Pronunciamiento del Colectivo Familias Desaparecidos Orizaba Córdoba, en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada
Caminata Pacífica "Heridad"
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 30 de agosto de 2023.- Aquí estamos otra vez. Venimos a marchar y a gritar para decirle a la sociedad y a las autoridades que seguimos incompletos. Venimos a mostrar nuestras heridas. Venimos a demostrar que, aunque por momentos parece que ya no podemos más, siempre sacamos fuerzas desde el amor y el anhelo de encontrar a nuestros seres queridos.
En este Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, venimos a recordar la deuda que las autoridades tienen con nosotros, tanto las que ya no están en el poder, como las que actualmente ostentan cargos públicos y que parecen evadir esta horrenda realidad. Nosotros no olvidamos y no queremos que las autoridades olviden. Queremos que entiendan que los desaparecidos no son sólo cifras que se pueden actualizar o “maquillar”; al contrario, son vidas, son familias, son historias que se han multiplicado por miles en todo México.
Nosotros adquirimos esta tarea: hacer siempre visibles y presentes a nuestros desaparecidos. Dicen que el tiempo lo cura todo, pero no es así, nosotros tenemos heridas que no sanan. El tiempo no cura el dolor que deja la desaparición de un ser amado. Ese dolor permanece y el paso de los años, lo único que hace, es que llegue la desesperación por no saber dónde están.
Tampoco olvidamos… ¿Cómo pueden pedirle a una madre que olvide a su hijo? ¿Cómo es posible seguir la vida sin saber dónde están? ¿Cómo olvidar que personas desalmadas se los llevaron o que pareciera que se esfumaron?
Vivimos en un país donde el tema de desapariciones parece ser poco importante para las autoridades de alto nivel, donde las familias somos quienes deben organizarse para poder hacer una búsqueda incansable y poder encontrar a todos los que nos faltan. Las heridas duelen y empujan. Aún con el dolor a cuestas, familiares de los desaparecidos hemos tenido que tomar la iniciativa en muchos casos para que no sean olvidados.
Algunos quisieran sepultar la verdad, les causamos molestia porque exigimos que hagan su trabajo; porque hacemos notar que hay un problema; porque difundimos que muchas de las desapariciones son perpetradas por las mismas autoridades o elementos policiacos. Somos molestos porque buscamos verdad y justicia.
Quisieran sacudirnos como una piedra en el zapato, pero aquí seguiremos sin claudicar. La herida que tenemos nos lastima todos los días, pero ese dolor nos ha enseñado a luchar, a levantar la voz a que la gente se entere que esta pesadilla nos puede pasar a todos.
A veces pareciera que nosotros y nuestra lucha somos invisibles, la sociedad se ha acostumbrado a ver. Necesitamos que la sociedad deje de ser indolente ante esta crisis de seguridad, que dejen de criminalizar a todos los desaparecidos y que sean empáticos con la causa. Es una tarea difícil, pero estamos dispuestos a seguir luchando para lograrlo.
No somos invisibles, somos invencibles. Estamos en un momento histórico en el que las desapariciones ocurren todos los días y hoy salimos nuevamente a gritar nuestro dolor, recorremos las calles llenos de esperanza. Queremos a todos de vuelta, los queremos en casa, porque un “Día de los desaparecidos” no sirve si las autoridades no buscan, si no se hace justicia, si no dan a las familias un poco de paz. Porque los desaparecidos no se esfuman, deben estar en algún lugar, vivos o muertos, pero están, y deben ser buscados ¡hasta encontrarlos!
Nadie tiene el derecho de desaparecer a nadie y reiteramos, ¡no somos invisibles, somos invencibles! PORQUE LA LUCHA POR UN HIJO NO TERMINA Y UNA MADRE NUNCA OLVIDA! ¡HASTA ENCONTRARLOS!