Ala declive y progreso obligatorio

Por Paloma Escoto

Por Paloma Escoto

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 02 de diciembre de 2023.- No pediste ser esta. No pediste revelar ante ti secretos ajenos o los tuyos, no quisiste decir eso sino lo otro, incómoda y perversa, estuviste siempre en el lugar «menos o más indicado», pareces «una serpiente», a veces una paloma repleta de esperanza, inusual de lo insolente e incorrecto, inoportuna, no naciste para ser sumisa o para callar lo que piensas. Eres exactamente una revelación absurda que puede dar miedo pero al mismo tiempo, toda paz. Porque hay quien entiende que todo esto no existe y no existirá porque acabará en simplemente lo otro, un mundo frágil, siempre una tendencia o la cúspide de la conversación más vacía y perdón, ¿qué es esto que no sea un instante a elección del cielo o del infierno preferido!? Soñé con escribir, una o dos, algunas veces y no tengo editorial aunque conozco casi todas, no tengo redactor o corrector de estilos aunque tengo varias propuestas y sin embargo tengo la liberación que se teje en palabras y en este absurdo sentir que a veces construye historias, es la pasión con la que camino, por naturaleza, de haber pretendido más, arrogante de por sí, llama a mi insensatez de escribir contra algoritmos y preferencias de la literatura que algún día soñé ser, que ni tiempo ni espacio, simplemente comulgo en la informalidad de mi ser, así, que puedo comprender pero que sucede en inmediatez, en la incomprensión cuando mi máxima expresión ocurrió antes y sin mayor interés va en un contemporáneo mágico de lo que se siente y también teje el entender… Gracias extasiadas por el regreso a la palabra que viene de la hondura de un presagio dónde soy y somos pero no pretende más. ¡Que brille toda la imaginación y que viva en esta magia la falta de todo contexto y que valga más el ritmo de un absurdo y viejo remolino del ser! Y continúo simplemente en la que te hago implícito, implícita a una experiencia, ¿superflua o humanista, repleta de existencialismo? No tengo más que compartir que desperté nuevamente como algunos días con mucho pasado, vibrante en presente y una compresión que no puedo brindarla porque tal vez no pueda o no sepa liberarla, ¿qué no entiendo? En el enlace político el Watch sabía una programación de una política que estudio, celebro y critico a la vez, una línea de creatividad que no me alcanza y un desayuno con mi hija que pretendo eternizar, las principales tareas burocráticas que me sacan de quicio y el ensueño de lograr llegar sin sueño a mi taller de arte que no logro disfrutar porque se presentó el primero y el siguiente, y siempre otro en multiplicación, maldito bostezo. Lo que más amo, mi hija y mi arte, ‘la diversión en disciplina’ o ‘la razón de vida’ es un privilegio costoso y ambicioso, una abrumante razón de ser que me obliga a deprimirme a mirar mi anclaje en ruinas, 3 se hicieron 9 y esa multiplicación absurda de la trampa capitalista que jamás imaginé vivir y soy la adulta que me negué a ser, una arrogante lenguaje de deudas de todas menos milenarias y otras tantas trampas frente una muralla llamada hacienda, no puedo soñar con un poco de más, no con facilidad, no como artista sino como una razonable presencia social que cumple obligatoriamente con lo correcto … Y si lo hago mientras crea en la pasión de siempre un proceso de miradas soñadoras que me impulsan a continuar, y otras tantas prácticas son ideales y sin expectativas, el amor que me sostiene sólo no tienen la culpa de verme «CAER», en mi persecución de idear esa fuente de abundancia que sea una dignidad y calidad que solo aseguro merece ella y no yo pero que es ella y su brillantez, dónde sucede mi vida «aspiracionista», dónde encuentro esas herramientas y trampolines sin fronteras, una existencia colorida dónde cuestionar sí, sufrir no. De boicot en boicot inconsciente, impulsivo, aspiro de verdad, con amor, construir esa paz y de paso la plenitud que durante toda mi vida, tal vez sea lo único anhelado, en el inter una taquicardia que parece batucada, la desolación de ver lejano lo que amo y no sentir ese arraigo. Que cabrona sociedad y que cabrona la adultez, ¿cómo me defiendo si ante la realidad que transitamos ya no soy la jovencita soñadora e idealista y ya soy la mujer trepadora que parece a veces una fiera? La fuerte, la luchona, la que siempre puede a la luz del sol, a la luz de la luna, la admirable algunas veces porque todo saca adelante y sin titubear esta se arroja, porque los retos cada día son «más grandes» y «mejores» y nadie se da cuenta de que en un terremoto de miedo y sin contención, avanzo, se cree que «avanzo», se dice que «avanzo» y el cansancio es un asunto con el que creí, creí negociar y conforme me adapto, el silencio, la distancia y la nada, son mi máxima aspiración. Negándome a la podredumbre de la victimización, negándome al retroceso de la lástima de mí misma y por supuesto a la de otros, negándome el descanso, descanso del alma y la comodidad del todo, merecimiento ciertamente restringido y filosofías de tianguis de domingo por la mañana con el mejor contenido de la autoayuda, calculo en la superficie de la madrugada «tic, toc, tic, toc», una nueva idea que espera ser exitosa, a pesar de esto y tanto más y cuantas más, así, así cómo yo?, ¿cuántas somos? lo sé, no soy la única y somos muchas más. ¿A dónde se va la fuerza y esas señales filosóficas simples que no funcionan más allá que en un postito que alienta cinco minutos, tipo postito en Instagram que se repetirá el próximo año como un recuerdito automático, ¿por qué no se aplicó con tal fuerza aunque se notificó? En la falta de otras ciencias, ¿más exactas? ADN sin tiempo de descodificar, tal vez… El perdón de todos los olvidos. Cansada humanidad cilíndrica; ajam, todo estoico, por suerte o por desgracia instintivo y fugaz, magia, con la bendición de Dios, raíces algunas veces y otras tantas simplemente estructuras que brindan líneas… Por siempre esta fe ciega, los planes «perfectos» incómodos, ya están. Volví de nuevo a estos artículos, a estas participaciones donde, quienes me leen, no son lectores o lectoras orgullosas de leerme, pero lo hacen constantemente para intentar descifrar, ¿comprender? ¿simplemente saber más o menos el ritmo de… Mis rizos? ¿mis labios? ¿tal vez mi apariencia cachonda? Tal vez, puede ser «jajaja»… «mi psique», ¡corazón coraza, olvidó, Girondo murió! La completa apariencia de lo sexy que puedo ser aun estando tan rota… Qué interesante puede ser… Qué misterios hay por conocer, qué verdades hay por conceder, qué tropiezos, desciendo y asciendo, anclo y huyo, conjuro y levito, ¿quién es todo lo que soy y lo que dejo de ser? Un alivio porque por lo menos se paga un tramo del recibo de luz, gracias, gracias por leerme a oscuras y en silencio y con esas ganas de querer saber… Lo que probablemente entre cuentos, artículos y pedazos de letras, compuestas palabras, aquí allá, historias, sabrán… He vuelto para su risa y su franca mirada, para su abrazo o rechazo en silencio, para lo que se atreven o no a enfrentar, para su pleno entretenimiento. Gracias, gracias por pasar por aquí, tal vez en el siguiente texto, sexo platique del orgasmo más inquisidor que he tenido siendo esta bruja del siglo XXI, por ejemplo para lograr atención plena en este vacío que traga vidas y escupe tramos de despertares tal vez, intermitentes, tal vez precisos procesos que rezó aquella que no supo y no pudo ser. Compartida en el parecer en la cualidad de la libertad, restar o sumar, aquí es lo que tú quieres que sea, simplemente parte de tu entretenimiento ante el vacío, ala, ala querida de este metaverso macabro y luminoso a la vez.

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Collage de Sammy Slabbinck
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