Un Cristo Negro encabeza la caravana de migrantes hondureños por Guatemala

Foto: Esteban Biba / EFE

Por Esteban Biba y Emiliano Castro Sáenz

EFE. Esquipulas, Guatemala. 17 de enero de 2020.- Con una bandera de Honduras y la imagen de un Cristo Negro, característico de la fronteriza ciudad de Esquipulas, en el este de Guatemala, miles de migrantes hondureños avanzaron este viernes en dirección a México con el firme objetivo de llegar a Estados Unidos.

Los migrantes madrugaron este viernes. Salieron a las 4.30 hora local (10.39 GMT) para acortar la odisea de los más de 500 kilómetros que cruzan Guatemala, de Honduras a México, alentados por un hondureño de 30 años llamado Yarlin Antonio Lorenzo, propietario de la oscura imagen religiosa.

Experimentado en la caminata que atraviesa Guatemala, Lorenzo anima con su imagen religiosa de más de un metro de alto a una caravana integrada por familias completas que cruzaron la frontera el jueves y que, en su mayoría, fueron registrados por las autoridades migratorias hondureñas y guatemaltecas.

Lorenzo participó en la primera caminata que salió de la clandestinidad y atrajo la atención del mundo en octubre de 2018 y, aunque ha cruzado varias ocasiones las carreteras guatemaltecas a pie o subido a alguno de los transportes que ayudan por ratos a la caravana, no se define a sí mismo como un migrante.

Es, en sus palabras, «un entusiasta de los derechos humanos» que frustró su sueño americano y que ahora se dedica a apoyar a sus paisanos hondureños, con su Cristo Negro bajo el brazo.

Esa imagen del Cristo crucificado, tallada en madera y pintado de negro, es venerada por millones de fieles y tiene a los migrantes como seguidores aguerridos.

En 2018 en Esquipulas, donde en la basílica de la ciudad habita una imagen tallada hace 425 años por el guatemalteco Quirio Cataño, Yarlin Antonio Lorenzo recibió la replica que mantiene consigo cuando la Policía guatemalteca detuvo el grupo con el que iba.

Una señora se acercó y le entregó la imagen y con esta en las manos, cuenta a la Agencia Efe el propio Lorenzo, insistió a los agentes de seguridad que dejaran pasar al grupo hasta que estos conseguirlo y continuar su avance a México.

Ahora, en cada oportunidad, vuelve con su imagen a acompañar a los miles de migrantes hondureños que se organizan en nutridos grupos para ser visibles y conseguir salir de la pobreza y violencia vivida en su país.

Con más horas a los pies en esta ocasión, pues menos transportes han querido subirlos a sus plataformas por el miedo a las multas, los migrantes siguen su camino hasta el cansancio.

Unidades móviles de la Cruz Roja llegan constantemente a atender a los caminantes. Les dan agua, galletas y medicamentos para las llagas de los pies y así estos puedan seguir adelante, ante esa incertidumbre creciente que significa acercarse a la frontera con México.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofreció este viernes 4.000 nuevos empleos en la frontera sur para los integrantes de la caravana que, en total, con los hondureños que pasaron la frontera del Corinto el miércoles pasado y los que se sumaron estos días, suman más de 3.500.

La Procuraduría de los Derechos Humanos guatemalteca informó mediante un comunicado de prensa que, al menos 700 hombres, mujeres y niños, se aglutinaron en el paso fronterizo El Ceibo para avanzar rumbo a Tenosique, en el sureño Estado mexicano de Tabasco.

Dicha frontera se ubica a 600 kilómetros al norte de la Ciudad de Guatemala, en el departamento de Petén, colindante con el Estado mexicano de Tabasco.

Pero la mayoría de hondureños que integran esta nueva caravana se dirigen a Tecún Umán, colindante con Ciudad Hidalgo, en el Estado de Chiapas, para, finalmente, adentrarse en las rutas de México y dejar finalmente las condiciones de violencia y desempleo que sufren en Honduras. 

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