben garantizar los principios fundamentales de presunción de inocencia y de debido proceso.
“Destacó que, en la nueva administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no se tiene injerencia sobre la toma de decisiones en la Fiscalía General de la República, ni en la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.
El sainete apenas inicia, pero nació atrapado en el juicio de las redes sociales. Atestiguaremos cuál es el troleo ganador, por encima de los buenos propósitos de Ricardo Monreal Ávila.
@OrtegaGregorio