Una nueva caravana de migrantes parte desde Honduras a Estados Unidos

Foto: Delmer Martínez / AP

Por Delmer Martínez

AP. San Pedro Sula, Honduras. 15 de enero de 2019.- Centenares de migrantes hondureños partieron el martes de una estación de autobuses en una ciudad violenta del norte del país para integrar una nueva caravana que pretende llegar a México o a Estados Unidos.

Los primeros grupos salieron el lunes en la noche de la terminal en San Pedro Sula, donde numerosas mujeres y niños subieron a los autobuses con destino a la frontera con Guatemala mientras otros emprendieron la travesía caminando o pidiendo viaje durante una lluvia pertinaz.

Los contingentes continuaban saliendo de la estación el martes con intención de alcanzar a los primeros. La mayoría de los migrantes portaban mochilas y se desplazaban andando por transitados caminos afuera de la ciudad. Algunos llevaban a su niños chicos en cochecitos o andando tomados de la mano si eran un poco mayores.

En su marcha, algunos migrantes pedían en tiendas locales que les obsequiaran alimentos o agua para el trayecto.

Como la gente no ha parado de llegar a la estación de autobuses es previsible que la caravana aumente de número de personas.

El presidente Donald Trump aprovechó la nueva caravana para justificar su intención de construir un muro en la frontera con México, postura que ha causado el cierre parcial del gobierno estadounidense porque el mandatario se niega a firmar la nueva iniciativa de gasto si no contempla recursos para esa obra.

“Otra caravana numerosa se dirige hacia nuestra frontera sur desde Honduras”, tuiteó el martes Trump, quien señaló que para detener a los migrantes “solo se podrá hacer con un Muro. Solo un Muro o una Barrera de Acero mantendrá seguro nuestro país”.

Trump utilizó las caravanas del año pasado para arengar a sus incondicionales antes de los comicios legislativos de medio periodo.

Bartolo Fuentes, un activista que acompaña a la caravana, dijo el martes que la migración habrá de seguir sin un cambio en la situación de pobreza y delincuencia en Honduras.

“Todos los días sale gente. Tienen que entender eso. Todos los días se van 300, 400 personas. La caravana ha estado como un río constante de personas rumbo a México, rumbo a los Estados Unidos. Lo que pasa es que no era visible”.

Las caravanas que partieron la primera y el otoño pasados aumentaron de dimensión a medida que se les sumaron centroamericanos que las vieron como una forma segura de desplazarse por históricas rutas de migración. También abrieron la posibilidad a las personas de migrar sin tener que pagar miles de dólares a algún contrabandista.

Mediante las caravanas, los migrantes encontraron cierta seguridad en su gran número y algunas comunidades les facilitaron alimentos y servicios en el trayecto. Fuentes dijo que otros grupos menores también partieron en autobuses de Tegucigalpa rumbo a la frontera guatemalteca.

“En caravana o solos la gente va a seguir yendo porque no soportan lo que están viviendo en Hondura”, declaró Fuentes.

Una mujer que rehusó identificarse por razones de seguridad dijo el lunes en la noche que su hija de 9 años contó que su hija fue violada tan severamente que sufrió problemas médicos.

La madre, que trabajaba en una panadería, afirmó que se llevaba a su hija y a un hijo de 13 años a Estados Unidos, donde solicitaría asilo o refugio porque es imposible continuar viviendo en Honduras.

Con seguridad la nueva caravana suscitará tensiones y tendrá apoyo en su trayecto por Guatemala y México hasta la frontera con Estados Unidos.

Se desconoce si los migrantes tenían pensado dirigirse a Tijuana, la ciudad fronteriza mexicana donde miles de ellos que eran parte de caravanas anteriores están varados a su suerte desde noviembre.

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