Tras apagón y protestas, venezolanos salen a buscar víveres
Foto: Eduardo Verdugo / AP
Por Jorge Rueda
AP. Caracas, Venezuela. 10 de marzo de 2019.- Tras una noche de choques entre manifestantes y los cuerpos de seguridad, y en medio de un apagón a nivel nacional que suma más de 72 horas en muchas regiones, la capital venezolana amaneció el domingo con restos quemados de barricadas improvisadas en las principales avenidas.
Los pobladores intentan abastecerse de agua y alimentos realizando largos recorridos por la ciudad, esperanzados en encontrar algún comercio abierto. Varios hospitales han atendido a sus pacientes con la ayuda de generadores, pero algunos han tenido que operar sin luz.
Venezuela enfrenta el peor apagón de su historia desde el jueves en la tarde, que el presidente venezolano Nicolás Maduro atribuye a cinco ataques eléctricos, cibernéticos y «electromagnéticos» supuestamente orquestados por Estados Unidos.
El apagón afectó el complejo hidroeléctrico del Guri, que genera más del 60% de la electricidad que se consume en Venezuela. El gobernante denunció que se trató de un “ataque” que busca bloquear la recuperación de la energía en todo el país para desestabilizar su gobierno y justificar su derrocamiento.
Se implementó un plan de contingencia para garantizar el funcionamiento de las plantas eléctricas en los centros hospitalarios del país, informó el ministro de Salud, Carlos Alvarado.
En declaraciones difundidas por la televisión estatal, Alvarado indicó que a nivel nacional “más del 90% de nuestras plantas eléctricas arrancaron, por esta razón no tuvimos consecuencias mayores» en las unidades de terapia intensiva y de diálisis, entre otras áreas críticas de los hospitales.
Sin embargo, los adversarios del gobierno venezolano reportan al menos 17 fallecidos relacionados con el corte de energía.
El líder opositor Juan Guaidó _jefe de la Asamblea Nacional que el 23 de enero se declaró mandatario encargado del país en desafío a Maduro y es reconocido por unos cincuenta países_ indicó que debido al apagón en los hospitales hay “diecisiete muertos confirmados, 15 de ellos en Maturín», capital del estado oriental de Monagas.
Guaidó resaltó que podrían ser muchos más los fallecidos, de acuerdo con informes extraoficiales, y dijo que es muy difícil evaluar el impacto de los cortes de energía en los enfermos debido a la opacidad informativa que caracteriza al gobierno.
“La cifra es muy imprecisa en este momento», acotó Guaidó, citando los obstáculos contra legisladores, activistas de derechos humanos y equipos periodísticos que tratan de recopilar información en los hospitales.
Guaidó también adelantó que en una sesión de emergencia convocada para el lunes se evaluará la posibilidad de «decretar estado de alarma nacional» para atender la emergencia que se vive en el país, sin dar detalles.
La AP no pudo verificar la cifra de fallecidos dada en conjunto por Guaidó y Julio Castro, un médico que apoya a la oposición. Castro no suministro los detalles solicitados.
Los problemas de abastecimiento también se profundizan con el paso de las horas.
«Esta mañana salí a aventurar”, dijo Alexis Reynoso, un obrero de 46 años. “Apenas me dijeron que llegó la luz esta mañana en el este (de Caracas) salí a ver si podía comprar agua, comida; pero llevo dos horas dando vueltas y la mayoría (de los comercios) no abrieron y los pocos que abrieron solo aceptan efectivo o dólares, que no tengo».
Reynoso resaltó que los bancos sólo permiten retiros menores a 1.000 bolívares en efectivo, mientras que un galón de agua cuesta más de 10.000 bolívares. Los puntos para tarjetas de debido y de crédito no funcionan por el apagón.
Varios sectores de la capital y otros 22 estados del país aún se mantenían sin luz el domingo al mediodía. La falla también afectó el suministro de agua y provocó cortes en la internet e incluso en la telefonía fija, que normalmente no suele ser afectada por los apagones.
En tanto, la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) garantizó el suministro de combustibles en un mensaje publicado en Twitter.
«El suministro de gasolina y otros productos está garantizado» y «continúan las operaciones de producción y abastecimiento de combustible», señaló PDVSA, e informó que mantiene la programación de abastecimiento en todas las gasolineras del país.
En Caracas se podían ver largas filas de vehículos el domingo en las inmediaciones del puñado de gasolineras que funcionaban en algunas zonas donde se reanudó el servicio.
Por su parte, el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, informó que «quedan suspendidas las clases en todos los niveles y las actividades laborales” el lunes para que «podamos continuar en este combate» al supuesto sabotaje eléctrico. Rodríguez no mencionó ningún detalle sobre los avances para solventar la falla.
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, pidió «paciencia» a los venezolanos porque todavía «falta mucho» por hacer para reanudar el servicio eléctrico.
Guaidó responsabilizó del apagón a los gobiernos socialistas del ahora fallecido presidente Hugo Chávez y Maduro, su sucesor. Durante casi dos décadas las autoridades «se robaron el dinero de la generación eléctrica”, denunció. Los críticos del gobierno afirman que las autoridades mienten sobre la causa del apagón.
«A los usurpadores», como Guaidó llama a los oficialistas, «se les acabaron las excusas y ahora apelan a decir que fue un ataque cibernético… Es inverosímil la versión del hackeo de un sistema analógico”.
“Hoy Maduro no protege a nadie producto de la corrupción, la miseria”, agregó.
Por su parte, el Grupo de Lima emitió un comunicado en el que sus miembros se solidarizaron con los millones de venezolanos afectados por el apagón, situación que “no hace más que confirmar la existencia y magnitud de la crisis humanitaria que el régimen de Maduro se niega a reconocer. Responsabilizamos exclusivamente al régimen ilegítimo de Maduro del colapso del sistema eléctrico venezolano”.
El organismo reiteró su apoyo a Guaidó y a la Asamblea Nacional.
La crisis eléctrica en Venezuela se ha agudizado desde el 2010 debido a problemas de mantenimiento y la carencia de una inversión transparente y oportuna.
Venezuela está sumida en esa severa crisis económica signada por la escasez de productos básicos como alimentos y medicinas, así como una inflación de siete dígitos. Su economía se ha reducido más de la mitad desde 2013, de acuerdo con cifras del FMI.
La crisis también ha provocado que por lo menos tres millones de venezolanos salieran del país, según las Naciones Unidas.
Renee Martínez, un ama de casa de 31 años, afirmó que pasó «una noche de terror» el sábado debido los enfrentamientos entre policías y vecinos que protestaban luego de más de dos días sin luz en una céntrica barriada de Caracas.
«Lanzaron perdigones y bombas hasta el cansancio”, dijo Martínez, quien relató que para colmo su niña de 6 años tenía fiebre y diarrea, y ella no pudo ir a una farmacia por el apagón.
«Si yo pudiera agarraría lo poco que tengo y me iría del país. Esto es insoportable; aquí hay escasez de todo y ahora también de luz», agregó.