Trump no está seguro de que el Congreso apruebe el USMCA
Foto: Pablo Martinez Monsivais / AP
Por Rob Gillies y Paul Wiseman
AP. Washington, Estados Unidos. 01 de octubre de 2018.- Donald Trump afirmó el lunes que no está “del todo seguro” de que el Congreso aprobará el renovado tratado comercial con México y Canadá, llamado Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés).
El presidente de Estados Unidos opinó que los demócratas tendrán en mente la contienda presidencial de 2020 y que podrían no querer aprobar lo que él describió como “uno de los mejores acuerdos” para los estadounidenses. Hablando en la Rosaleda de la Casa Blanca, Trump añadió que tiene esperanzas de que los miembros del Congreso ratifiquen el acuerdo si consideran que es un acuerdo justo para Estados Unidos.
Sin embargo, Trump aseveró que no puede pronosticar lo que el Congreso hará, debido a que ese cuerpo podría rechazar el nuevo acuerdo por cuestiones políticas o simplemente para oponerse a él.
Trump elogió el renovado tratado comercial y afirmó que «es el acuerdo más importante que hemos hecho hasta ahora».
El mandatario afirmó que «sin los aranceles no estaríamos hablando de un acuerdo», en referencia a una oleada de impuestos que aplicó meses atrás al acero y aluminio que importa Estados Unidos. Opinó que esos gravámenes han atraído a los socios comerciales de Estados Unidos a la mesa de negociaciones.
Trump afirmó que los aranceles también están haciendo que la Unión Europea, Japón y Corea del Sur busquen nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos.
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, reafirmó en conferencia de prensa lo dicho la mañana del lunes. «Es un buen día para Canadá», dijo.
Trudeau explicó que el acuerdo era parte del “comercio libre y justo en el norte de américa” y agregó que “ahora estamos en un lugar más estable”, al referirse al acuerdo que calificó de complejo al igual que lo era el NAFTA.
Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores canadiense dijo que el acuerdo era “una victoria para los canadienses y un buen acuerdo para miles de trabajadores”.
El nuevo pacto concretado justo antes del plazo, que venció la medianoche del domingo, reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 24 años de vigencia y al que Trump ha descrito como un desastre que ha eliminado empleos en su país.
El domingo por la noche, Canadá se sumó a un renovado tratado de libre comercio de América del Norte después de varias semanas de arduas negociaciones y bajo una fuerte presión, apenas unas horas antes de que venciera el plazo impuesto por Estados Unidos.
En un comunicado conjunto, el representante comercial estadounidense Robert Lighthizer y la canciller canadiense Chrystia Freeland dijeron que el acuerdo «fortalecerá a la clase media y generará empleos buenos y bien pagados y nuevas oportunidades para los casi 500 millones de personas para las que Norteamérica es su hogar».
Trump tuiteó el lunes por la mañana que el nuevo acuerdo es un «gran pacto» que «resuelve las muchas deficiencias y errores del TLCAN, abre enormemente los mercados a nuestros agricultores y fabricantes, reduce las barreras comerciales para Estados Unidos y unirá a las tres grandes naciones, en competencia con el resto del mundo».
«¡Felicitaciones a México y Canadá!», agregó.
El nuevo acuerdo comercial otorga a los agricultores y granjeros estadounidenses más acceso al mercado lácteo de Canadá, pero también mantiene el proceso de resolución de disputas del TLCAN, que Estados Unidos quería disolver y ofrece a Canadá protecciones en caso de que Trump quiera proseguir con sus planes de imponer aranceles a los vehículos, camiones y autopartes importadas por Estados Unidos.
«Celebramos el acuerdo trilateral. Se cierra la puerta a la fragmentación comercial de la región», tuiteó Jesús Seade, el principal negociador comercial en representación del presidente electo de México.
Marcelo Ebrard, el próximo secretario de Relaciones Exteriores del gobierno del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en conferencia de prensa junto a Seade y la futura secretaria de Economía, Graciela Márquez, que el acuerdo recoge la agenda laboral que habían propuesto en campaña y que esto incluía la garantía plena de los derechos de los trabajadores y la libertad sindical.
«Esto es una oportunidad para el fortalecimiento del mercado interno y una apuesta al capital humano como eje de desarrollo del país», añadió.
El gobierno de Trump notificó oficialmente al Congreso sobre el acuerdo comercial México-Estados Unidos el 31 de agosto. Ello dio inicio a un periodo de 90 días que permitía al presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, firmar el nuevo acuerdo antes de que concluya su mandato el 1 de diciembre.
Trump amenazó con proseguir con un TLCAN renovado, con o sin Canadá. Se desconocía, sin embargo, si Trump tenía autorización del Congreso para firmar un acuerdo solo con México.
Algunos legisladores no tardaron en expresar su alivio de que Canadá reingresara al renovado bloque comercial regional.
«Me complace que el gobierno de Trump haya llegado a un acuerdo para modernizar el TLCAN con México y Canadá», dijo el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, el republicano Orrin Hatch. «El TLCAN tuvo un éxito demostrado».
El TLCAN eliminó la mayoría de las barreras comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá, lo que generó un incremento en el comercio entre las tres naciones, pero Trump y otros detractores informaron que alentaba a los fabricantes estadounidenses a trasladarse al sur de la frontera para aprovechar los bajos salarios en México, lo que representaba una pérdida de empleos en Estados Unidos.
Trump hizo campaña bajo la promesa de reescribir el TLCAN o deshacerse de él. Las conversaciones de renegociación comenzaron hace más de un año. Para apaciguar a Trump, México accedió en agosto a cláusulas que requerirían que entre 40% y el 45% de un automóvil se construya en países donde los trabajadores recibieran un sueldo mínimo de 16 dólares por hora para ser elegibles a los beneficios de libre comercio del TLCAN.