Trump retoma la retórica fuerte sobre inmigración
Foto: Carolyn Kaster / AP
Por Zeke Miller y Catherine Lucy
AP. Arizona, Estados Unidos. 19 de octubre de 2018.- Donald Trump llegó a la presidencia usando una retórica muy fuerte sobre la inmigración, hablando de multitudes que cruzan la frontera para agredir a los estadounidenses y robarles sus trabajos. Ahora, en las semanas previas a los comicios de mitad de término, apela a la misma fórmula para tratar de contrarrestar los avances que se espera consigan los demócratas en el Congreso.
Es una apuesta que conlleva muchos riesgos y también posibles beneficios. Puede movilizar a sus rivales demócratas tanto como a los republicanos que trata de llevar a las urnas.
El presidente considera que en el saldo final, lleva las de ganar. En los actos a los que acudió en los últimos días y en Twitter ha estado explotando el tema de la caravana de migrantes centroamericanos que tratan de llegar a Estados Unidos a través de México, diciendo que es una nueva evidencia de que hacen falta medidas estrictas como las que él propone.
Dijo en un tuit que la caravana era un “ataque a nuestro país por la frontera sur”. Luego, el jueves por la noche en Montana, afirmó que “esta será una elección de Kavanaugh, de la caravana, de la ley y el orden y el sentido común… Recuerden, va a ser una elección de la caravana”. Brett Kavanaugh acaba de ser confirmado como juez de la Corte Suprema después de un áspero proceso de confirmación en el que fue acusado a abuso sexual cuando era adolescente.
Trump trata de presentar las elecciones como un referendo sobre su presidencia, convencido de que debe inmiscuirse en la contienda para sacar a los republicanos a la calle y llevarlos a las urnas. Tal vez ningún otro asunto fue tan asociado con su campaña de hace dos años como el de la inmigración, sobre todo su publicitada –y todavía incumplida– promesa de construir rápidamente un muro en la frontera con México. Ese compromiso sigue siendo un grito de guerra para el magnate.
“Considero que hay un gran contraste. Todos los demócratas se niegan a construir el muro. Es un buen contraste”, opinó el ex asesor de campaña de Trump Barry Bennett, quien dijo que la caravana llegó “en el momento justo” para que Trump la explote.
Pero hay quienes creen que, al tratar de movilizar a su base, Trump puede estar revitalizando a la oposición. Matt Barreto, cofundador de la firma investigadora Latino Decisión, dijo que el agresivo mensaje puede terminar perjudicando a Trump.
“Corres el peligro de irritar a los votantes de las minorías de todos lados –hispanos, negros, asiáticos– y también de alienar y alejar a los blancos, incluidos conservadores y moderados, ahora que ven lo que está pasando con la separación de familias”, comentó Barreto, quien es profesor de la sede de Los Ángeles de la Universidad de California.
El viernes, una caravana de al menos 3.000 personas se encontraba en la frontera de Guatemala, pero se detuvo a poca distancia del cruce a México para analizar los próximos pasos. Guatemala había cerrado el cruce y había decenas de soldados apostados. Del otro lado de la frontera había decenas de policías federales mexicanos, y detrás de ellos cientos más.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México dijo que el gobierno estaba ayudando a miembros de la caravana que ya habían ingresado a territorio mexicano, explicándoles las opciones que tenían por delante y asistiendo a los que querían pedir el status de refugiado.
El envío de más policías a la frontera sur pareció complacer a Trump, quien el jueves por la noche retuiteó un mensaje de un periodista de BuzzFeed con un video que mostraba el despliegue de soldados, agregando: “Gracias México, deseamos trabajar con ustedes”.
Ese mismo día, Trump había despotricado contra la caravana en Twitter, diciendo que era “culpa de los demócratas por las leyes débiles” que hay vigentes. También amenazó con enviar a los militares a la frontera si México no frenaba a los migrantes y pareció amenazar además con reformular el pacto comercial con México y Canadá.
Hasta hace pocos días, daba la sensación de que la inmigración no sería nuevamente un tema central de la campaña, como en el 2016, ya que Trump aceptó los pedidos de los republicanos de que no paralice el gobierno si no le daban el dinero para el muro. Una encuesta de la Casa Blanca, por otro lado, indicó que hay otros temas, sobre todo la propuesta de un seguro médico para todos que promueven algunos demócratas, que repercutirían más en el electorado.
El que Trump haya decidido darle nuevamente prominencia a un asunto que provoca tantas divisiones pareciera indicar que en los dos partidos reina la impresión de que el control del Congreso dependerá más de la participación del electorado que del voto de los independientes.
Las arengas sobre inmigración seguramente serán bien recibidas por las regiones republicanas en las que hace campaña Trump. Los republicanos admiten que la retórica sobre inmigración puede costarles en algunos sectores del país, pero creen que a la larga saldrán ganando.
Las encuestas dicen que el electorado estima que la inmigración es uno de los temas más importantes, aunque no tanto como la economía y los seguros médicos.
Recientes encuestas de CNN y del Washington Post-ABC News indicaron que, por estrecho margen, los votantes creen que los demócratas sabrán manejar mejor el tema de la inmigración que los republicanos.