Periodistas Unidos. Ciudad de México. 08 de diciembre de 2022.- El alza de las tasas de interés que se está instrumentando para frenar la actividad económica, aumentar el desempleo, contraer demanda y frenar el incremento de precios, se da en un contexto donde las empresas, familias y el gobierno están altamente endeudados, lo que presiona sobre sus finanzas ante el aumento del costo del servicio de la deuda. Ello reduce la capacidad de gasto e inversión de los sectores endeudados, lo que contrae la actividad económica. A ello se suma la reducción del poder de compra que ocasiona a las familias la inflación, lo que contrae demanda y la producción. La caída de la demanda, la austeridad fiscal y el déficit de comercio exterior, desestimula las decisiones de inversión del sector privado, lo que impedirá retomar el crecimiento económico. Ello hace que siga la escasez de productos y las presiones de oferta sobre precios e importaciones, lo que configura el contexto de recesión con inflación, aunado a problemas de insolvencia.
Si el ingreso de las empresas con la inflación crece por arriba del costo de la deuda, podrán cubrir dichos pagos. En el caso del gobierno, si sus ingresos tributarios por la inflación crecen por arriba del costo de la deuda pública, pueden hacer frente a ella y evitar mayor déficit y mayor deuda. El problema es si la tasa de interés está por arriba del crecimiento de sus ingresos tributarios, aumentarán las presiones sobre las finanzas y sobre la deuda.
El problema de insolvencia se presentará sobre todo en la mayoría de las familias, cuyo ingreso crece por debajo del costo de sus deudas, por lo que no podrán cumplir el pago de la deuda, además de restringir su consumo y con ello la actividad económica. A pesar de que algunas empresas con la inflación vean incrementado sus ingresos, no incrementarán la inversión, debido a la caída de la demanda, tanto de las familias, como por los recortes presupuestales derivados de la austeridad fiscal.
La deuda contraída por las empresas cuando predominaron bajas tasas de interés, no se canalizó en mayor medida al incremento de la inversión productiva, debido a la contracción del mercado interno, como consecuencia de los recortes presupuestales por la austeridad fiscal, por lo que no se dinamizó la economía, ni el ingreso de empresas e individuos para cubrir el costo de la deuda que ahora se ha incrementado.
Algunos de los préstamos a las familias fueron hipotecarios, otros para pagar deudas y para mantener consumo, por lo que su impacto sobre la actividad económica no es de la magnitud suficiente para generar los ingresos para cubrir el pago del costo de la deuda incrementada. Al aumentar la insolvencia, la banca verá reducida sus ganancias y entrará en pérdidas.
Al desacelerarse la actividad económica y al aumentar la cartera vencida, no podrá el banco central seguir con el alza de la tasa de interés, ni el gobierno con su política de aiusteridad fiscal, pues ahondarían la problemática económica, lo que llevará a la gente a las calles, no a delinquir, sino a demandar el cambio de las políticas causantes de la crisis.
Banxico y el gobierno no optan por bajar la tasa de interés e incrementar el gasto público, para frenar la caída de la actividad económica y los problemas de carteras vencidas imposibles de pagar, pues provocarían prácticas especulativas de salida de capitales y desestabilización del mercado de divisas y de capitales. Al seguir las altas tasas de interés y la austeridad fiscal para frenar la inflación, aunado al alza de la tasa de interés e EUA, como la desaceleración de dicha economía, lo que afectará el crecimiento de las exportaciones del país, y vamos a una mayor caída de la economía en el 2023 y 2024, como a la inestabilidad bancaria-financiera y de los mercados de capitales y de divisas.
El creciente déficit de comercio exterior, (25,297 millones de dólares entre enero- septiembre del 2022) aunado a la austeridad fiscal, las altas tasas de interés, el abaratamiento del dólar, afectan los ingresos de empresas e individuos, lo que frena el crecimiento del consumo e inversión.
Al no crecer la inversión pública y privada, seguirá la tendencia decreciente de la actividad económica y los consecuentes rezagos productivos con las presiones sobre precios e importaciones, lo que continúa condenándonos a la recesión e inflación.
«Analistas» económicos han pronosticado una y otra vez el desastre económico en México bajo el gobierno de AMLO: dólar a 35 pesos, recesiones que no llegan, inflación del 100% (es de los países actualmente con las menores inflaciones). No le atinan, pero siguen intentando espantar con el petate del muerto.
Siempre sucedía que una gripita en la economía estadounidense generaba una neumonía en la mexicana. Este gobierno logro que una neumonía en la economía estadounidense generara solo una gripita en la economía mexicana. ¡Imaginen lo que hubiera pasado si hubieran controlado la economía los Chicago boys! México estaría muerto y enterrado.