Por Francisco Javier Guerrero
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 03 de febrero de 2025.- En los años 40s fue famosa la actriz Veronica Lake, pero su encanto causó muchos problemas en las obreras norteamericanas. En plena Segunda Guerra Mundial cuando los Estados Unidos estaban luchando contra las potencias del eje, ello se debió a que muchas trabajadoras imitaban a Veronica que se cubría uno de sus ojos con su hermosa cabellera y eso causaba muchos accidentes de trabajo. Hoy ya nadie se acuerda de Veronica ni de la singular Jean Harlow que era la chica modelo, a quien Marilyn Monroe debería imitar por su notable éxito en los años 30s actualmente Jean quedó en el olvido.
Muchas personas ya no son materia de recuerdos porque han pasado de moda, pero otras han sido víctimas de una represión de la memoria, porque se les ha querido borrar de la historia y ese es el caso de la vieja guardia bolchevique que rodeaba a Lenin y cuyos nombres fueron excluidos en toda clase de medios impresos y cinematográficos que campeaban en la fenecida Unión Soviética. Históricamente se expulsó con frecuencia de la historia universal a muchas mujeres notables que han sido grandes inventoras y descubridoras científicas de aspectos ignotos de la realidad, como en el caso de Hedy Lamarr que sólo fue conocida por su excepcional belleza como actriz y no por la contribución de sus inventos que llevó a cabo para combatir a las hordas nazis. Puedo citar el caso de muchas féminas cuyas invenciones y descubrimientos fueron expropiados por hombres allegados a ellas, siendo reconocidos como los verdaderos autores de esos beneficios.
Antes del movimiento estudiantil de 1968, los revolucionarios magonistas casi no eran mencionados en textos de historia o se les vituperaba como traidores. A principios de los años 70s el escritor Mauricio Magdaleno pretendía que el nombre de Ricardo Flores Magón se inscribiera con letras de oro en las salas de la máxima legislatura del país, alegando que los magonistas habían sido fieles partidarios de Madero. Yo le expuse a Don Mauricio que los magonistas no fueron partidarios de Madero, sino todo lo contrario. Por fortuna después del movimiento se ha conocido la gran aportación que esos revolucionarios a las luchas de emancipación de los trabajadores en México y en Estados Unidos.
En los diversos campos de la actividad humana han existido muchos héroes anónimos y desconocidos, lo cual contrasta con el hecho de que no pocos sujetos mediocres o ineptos hayan sido ampliamente conocidos. Ha sido muy importante la contribución de Luis Hernández Navarro que en varios de sus artículos en La Jornada ha dado a conocer las identidades y obras de muchos luchadores sociales importantes.
Jesús Antonio Machuca Ramírez fue un sociólogo investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Siempre me llamó la atención que en el mundo intelectual de nuestro país no fuera ampliamente reconocido y que en cambio se celebrar supuestos magos del intelecto que no hacían gala de tenerlo en demasía. Antonio realizó una extraordinaria tesis en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM: Internacionalización de la fuerza de trabajo y acumulación de capital: México– Estados Unidos (1970-1980) donde analizaba a fondo el fenómeno migratorio a escala planetaria, prediciendo y pronosticando mucho de lo que ocurre con ese hecho en nuestros días, como miembro del Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de Fronteras realizó importantes estudios y trabajos de campo en los asuntos prioritarios que se examinaban en esa entidad.
Posteriormente Antonio de convirtió en el principal estudioso del patrimonio cultural mexicano, que es precisamente la base misma y la existencia del INAH. Habría que preguntarse por qué la obra de Antonio todavía es desconocida en muchos campos incluso de las ciencias sociales.
En primer lugar, su obra es de carácter crítico y no apologético respecto a la relación del Estado mexicano con el patrimonio cultural, ya que sobre todo en la época del priato y del neoliberalismo las aportaciones gubernamentales al sector cultura se fueron decayendo y difuminando ya que en la época de su dominación tanto la educación como la cultura eran consideradas como asuntos marginales en el desarrollo del país.
Adicionalmente, sobre todo en la época de Alfonso Caso y sus seguidores, el INAH se fue apartando de la trayectoria progresista de sus orígenes y se fue transformando en una institución donde la investigación científica se fue degradando y devino en un baluarte del indigenismo asimilacionista de las clases dominantes en el país, que surtían de discriminaciones constantes a las clases sociales subordinadas, lo cual se expresaba en que la cultura se analizaba desprendiéndola de sus raíces económicas y sociales. En este marco la obra de Antonio no era reconocida ni se entendía su relevancia. Lo que fracaso en este caso fue el entorno fallido, una institución saboteada por el propio Estado que la creó pero que sin embargo mantiene mucho de su tradición gracias a los notables esfuerzos de sus trabajadores como el propio Antonio.
Lamentablemente Antonio falleció el 27 de diciembre del 2024. Hoy es necesario revisar y validar su excelente obra y por ello se invita a asistir al Homenaje que se le rinde a Antonio Machuca el sábado 15 de marzo en el Museo Nacional de Antropología en un horario de 11:00 a 19:00h.