Trump y su mítica oleada terrorista de México
Foto: Pablo Martínez Monsivais / AP
Por Calvin Woodward
AP. Washingtón, Estados Unidos. 08 de diciembre de 2019.- Donald Trump y sus colaboradores insisten en promover la refutada noción de que sospechosos de terrorismo ingresan a Estados Unidos desde México de a miles.
Lo hacen a pesar de que el Departamento de Estado emitió un informe en septiembre en el que “no se encuentra evidencia verosímil que indique que agrupaciones terroristas internacionales hayan establecido bases en México, trabajado con los carteles mexicanos de las drogas o enviado operativos a Estados Unidos vía México”.
Agregó que “la frontera sur de Estados Unidos sigue siendo vulnerable al potencial tránsito de terroristas, aunque las agrupaciones terroristas probablemente busquen otras formas de tratar de ingresar a Estados Unidos”.
De todos modos, Trump y otros insisten en esa prédica al presionar al Congreso para que asigne dinero para construir un muro en la frontera y la disputa ha derivado en una paralización del gobierno.
Las últimas declaraciones, cotejadas con la realidad:
TRUMP: «Tenemos terroristas que vienen por la frontera sur porque encuentran que es probablemente el sitio más fácil para ingresar. Ingresan manejando y viran a la izquierda”. En conferencia de prensa en la Casa Blanca el viernes.
LOS HECHOS: Si vienen en autos a través de cruces fronterizos, ningún muro los va a frenar. Y las autoridades no han hablado de indicios de que haya una penetración de terroristas desde México.
Informes del Departamento de Estado han expresado más preocupación por lo que acontece en la frontera con Canadá, que, a diferencia de México, sí tiene “extremistas violentos inspirados por organizaciones terroristas como ISIS (Estado Islámico) y al-Qaida, y sus afiliados y partidarios”, según señaló en el 2017. En cuanto a los cruces terrestres, Canadá ha sido con más frecuencia la fuente de sospechosos de terrorismo que ingresan a Estados Unidos, aunque no en grandes números. De lejos, la mayoría de las personas que generan inquietud vienen por aire.
El Instituto CATO, de tendencia libertaria, dijo que de 1975 al 2017 siete personas que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos de países con un “interés especial” –vinculadas de algún modo con el terrorismo– fueron condenadas por planear ataques en suelo estadounidense. Ninguno había venido de México. Todos llegaron desde Canadá en barco, y lograron escabullirse en los puertos de Estados Unidos. Y todos vinieron antes de que se empezase a prestar especial atención a ciertos países. Los complots fueron desbaratados y nadie resultó lastimado.
Los únicos terroristas de que se tenga noticias que vinieron ilegalmente desde México en esas décadas fueron tres macedonios de origen albanés que vinieron de niños con sus padres en 1984 y que, de veinteañeros, fueron detenidos en conexión con un ataque fallido a una base del ejército en Fort Dix, Nueva Jersey, en el 2007, de acuerdo con el Instituto CATO.
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SARAH HUCKABEE SANDERS, secretaria de prensa de la Casa Blanca:
“Sabemos que aproximadamente, casi 4.000 terroristas conocidos o sospechosos de serlo vienen al país ilegalmente y sabemos que nuestro punto de ingreso más vulnerable es nuestra frontera sur”. “Fox News Sunday”.
LOS HECHOS: Su insinuación de que México es el principal trampolín para estos sospechosos es errónea.
Como ella misma terminó admitiendo, esa gente llega “de distintas maneras… por aire, por tierra y por mar”. Y mayormente, no desde México.
Trump y varios de sus funcionarios han tergiversado las estadísticas del gobierno acerca de los extranjeros detenidos porque estaban en una lista de sospechosos. Han insinuado o afirmado abiertamente que venían de México.
En enero del 2018, un informe conjunto de los departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia indicó que había habido 2.554 “encuentros” en todo el mundo con personas de esa lista que trataron de ingresar a Estados Unidos. De ellos, 2.170 lo hicieron por aire, 335 por tierra y el resto por mar. Nada los vincula específicamente con México.
Meses después, sin que se hubiesen difundido nuevas estadísticas, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen dijo que su departamento estaba interceptando un promedio de 10 “terroristas conocidos o sospechosos de serlo por día que vinieron o intentaron venir a Estados Unidos”. Eso representó un aumento respecto de los siete diarios de las cifras iniciales.
La lista de sospechosos constituye un primer paso con miras a la identificación de personas que, por alguna razón, generan sospechas. Basta con que haya una sospecha razonable para que una persona sea incluida en esa lista. Deben estar afiliadas con un país identificado de alguna manera con el terrorismo o tiene que haber habido suficiente información como para generar sospechas.
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KIRSTJEN NIELSEN, secretaria de seguridad nacional. «CBP (siglas en inglés del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras) detuvo a 3.000 extranjeros que definimos como de interés especial que trataban de ingresar al país por la frontera sur. Son extranjeros que los servicios de inteligencia identifican como personas preocupantes. Que tienen historias de viajes que se identifican con las de los terroristas o que tienen o se sospecha que tienen lazos con el terrorismo. Sabemos de 3.000”. Conferencia de prensa del viernes en la Casa Blanca.
LOS HECHOS: Está generalizando muy liberalmente.
Personas de muchos países de afuera del hemisferio que intentan ingresar a Estados Unidos a través de México son consideradas de interés especial porque sus países son vistos como potenciales fuentes de terrorismo. Es una generalización muy amplia.
Según declaraciones de Seguridad Nacional ante el Congreso en el 2016, “muchos ciudadanos de estos países emigran por razones económicas o porque escapan a la persecución en sus países”.
Pero “este grupo puede incluir migrantes afiliados a organizaciones terroristas extranjeras, a agencias de inteligencia y a bandas de delincuentes organizados”.
Todd Bensman, analista del Centro de Estudios de la Inmigración, que propone limitar la inmigración y mejorar las defensas contra la infiltración de terroristas, dijo que el gobierno de Trump pierde credibilidad al exagerar la amenaza que viene de México.
Bensman expresó en el portal del Centro el lunes: “Puedo decir sin dudas que la cantidad de sospechosos de terrorismo que vienen por la frontera sur nunca estuvo cerca de 3.000 y menos de 4.000 en ningún día durante mis servicios para la agencia de inteligencia del estado”. Bensman, quien dirigió durante nueve años esos servicios en Texas, estimó que habrían sido unos 20 por año.