AMEXI. Acapulco, México. 13 de octubre de 2024.- Lejos de confortar y dar aliento a los damnificados del Huracán John, la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Acapulco el pasado viernes, causó enojo y desconcierto, ya que la ayuda que prometió para todos los afectados, no es así, es decir, fue «una mentira».
«Todo parece indicar que los Servidores de la Nación tienen otros datos, ya que al preguntarles cuándo y cómo darán la ayuda anunciada aquí con bombo y platillos por la presidenta, nos dicen:»
«Si sus casas no sufrieron daños en su estructura, no vemos las marca de hasta donde llego el nivel del agua, ni sus muebles dañados o sufrieron la muerte de un familiar no habrá ningún apoyo», denunciaron habitantes de las colonias más afectadas por el paso del meteoro, en la zona Diamante.
Además, destacaron, como van a saber de daños estructurales de una vivienda si no son ingenieros, ni arquitectos, pues son simples empleados de oficina, que recibieron un curso intensivo unos días después que nos golpeó John, según nos revelaron ellos mismos.
Si los damnificados limpiaron sus casas y no hay marcas de inundación o tiraron los muebles dañados, no los censan
Por si fuera poco, comentó molesta la señora Ortiz de la colonia «La Poza», sólo traen 10 folios para censar igual número de casas en un lapso de cuatro horas diarias, ya que esas son las instrucciones que les dieron sus jefes, haga usted el favor, eso no se vale.
Al escuchar este testimonio, el señor Torres, cuya casa no fue censada a pesar de que sufrió daños, señaló: «Hasta donde llega la prepotencia de estos disque Servidores de la Nación, que me cuestionaron el por qué había limpiado mi casa y había tirado mis colchones y demás muebles, antes que me censaran».
«Encabronado les respondí que querían, que después de 15 días estuviera viviendo con lodo y con muebles mojados que ya no servían, a lo que me contestaron, que como no veían daños severos no censarían mi casa, ni me darían los famosos ocho mil pesos para terminar de limpiar mi casa».
Situación similar narró la familia Hernández, quienes si fueron cesados a regañadientes pero les dijeron que estuvieran pendientes en la página de la Secretaría del Bienestar para saber si mi censo por daños resultó sorteado o seleccionado para recibir la ayuda o, sea que «nos meterán a una tómbola a todos los damnificados para ayudarnos».
El enojo de los damnificados es tan grande, que algunos han pensado en Golpearlos
El señor Carlos Figueroa manifestó que si las casas no tienen una marca de cuando menos 30 centímetros que alcanzó el nivel de inundación, no darán ni un centavo, a pesar de que ya el tiempo, el calor y la limpieza que se hizo delas viviendas ya borraron cualquier marca.
«En verdad se los digo, dijeron AMEXI los inconformes, si siguen con esa actitud prepotente los Servidores de la Nación, los van a putear, la gente ya esta cansada, harta y encabronada de tantas mentiras, no jueguen con el dolor de la gente porque después no va a poder parar tanta inconformidad».
Llegan esos servidores a las colonias dañadas y todo los hacer rápido porque la gente al ver que no los van a censar ni ayudar, les gritan en su cara: «Si tu no lo vas a pagar, no vas a pagar la ayuda, la va a pagar el Gobierno», abundaron.
Ante esta situación la gente se prepara y organiza para dar la batalla en las calles de Acapulco, cuyos habitantes y turistas resienten ya los constantes bloqueos de vialidades.