México no recibirá a menores con pedidos de asilo en Estados Unidos
Foto: Alejandro Meléndez
AP. Ciudad de México. 29 de enero de 2019.- México no aceptará a migrantes menores de 18 años que con solicitudes de asilo pendientes en Estados Unidos, dijo el lunes en jefe de la agencia migratoria mexicana.
El comisionado del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén, señaló que la política de retornos se aplicará a un único paso fronterizo, el de El Chaparral en Tijuana.
Las autoridades mexicanas habían dicho que Estados Unidos expresó su interés por ampliar la política “Permanecer en México” a otros cruces, pero Guillén dijo que el país solo aceptará a solicitantes de asilo de entre 18 y 60 años en El Chaparral.
El gobierno azteca aceptará solo la devolución de migrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras, a los que concederá visas de cuatro meses.
Desde el 1 de diciembre, México entregó 3.983 visas de tránsito a centroamericanos, de los cuales la mayoría espera llegar a Estados Unidos, señaló Guillen. El gobierno ampliará además otros programas de permisos de trabajo a más estados y naciones centroamericanas.
Estaba previsto que el programa «Permanecer en México» comenzase la semana pasada con la deportación de alrededor de 20 migrantes a Tijuana.
Las autoridades estadounidenses planean trasladar a los solicitantes de asilo en autobuses desde la frontera para las vistas judiciales en San Diego, incluyendo su primera comparecencia en el plazo de 45 días.
Estados Unidos registró un incremento de las peticiones de asilo, principalmente de familias procedentes de América Central. Debido al límite judicial de 20 días en la detención de menores, las familias suelen quedar en libertad con un aviso para presentarse ante el tribunal de inmigración. Con un atraso de más de 800.000 casos, la resolución de los pedidos puede demorarse años.
La política de Washington buscaría reducir los incentivos para que los migrantes soliciten asilo en el país con la idea de que quedarán libres y podrán pasar varios años allí aunque sus pedidos sean rechazados.
Activistas migrantes temen que el programa dificulte que los solicitantes de asilo puedan defender sus casos con éxito.