AP. París, Francia. 23 de abril de 2022.- Llegó el momento crucial para que los votantes franceses decidan si quieren reelegir al presidente Emmanuel Macron, un centroderechista, o cambiarlo por la nacionalista de ultraderecha Marine Le Pen en los comicios del domingo. Entre otras cosas, está en juego la política exterior, en momentos en que una guerra arrasa el este de Europa y la inflación golpea a una de las economías más grandes del mundo.
Este es un vistazo a sus principales propuestas.
UCRANIA
Macron ha cumplido un papel protagónico en las conversaciones internacionales de apoyo a Ucrania y en la imposición de sanciones a Rusia. Su prominencia en la escena internacional le dio una ventaja inicial en las encuestas, pero le restó efectividad en la campaña. Ha destacado la importancia de la unidad europea, diciendo que la elección constituye un “referendo sobre Europa” y asegura que su rival quiere iniciar, de hecho, su salida de la Unión Europea.
Le Pen desde hace años cultiva lazos con Moscú, ha recibido un préstamo de 9 millones de euros de un banco ruso y se reunió con el presidente Vladímir Putin en 2017. Ha dicho que la invasión rusa de Ucrania modificó “parcialmente” sus posiciones sobre Putin, declarando que ella estaba “equivocada” y que la invasión era “inaceptable”. Dice que apoya al pueblo ucraniano y que se debe recibir a los refugiados.
Le Pen es escéptica acerca del envío de armas a Ucrania y se opone a las sanciones que afecten el petróleo y el gas. Quiere que Francia permanezca en la OTAN, aunque con un papel reducido. Ya no llama a un referendo sobre la permanencia en la UE o el abandono del euro.
ECONOMÍA
Como economista y exbanquero, Macron ha impulsado las empresas nuevas y promete un “empleo pleno”. La tasa de desempleo bajó durante su quinquenio 2017-2022 a su nivel más bajo en 20 años. Algunos votantes lo llaman el “presidente para los ricos” por abolir un impuesto sobre la riqueza y por algunas declaraciones que ha hecho sobre los pobres.
Propone elevar progresivamente la edad de jubilación de 62 a 65 años, elevar la pensión mensual mínima y los salarios de los docentes. Quiere que las empresas den a los empleados una bonificación no gravada fiscalmente de hasta 6.000 euros y ha gastado miles de millones para contener las tarifas de energía.
El mensaje de Le Pen sobre la inflación y sus promesas de reducir los impuestos sobre la energía y los bienes de primera necesidad han repercutido en la clase trabajadora. Quiere mantener la edad mínima de retiro en 62 años y en 60 años para los que empezaron a trabajar a los 20.
Le Pen quiere elevar la pensión mínima y eliminar el impuesto sobre los ingresos de los menores de 30 años; que las empresas eleven los salarios en 10% y aumentar los salarios docentes en los próximos cinco años. Dice que puede financiarlo mediante recortes a la “inmigración masiva”.
CAMBIO CLIMÁTICO
Las credenciales verdes de Macron son mixtas, aunque promovió la consigna “Devolver la grandeza al planeta”, un lema similar al eslogan de la campaña de Donald Trump de “Make America Great Again” (“Devolvamos la grandeza a Estados Unidos”). Capituló frente a los “chalecos amarillos” al desistir de un aumento del impuesto sobre los combustibles. Promete construir una nueva generación de reactores nucleares y desarrollar granjas de energía solar y eólica en el mar. Dice que su próximo primer ministro estará a cargo de la planificación ambiental, para que Francia avance hacia el objetivo de ser neutral en las emisiones de carbono para 2050. Promete más trasporte público para que la gente deje de depender de los autos.
Le Pen ha ganado apoyo en las zonas rurales con la promesa de desmantelar las granjas eólicas e invertir en energía nuclear e hidroeléctrica. Anularía los subsidios a las fuentes renovables. Quiere obligar a las escuelas a servir productos agrícolas franceses en sus comedores en lugar de alimentos importados.
INMIGRACIÓN
Este ha sido el pilar del partido de Le Pen desde hace décadas. Propone poner fin a las políticas de reunificación familiar, limitar los beneficios sociales a los franceses y deportar a los extranjeros que no tienen trabajo durante más de un año, así como a los que entraron ilegalmente. El plan de dar “preferencia nacional” a los ciudadanos franceses en materia de empleo, beneficios, bienestar social y vivienda podría violar la ley de la UE y causar problemas en Bruselas.
Macron ha endurecido su posición para atraer los votos de la derecha. Impulsa reforzar las fronteras externas de la zona europea libre de pasaportes y crear una nueva fuerza policial para reforzar el control de las fronteras nacionales. Promete acelerar el procesamiento de los pedidos de asilo y residencia y deportar a las personas que no son elegibles.
OTROS ASUNTOS
Le Pen quiere dar a los ciudadanos una voz directa en las leyes, permitiéndoles proponer referendos si obtienen 600.000 firmas para respaldarlos. Esto requeriría modificar la constitución y fue un reclamo de los chalecos amarillos.
Una de las propuestas más controvertidas de Le Pen es un proyecto de ley que prohibiría el uso del velo musulmán en lugares públicos. Lo considera un “uniforme islamista” que difunde una visión radical de la religión. Macron es un firme defensor del secularismo francés, pero advierte que la prohibición podría conducir a la “guerra civil”. Francia tiene la población musulmana más grande de Europa occidental y el voto del sector podría inclinar la elección.