Assange

Foto: Monirul Alam / EFE

Por Gregorio Ortega

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 29 de abril de 2019.- Urge revisar el concepto de libertad de expresión, porque como beneficio la sociedad es su destinataria, nunca los gobiernos ni el Estado, que por norma tergiversan y se protegen de las miradas y lenguas de los que no pertenecen al selecto grupo del poder, ya sea éste político o económico.

     Sin embargo, la detención de Julian Assange obliga a ensayar una redefinición de lo que es informar, porque la repetición incesante de las mañaneras desde el púlpito de la infalibilidad del líder del movimiento de la supuesta regeneración nacional, pervierte la relación entre el poder y los súbditos, porque bajo su perspectiva dejaron de ser ciudadanos, ahora son animalitos a los que es necesario alimentar, pero sobre todo pastorear.

     Sí, pastorear con la verdad rebelada, con esas palabras que no pueden ser contradichas ni cuestionadas, que lo mismo desautorizan a los suyos que escarnecen a los vistos o considerados como los enemigos del pueblo bueno y sabio. Se les exhibe, como se hace gala del perdón que se les concede.

     En este contexto Assange y lo que hizo adquieren la dimensión de Prometeo, porque informar es poner en manos la luz del conocimiento de lo que se hace y debió hacerse desde el poder. A veces lo correcto y oportuno, pero casi siempre la comisión de abusos y el olvido para justificar la omisión.

     Assange Prometeo, que en la transcripción e interpretación de Blanche Petrich se convierte en advertencia: “El gobierno de Barack Obama tenía planes para México en 2010: Ayudaremos al gobierno a consolidar las instituciones penales del poder civil y a retirar gradualmente a los militares de la vigilancia en las calles, una tarea para la cual no tienen ni atribuciones legales ni capacitación. Contaba, para lograr su objetivo, con un compromiso sin precedente por parte de la administración de Felipe Calderón.

     “Esto consta en el cable 10MEXICO0202 de la embajada de Estados Unidos titulado Avances de 2009, desafíos para 2010, ventilado por Wikileaks a La Jornada. Es un amplio documento que establece que la relación bilateral nunca había estado más sólida. Un texto que demuestra que, mientras más estrecha es la amistad, más descarnadas son las presiones”.

     Por su parte Arturo Cano nos refiere a la traición: “Es frecuente encontrar en los despachos de la embajada estadunidense en México quejas sobre la falta de colaboración de funcionarios mexicanos con sus contrapartes del norte. No es el caso de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, quien en febrero de 2007 dijo a Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos: Usted tendrá libre acceso a nuestra información de inteligencia en seguridad pública.

     “En su oferta, contenida en el cable 07MEXICO983 –entregado por Wikileaks a La Jornada–, García Luna pedía establecer protocolos para hacer posible ese intercambio de información de inteligencia de alta calidad”.

     ¿Ha variado la relación entre México y Estados Unidos? ¿Hay diferencia entre las filtraciones certeras y las denuncias sin sustento formuladas desde el poder, tan sólo para escarnecer? Prometeo-Assange debe quedar libre, ya.

@OrtegaGregorio

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