La violenta campaña en México da paso a un tenso período de reflexión
Por Eduard Ribas i Admetlla
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 03 de junio de 2021.- La campaña electoral de los comicios más grandes de la historia de México, considerada también la más violenta, dio paso en el primer minuto de este jueves a un tenso período de reflexión de tres días durante el que partidos y autoridades tienen prohibido hacer proselitismo.
«Han acabado las campañas electorales. A partir de este momento queda prohibida la difusión de encuestas, propaganda electoral o actos proselitistas de toda índole», declaró en redes el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, de cara a los comicios del próximo domingo.
El alto funcionario electoral hizo además un «respetuoso llamado a todas y todos a respetar la jornada de reflexión», tras una campaña muy polarizada.
Y es que es mucho lo que está en juego el domingo, ya que nunca antes se habían disputado tantos cargos a la vez, pues se renovarán la Cámara de Diputados, 15 de 32 gobernadores, 30 congresos locales y miles de ayuntamientos.
LÓPEZ OBRADOR ACATA LA VEDA
Tras haber sido apercibido varias veces durante la campaña por hacer proselitismo cuando la ley de lo impide, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, optó finalmente este jueves por la cautela.
El mandatario, que mantiene una fuerte disputa con el INE, aseguró que acatará el fallo del instituto electoral que este miércoles le ordenó retirar de las redes sociales los videos de tres ruedas de prensa en las que se inmiscuyó en las elecciones estatales de Nuevo León.
«Yo considero que nosotros informamos, no hacemos propaganda y la Constitución nos protege, pero si ellos tienen una interpretación distinta y han tomado una decisión, nosotros vamos a respetar», dijo.
Asimismo, López Obrador anunció que el domingo votará en un colegio electoral frente al Palacio Nacional y abrió la puerta a hacer cambios en su gabinete tras las elecciones, puesto que las intermedias «siempre son un antes y un después».
Paralelamente, el Gobierno hizo un llamado a las iglesias a respetar la veda electoral, luego de que un pastor evangélico de la Luz del Mundo llamara durante un servicio religioso a votar a favor del oficialismo.
LA CAMPAÑA MÁS VIOLENTA
Al terminar la campaña, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, encargada de la política interna, dijo que quedan «tres días de reflexión para ir a votar el domingo con libertad, tranquilidad y seguridad» y aseguró que el Gobierno trabaja para «la paz en democracia».
Lo cierto es que a pesar del plan de protección de candidatos presentado por el Gobierno federal semanas atrás, esta se ha convertida en la campaña más violenta en cuanto a número de agresiones.
Según datos de la consultora Etellekt, desde el inicio del proceso electoral el pasado septiembre, se han registrado 782 agresiones contra políticos, como palizas, secuestros o amenazas, un dato superior a las 774 del proceso de las elecciones presidenciales y locales de 2018.
Además, la campaña deja 89 políticos asesinados, 35 de ellos aspirantes o candidatos, si bien no se superaron los 152 asesinatos de 2018.
La misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) expresó la semana pasada su «profunda preocupación» de que la violencia electoral ponga en riesgo la jornada electoral.
Pero López Obrador dijo este jueves que «hay normalidad política» en México y que «no hay nada que temer».
EL OFICIALISMO PARTE COMO FAVORITO
Desde este jueves ya no se pueden publicar encuestas, aunque los sondeos hechos durante la campaña dejan como claro favorito al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador.
La alianza «Juntos Haremos Historia», de Morena y sus partidos satélite, conservaría la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y ganaría la mitad de los estados en juego, como Guerrero y Michoacán.
«Después de semanas de ajetreo recorriendo el país, una pausa para un cafecito caliente y dulce como la victoria que se avecina», dijo en redes el presidente de Morena, Mario Delgado.
A pesar del llamado al voto útil, la inédita coalición opositora «Va por México», del derechista Partido Acción Nacional (PAN), el exgobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quedaría lejos de la mayoría en la Cámara Baja.
Pero sí podría retener estados tradicionalmente conservadores como Chihuahua y Querétaro.
Los sondeos perfilan al liberal Movimiento Ciudadano (MC), no aliado en ninguna coalición, como un partido bisagra en el Parlamento, además de que podría ganar la joya de la corona: el industrializado estado de Nuevo León.