EFE. Ciudad de México. 11 de febrero de 2022.- México y España tienen una potente relación económica desde hace décadas, amenazada ahora por los continuos ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario desató de nuevo esta semana las alarmas al referirse a una «pausa» en las relaciones con España y sus empresas.
Y aunque después matizó sus palabras y descartó una «ruptura», se ha generado un gran incertidumbre y confusión acerca del significado de lo dicho, dada la trascendencia de los intercambios comerciales bilaterales.
Estas son las principales claves económicas entre ambas naciones.
UN POCO DE HISTORIA
Aunque la relación comercial se remonta al siglo XVI, con el arribo del conquistador Hernán Cortés, los expertos identifican al menos tres momentos clave en las relaciones comerciales bilaterales.
De acuerdo con la Cámara Española de Comercio (Camescom) en México, fundada hace 131 años, a finales del siglo XIX llegaron a México migrantes del norte de España, que empezaron a abrir sus negocios.
Y durante la Guerra Civil (1936-1939) y la posterior dictadura franquista se produjo el exilio de miles de españoles hacia México.
Finalmente, a finales del siglo XX, y coincidiendo con un «boom» económico, las firmas españolas empezaron a internacionalizarse y, muchas de ellas, eligieron a México como puerta de entrada a América Latina.
Del lado mexicano, la presencia en España se ha fortalecido sobre todo en la última década con la llegada de empresas aprovechando la crisis económica del 2008 y las oportunidades de mercado surgidas.
EMPRESAS E INVERSIONES
De acuerdo con datos de la Cámara Española de Comercio en México (Camescom), el país cuenta con alrededor de 6.500 empresas con capital español.
España es el segundo inversor extranjero en México con 76.000 millones de dólares acumulados hasta el cierre del tercer trimestre de 2021, lo que representa el 12 % de la inversión extranjera directa (IED) de México.
Y como ejemplo de esta fortaleza, mientras que en 2020 la IED global hacia México cayó un 19 %, la española solamente disminuyó un 1 % pese a la pandemia.
UN COMERCIO BILATERAL
Según datos de ICEX España Exportación e Inversiones, España exportó a México 4.196 millones de euros (4.786 millones de dólares) en 2019, antes de la pandemia, y 3.215 millones de euros (3.667 millones de dólares) en 2020.
Mientras que importó productos mexicanos por valor de 4.608 millones de euros en 2019 (5.256 millones de dólares) y 3.458 millones de euros en 2020 (3.944 millones de dólares).
España vende a México maquinaria tecnológica, automóviles y aparatos electrónicos, entre otros productos.
En tanto, México exporta a España automóviles, aparatos ópticos, maquinaria e incluso alimentos, entre otras mercancías.
Pese a que el volumen de negocio es sustancial es todavía muy pequeño si se compara con el total de más de 900.000 millones de dólares de intercambio comercial en México -tanto en importaciones como en exportaciones- en su gran mayoría hacia o desde Estados Unidos.
PRINCIPALES EMPRESAS
Importantes multinacionales de origen español de distintos sectores como el financiero (BBVA, Santander, Sabadell), el hotelero (Riu, Barceló, NH), el energético (Iberdrola, Naturgy, Acciona), de infraestructura (OHL, FCC) o de telecomunicaciones (Movistar) llevan años en México.
Prácticamente en todos los sectores hay compañías de origen español y antes de la pandemia hubo una proliferación de empresas emergentes de origen español.
En España, tienen negocios importantes firmas como Petróleos Mexicanos (Pemex), el consorcio cementero Cemex, la panificadora Bimbo o el magnate Carlos Slim, con una importante participación de la constructora FCC, entre otros.
¿QUÉ DENUNCIA LÓPEZ OBRADOR?
Defensor de la «soberanía» nacional y partidario de «desterrar» la corrupción, López Obrador ha utilizado escándalos como el que involucró a la constructora OHL en México (hoy llamada Aleatica) en gobiernos anteriores para defender su proyecto de país.
En meses pasados, el mandatario ha llegado a acusar a empresas energéticas de llevar a cabo una «segunda conquista» española de México, atacando prácticamente a diario a varias empresas del país.
«A mí no me paga Repsol», llegó a decir el presidente en un acto público en octubre de 2020.
¿POR QUÉ PREOCUPA LA REFORMA ENERGÉTICA?
Tras varios intentos fallidos por cambiar la ley, López Obrador impulsa una iniciativa de reforma constitucional en el sector eléctrico que busca limitar al 46 % la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado.
Según el Gobierno mexicano, actualmente el 62 % de los generadores son privados y el 32 % de la CFE.
Y aunque el Gobierno ha asegurado que no expropiará, revertir el porcentaje genera enorme incertidumbre en el sector privado, que además ha padecido ya la falta de renovación de algunos permisos, como recientemente el de una planta de Iberdrola -una de las empresas más atacadas por el presidente- en Nuevo León, así como la apertura de procesos administrativos.