Sureste de México necesita 17,000 millones de pesos para enfrentar crisis hídrica y cambio climático
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 06 de marzo de 2025.- El sureste de México requiere una inversión adicional de al menos 17,000 millones de pesos (835 millones de dólares) en los próximos cinco años para atender los impactos del cambio climático y la creciente crisis hídrica, según un análisis realizado por expertos mexicanos. El estudio, titulado ‘Retos y Oportunidades para la Seguridad Hídrica en el sureste de México: Chiapas, Tabasco y Veracruz’, fue elaborado por especialistas de la Red del Agua de la UNAM, el Centro Regional de Seguridad Hídrica bajo los Auspicios de la UNESCO y el Consejo Consultivo del Agua.
El análisis destaca que la región sureste, conformada por Veracruz, Chiapas y Tabasco, es una de las más ricas en términos hídricos y de biodiversidad en México. Alberga más de 30 ecosistemas, los tres ríos más caudalosos del país y es hogar de 16 millones de personas, contribuyendo con más del 8 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Sin embargo, factores como la variabilidad climática, la deforestación, el cambio de usos de suelo, el crecimiento poblacional desordenado, el desarrollo industrial y la agricultura extensiva han generado problemas de escasez, contaminación y acceso desigual al agua.
Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del Agua, señaló que «la región enfrenta altos riesgos hidrometeorológicos como inundaciones, sequías y erosión del suelo, debido a la falta de planificación e infraestructura adecuada, comprometiendo así la seguridad hídrica». Para abordar estos desafíos, el documento propone acciones basadas en los cuatro pilares de la seguridad hídrica: garantizar agua en cantidad y calidad adecuadas para las personas, los ecosistemas y las actividades productivas, así como fortalecer la resiliencia de las comunidades ante los efectos del cambio climático.
Fernando J. González Villarreal, coordinador técnico de la Red del Agua UNAM y director del Centro Regional de Seguridad Hídrica, recordó que desde el primer Plan Nacional Hídrico de 1975 se identificó una alta concentración de la infraestructura hidráulica y de las inversiones en agua y saneamiento en el centro y norte de México, dejando rezagada la región sureste. «Es necesario revertir esta tendencia y priorizar la inversión en el sureste», afirmó.
El análisis también identifica otros desafíos, como la falta de reconocimiento jurídico a las organizaciones comunitarias, la desactualización de las leyes locales, las escasas capacidades técnicas de las instituciones regionales y los bajos niveles de inversión en infraestructura hídrica. Esto ha derivado en niveles de servicio de agua y saneamiento hasta un 5 % por debajo del promedio nacional.
Jorge Alberto Arriaga Medina, coordinador ejecutivo de la Red del Agua UNAM, subrayó que para solucionar esta problemática es necesario incrementar de manera progresiva los recursos federales y estatales para el sector hídrico. Además, propuso revisar las tarifas en los organismos operadores para que reflejen los costos reales de la provisión del servicio y fortalecer los sistemas de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana para garantizar que las inversiones lleguen a su destino.
Otras propuestas prioritarias incluyen la mejora de los sistemas de alerta temprana para actuar en caso de inundaciones y una actualización y cumplimiento de los ordenamientos ecológicos y territoriales para evitar la ocupación de zonas inundables. «El sureste de México tiene un gran potencial, pero requiere inversión y planificación para garantizar su seguridad hídrica y resiliencia ante el cambio climático», concluyó Arriaga Medina.