¿Sabes por qué Beryl es un huracán y no ciclón o tifón?

Por Cristina Rubio

AMEXI. Miami, Estados Unidos.  04 de julio de 2024.- El poderoso huracán Beryl golpeó este miércoles Jamaica con lluvias torrenciales y vientos de hasta 220 kilómetros por hora, pero  ¿sabes por qué se definió a este fenómeno natural como un huracán? o ¿por qué se clasificó como categoría 5?.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informó que hasta las 22­:00 horas locales de este miércoles (03:00 GMT), el centro de Beryl se ubicaba a unos 18.0 grados (°) latitud norte y 79.2 ° longitud oeste, moviéndose de oeste a noroeste a una velocidad de 33 km/h.

Los máximos vientos sostenidos de Beryl se mantienen cerca de 215 km/h, con lo que se permanece  como un huracán categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, en su paso por Jamaica y su avance hacia las Islas Caimán, a dónde se prevé llegue durante la madrugada del jueves.

«Se pronostica que en uno o dos días Beryl estará en o cerca de su punto máximo de intensidad de huracán mientras pasa por las Islas Caimán… aunque se prevé que Beryl se mantenga como un huracán hasta que toque tierra en la Península de Yucatán (sur de México)», destacó el organismo con sede en Miami.

El NHC, encargado de predecir y monitorear el comportamiento de depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes, ciclones y tifones en el mundo, clasificó a Beryl como un huracán categoría 5 en Saffir-Simpson, el primero en alzar en máximo nivel de dicha escala, durante la actual temporada de tormentas de este 2024, pero de nuevo ¿por qué es un huracán y por qué se le da esa categoría?

De acuerdo con su definición oficial un huracán, un ciclón y un tifón son prácticamente lo mismo: una tormenta tropical que alcanza su potencia máxima con vientos superiores a los 249 km/h, como es el caso de Beryl, sin embargo, su denominación depende de su lugar de origen.

Los huracanes se producen en el océano Atlántico Norte y el noreste del Pacífico y por los regular suelen afectar la costa este de los Estados Unidos y todo el Caribe, mientras que los tifones surgen en el noroeste del Pacífico y afectan principalmente a Filipinas y Japón, y los ciclones en se producen en el Pacífico Sur y el océano Índico y suelen afectar una vasta zona desde Australia hasta Mozambique.

La fuerza de cualquiera de las tres tormentas se mide por la escala de velocidad de sus vientos, que va del 1 al 5 en la escala de Saffir-Simpson. Una tormenta de categoría 1, por ejemplo, traerá consigo vientos sostenidos entre los 119 a 153 km/h, mientras que una de categoría 5 puede superar los 252 km/h.

Una tormenta categoría 1, representa cierto riesgo para las personas, ganado, y mascotas pueden sufrir lesiones o muertes al ser golpeados por la caída de objetos o escombros que salgan volando, las construcciones de madera pueden sufrir daños en los tejados, mientras que los construcciones sólidas y rascacielos podrían sufrir roturas de ventanas y vidrios, y tal vez, se pueden generar apagones por daños a las líneas de energía eléctrica.

En la categoría 2, las tormentas registran vientos de entre los 154 y 177 km/h, los riesgos de lesiones a seres humanos o animales aumenta de manera considerable, dado que casas móviles o construcciones viejas tienen una alta probabilidad de sufrir daños y letreros espectaculares, poste de luz y árboles pueden ceder por la intensidad del viento.

En la fase 3 de la escala Saffir-Simpson, los vientos se ubican entre los 178 y 209 km/h,  los daños pueden ser devastadores por la caída de múltiples cosas, que incluso pueden poner en riesgo de muerte a cualquier persona o animal, mientras que la categoría 4 los daños pueden ser catastróficos, ya que los vientos alcanzan una velocidad de entre los 210 y los 249 km/h, capaces de causar daños a un alto porcentaje  de los pisos superiores de edificios.

En el máximo nivel, la categoría 5, las super-tormentas llevan consigo vientos sostenidos mayores a los  250 km/h, e incluso superar los 252 km/h, por lo que provocarán daños  materiales catastróficos, un número indeterminado de lesionados y muertos, ya que sin duda casas móviles y viejas quedaran destruidas por la potencia de los vientos.

Además, letreros comerciales, cercas y toldos serán destruidos, los árboles se quebrarán o serán arrancados de raíz, al igual que postes de energía eléctrica, lo que dejará incomunicadas a muchas comunidades, además de se registrará escasez de agua potable y alimentos.

Ante estas negativas previsiones de los daños que podría causar Beryl a su paso esta noche en Jamaica y durante la madrugada en las Islas Caimán, ahora solo queda esperar el amanecer para cuantificar la estela de destrucción y  el número de  vidas que pueda cobrar, antes de regresar al Pacífico y continuar su avance sin freno a las costas del caribe mexicano.

https://www.nhc.noaa.gov/text/refresh/MIATCPAT2+shtml/040232.shtml

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