Alentar la libertad de expresión
Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro
Por Jorge Meléndez Preciado
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 13 de noviembre de 2019.- En el seminario: Fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas en América Latina, hubo exigencias a México para que replantee el camino en contra de esa mala práctica, ya que nuestro país es líder en el número de tecleadores asesinados. Según Artículo 19, desde el año 2000 han ultimado a 131 compañeros; 47 durante el sexenio de Felipe Calderón y 11 en la presente administración (López Obrador). Veracruz es la entidad donde hay más víctimas, 27 en total, de ellas 17 en el gobierno del sonriente Javier Duarte y su alocada esposa, Karime, entre ellos el siempre evocado: Rubén Espinosa.
Los funcionarios asistentes a dicho encuentro, fueron el vocero de la presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Martha Delgado (Silla Rota, 7 de noviembre). Jesús se comprometió a dar seguridad social a los reporteros, crear un fondo para el periodismo de investigación, atender las 104 recomendaciones de la ONU y señaló que actualmente hay cerca de mil periodistas que tienen protección del estado.
La realidad es que ni el Mecanismo de Protección a Periodistas (en Gobernación), ni la Fiscalía para la protección de compañeros (Feadle), ni las comisiones en los órganos legislativos, ni las recomendaciones de las comisiones de derechos humanos han servido para evitar que la matanza contra los informadores continúe, ni mucho menos que haya mejoras en las condiciones de trabajo de quienes hacen saber a los ciudadanos lo que ocurre en el país y el mundo.
La mayor parte de esta grave situación la tiene la antigua PGR y hoy Fiscalía, ya que 99 por ciento de los casos ha quedado en la impunidad. Otra culpa, sin duda, es que los legisladores no han hecho su chamba para suministrar a quienes difunden sus iniciativas: aumento salarial, posibilidad de vivienda, seguridad, apoyo a los hijos de víctimas, mejora del trabajo, capacitación para la investigación y un largo etcétera, más bien los ven como trabajadores útiles y con desprecio.
Y también hay omisión de los medios, privados y oficiales, para darles un aliento en todos los órdenes a los periodistas. Aunque el gremio ha sido negligente para organizarse y defender sus derechos.
Negro panorama si además nos informan que hay mil escuelas de comunicación en el país (Raúl Fraga, dixit).
@jamelendez44