Lo único seguro del programa Sendero Seguro es que te asalten: alumnos

Foto: Alejandro Meléndez

Por Luis Carlos Rodríguez

Notimex. Ciudad de México. 04 de mayo de 2019.- Ni las autoridades de la Ciudad de México ni las de la UNAM han logrado que los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente se sientan a salvo a pesar del programa Sendero Seguro, pues en los pasados ocho meses se han registrado los asesinatos de tres alumnas.

Miranda, de 18 años, fue secuestrada a la salida de la institución el 20 de agosto de 2018 y aunque sus padres recibieron una llamada pidiendo cinco millones de pesos para liberarla su cadáver calcinado fue encontrado al día siguiente.

Por su parte Jenifer, de 16 años, desapareció el 20 de marzo de este año y su cuerpo fue encontrado seis días después.

El lunes pasado una estudiante de 18 años llamada Aideé murió al recibir un balazo cuando estaba dentro de un salón de clases.

Apenas en febrero pasado la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el rector de la UNAM, Enrique Graue, anunciaron el reforzamiento del programa Senderos Seguros en Ciudad Universitaria y en diversos planteles de esa institución.

“Es una burla decir que hay un programa llamado Sendero Seguro en el plantel. Aquí lo único seguro es que saliendo te asalten”, aseguró María Hernández, estudiante de sexto semestre quien, al igual que varios de sus compañeros, lamentó la situación de inseguridad que sufren en los alrededores del centro educativo.

Álex sufrió un asalto el mes pasado a dos calles de la escuela, Valentín perdió hasta su chamarra cerca de la estación El Rodeo del Metrobús y Ángela logró escapar de tres hombres que intentaron subirla a un automóvil.

“Bajé de mi autobús (RTP), crucé un puente y empecé a caminar para llegar a la parada de la combi, había menos luz de lo habitual y no pasaba la combi por lo que decidí caminar. En eso veo de reojo que me empezaba a seguir un auto, iba un poco lento y alcancé a ver que iban tres tipos adentro.

“De pronto escuché que dijeron ‘agárrala’ y tomaron mi brazo, entré en pánico y lo golpeé (al hombre que intentó subirla al auto), le di una patada y hasta lo rasguñé y me eché a correr. Me metí a una calle donde no pasan coches, esperé un poco y volví a correr hacia mi casa. Era la segunda vez que me pasaba algo así”, recordó Ángela, alumna de cuarto semestre del CCH Oriente.

El plantel está rodeado de colonias consideradas peligrosas por los estudiantes y donde, aseguran, se trafican drogas, desmantelan autos robados y es usual la presencia de delincuentes armados.

Algunas de ellas son Ejército Constitucionalista, Renovación, Rodeo, Santa María Aztahuacán y Agrícola Oriental.

Irónicamente, a 200 metros del CCH Oriente se encuentran instalaciones de la Secretaría de Marina, pero incluso frente a este edificio los alumnos aseguran haber sufrido asaltos sin recibir ayuda de policías de la ciudad o de Auxilio UNAM.

“Íbamos en el CCH Bus, ya estábamos frente al estacionamiento de alumnos y se subieron tres tipos armados a asaltar el autobús. Nos quitaron carteras y celulares y luego se bajaron y corrieron a las unidades que están junto a CCH en la colonia Ejército Constitucionalista”, cuenta Daniel, quien perdió la cartera y el teléfono.

A Valentín Almazán, de cuarto semestre, le fue peor: “Iba bajando del Metrobús en la estación El Rodeo, eran como las nueve de la noche y estaba muy obscuro; se acercaron dos tipos, cada uno de ellos con una pistola, me quitaron mi celular, mi mochila y hasta mi chamarra”.

El descontento se agudizó y el viernes se realizó una manifestación por segundo día consecutivo en contra de los feminicidios de Lesvy, Jenifer, Miranda y ahora también Aidée.

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