La policía de Hong Kong dispara gas lacrimógeno en la mayor protesta desde el inicio del confinamiento

Foto: @rachel_cheung1

Por James Pomfret y Jessie Pang

HONG KONG, 24 may (Reuters) – La policía de Hong Kong disparó gas lacrimógeno y gas pimienta para dispersar a las miles de personas que protestaban el domingo contra el plan de Pekín de imponer sus leyes de seguridad nacional en el territorio, la mayor concentración pública en la ciudad desde que comenzara el confinamiento por causa de la COVID-19.

Los manifestantes se concentraron en el bullicioso distrito comercial de Causeway Bay, donde corearon consignas como “la revolución de nuestro tiempo: liberemos Hong Kong”, “lucha por la libertad, mantente con Hong Kong” y “la independencia de Hong Kong, la única salida”.

Se trata de la primera protesta desde que Pekín propusiera el jueves su legislación de seguridad nacional y supone un nuevo reto para el presidente chino, Xi Jinping, en su intento de domar la oposición pública al creciente control de China sobre el centro financiero mundial.

Las manifestaciones surgen a raíz de la preocupación sobre el destino de la fórmula “un país, dos sistemas” que ha regido en Hong Kong desde el regreso de la antigua colonia británica al dominio chino en 1997. El acuerdo garantiza a la ciudad amplias libertades de las que no se disfruta en el continente, entre ellas libertad la de prensa y la independencia del poder judicial.

La manifestación del domingo se organizó inicialmente en contra de un controvertido proyecto de ley sobre el himno nacional, que se someterá a una segunda lectura en el órgano legislativo de la ciudad el miércoles. Las leyes de seguridad nacional propuestas provocaron nuevas convocatorias para que más gente saliera a las calles.

El Gobierno de la ciudad trató de tranquilizar el domingo a la ciudadanía y a los inversores extranjeros sobre unas duras leyes de seguridad que inquietaron a los mercados financieros y provocaron una rápida reprimenda de los Estados extranjeros, los grupos internacionales de derechos humanos y algunos grupos de presión empresarial.

La policía llevó a cabo operaciones de detención y registro en Causeway Bay y advirtió a la gente más de ocho veces en contra de la infracción de las restricciones sobre las concentraciones públicas, impuestas para frenar la propagación del coronavirus.

Finalmente dispararon gas lacrimógeno y gas pimienta para dispersar a las multitudes, dando lugar a escenas de caos que trajeron recuerdos de las a violentas protestas antigubernamentales que agitaron la ciudad el año pasado y que sacaron a las calles a hasta dos millones de personas. Algunos manifestantes trataron de bloquear las carreteras.

“Me preocupa que después de la aplicación de la ley de seguridad nacional, que vayan a por quienes fueron acusados con anterioridad y que la policía se descontrole aún más”, dijo Twinnie, una estudiante de secundaria de 16 años que se negó a dar su apellido. “Tengo miedo de ser arrestada, pero todavía tengo que salir y protestar por el futuro de Hong Kong”.

China ha desestimado las protestas de otros países que consideran la legislación propuesta una “intromisión”, diciendo que son necesarias y no dañarán la autonomía de Hong Kong o la de los inversores extranjeros.

“Estas afirmaciones radicales y la violencia ilegal son extremadamente preocupantes”, dijo el secretario principal Matthew Cheung en una entrada publicada en un blog, refiriéndose a la reacción contraria a las leyes propuestas, así como a las protestas antigubernamentales que asolaron la ciudad durante meses a partir de junio del año pasado.

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