Periodistas descubren que el cementerio clandestino en Veracruz ya fue excavado en 2017
Foto: Félix Márquez / AP
Por Félix Márquez
AP. Arbolillo, Veracruz. 08 de septiembre de 2018.- Un día después de que las autoridades anunciaron el hallazgo de un cementerio clandestino en el estado de Veracruz con los restos de al menos 166 personas, periodistas que visitaron el lugar descubrieron que se trata de la misma zona en la que se localizaron 47 cráneos en 2017.
Las autoridades trabajaron 30 días en el sitio y hallaron 166 cráneos en 32 puntos, indicó el jueves el fiscal del estado, Jorge Winckler. La fiscalía elevó la cifra a 174 cráneos el viernes en la noche.
Los enterramientos tenían “al menos dos años de antigüedad”, dijo Winckler, agregando que no podía dar a conocer el lugar exacto del hallazgo “por razones de seguridad”. Sin embargo, no hizo ninguna mención a que en el mismo sitio se encontraron cuerpos hace año y medio.
Un fotógrafo de The Associated Press que se acercó al cementerio clandestino el viernes junto con otros periodistas pudo acceder sin ningún problema porque nadie lo resguardaba ni estaba acordonado. De repente se encontraron en medio de las excavaciones.
Entre 40 y 50 personas trabajaban activamente en las fosas, poniendo algunos restos sobre sábanas blancas y otros en bolsas de plástico rojas. El perímetro de algunos enterramientos todavía sin abrir estaba marcado con cuerdas y palos. Plásticos negros resguardaban algunos lugares de la lluvia.
El área está en una pequeña barra de tierra entre el Golfo de México y la laguna de Alvarado, 60 kilómetros al sureste del puerto de Veracruz. La comunidad más cercana es un diminuto pueblo de pescadores llamado Arbolillo, en el municipio de Alvarado.
Para acceder al lugar es necesario caminar 20 minutos entre vegetación tropical y manglares hasta un terreno cubierto de palmas en el que están las fosas. Quienes enterraron ahí a esas personas posiblemente llegaron en bote.
En marzo de 2017, días antes de que el propio Winckler anunciara el descubrimiento de los 47 cráneos en ocho fosas de ese lugar, se había dado a conocer que el cementerio clandestino de Colinas de Santa Fe, cerca del puerto de Veracruz, contenía los restos de más de 250 personas. Se convertía así en el más grande de un estado marcado por una intensa actividad de diversos grupos del crimen organizado desde hace años.
«Hay muchos municipios donde hay fosas que se han encontrado», reconoció entonces el fiscal. «Hay fosas que no se están trabajando porque no tenemos en dónde acomodar los restos que se pudieran extraer».
No queda claro si ése fue el motivo por el que no se siguió excavando y solo se regresó a Arbolillo hace un mes, cuando una persona les avisó a las autoridades que cientos podrían estar enterrados ahí.
The Associated Press solicitó un comentario a la fiscalía estatal pero no recibió respuesta inmediata.
Junto a los restos humanos de los que se informó el jueves se localizaron más de 200 prendas de vestir, 114 identificaciones y diversos accesorios personales cuyas fotografías se han puesto a disposición de los familiares. Éstos comenzaron a llegar a las instalaciones de los servicios periciales el viernes en la tarde para ver si reconocían algo que pudiera pertenecer a sus parientes con el fin de comenzar los procesos de identificación.
Tras el anuncio de la fiscalía de Veracruz, que generó algunas suspicacias en ciertos grupos de familiares de desaparecidos porque no habían sido informados previamente ni habían podido participar en los trabajos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos elevó el viernes a 696 el número de cuerpos hallados en fosas clandestinas en todo el país desde principios de 2017.
La entidad indicó que en este periodo se han encontrado 163 fosas de este tipo, mayormente en estados como Veracruz, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas y Jalisco, y que su mera existencia muestra la falta de respuesta de las autoridades para con las víctimas. El gobierno tiene registradas a más de 35.000 personas desaparecidas.
Según la Comisión, entre 2007 y 2016 fueron hallados 3.230 cadáveres en fosas clandestinas. Estas aparecieron sobre todo a partir de 2011, cuando la guerra contra el crimen organizado lanzada por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) estaba en su punto más álgido. Ese año se localizaron 236 cuerpos en el estado de Durango, en el centro-norte del país, y 193 en Tamaulipas, en el noreste. Posteriormente el hallazgo de enterramientos ilegales a lo largo y ancho de la república no ha cesado.
Después de que los periodistas caminaran por el lugar el viernes, las autoridades optaron por sacarlos y acordonar la zona.