Banxico favorece a la banca, no al país

Por Arturo Huerta González

Por Arturo Huerta González

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 25 de agosto de 2024.- El viernes 16 de agosto del 2024, el subgobernador de Banxico Jonathan Heath, defendió la autonomía del banco central y señaló que “cuando el banco central carecía de autonomía los brotes inflacionarios llegaron a ser de tres dígitos”. Al respecto hay que de 1939 a 1958 la inflación fue de 7 % promedio anual. De 1958 a 1970 la inflación fue de 3% promedio anual y el crecimiento del PIB en ese período fue de 6.2% promedio anual y banco central no era autónomo y compatibilizó crecimiento económico con baja inflación y estabilidad financiera. La inflación de tres dígitos se dio a raíz de la crisis de deuda de 1982 que llevó a la devaluación y a la inflación y a la contracción de la actividad económica, del consumo y de importaciones para generar un ahorro forzoso que se tradujo en superávit de comercio exterior para cumplir con el pago de la deuda externa. La inflación fue derivada de la devaluación del peso. Lo que ha hecho el banco central autónomo es establecer altas tasas de interés para atraer capitales para cubrir el pago del servicio de la deuda y estabilizar el tipo de cambio y así abaratar importaciones y reducir la inflación. El costo de esta baja inflación ha sido la alta tasa de interés y apreciación del tipo de cambio que restringen la inversión y al abaratar importaciones se desplaza la producción nacional, lo que incrementa el déficit de comercio exterior, lo que frena el crecimiento económico y lleva a la economía a depender más de la entrada de capitales, por lo que sigue la alta tasa de interés para que vengan al país, a costa de no tener política económica a favor del crecimiento.

Las altas tasas de interés y la apreciación del tipo de cambio han favorecido a la banca y al capital financiero externo que viene a comprar deuda pública a alta tasa de interés y cuando ese capital quiere salir del país, el dólar lo compra más barato que cuando entró. Pierden los sectores endeudados, empresas, familias y el gobierno, que al aumentar el costo de su deuda restringen la inversión y consumo y se frena el crecimiento económico y la generación de empleos bien remunerados. Ello acentúa la pobreza y la desigualdad del ingreso y evidencia que a Banxico le importan más los banqueros que lo que le acontezca a las grandes mayorías.

La economía nacional en todo el período de la autonomía del banco central en estos 30 años ha crecido en 1.2% promedio anual. En cambio, las ganancias de la banca han crecido significativamente, lo que evidencia lo disfuncional de la autonomía del banco central a los objetivos nacionales.

El economista referido de la Junta de Gobierno de Banxico dijo que “la institución no está perdiendo credibilidad”. A ello hay que decir que efectivamente no ha perdido credibilidad respecto al sector financiero al cual responden, pero no tienen credibilidad en relación al resto de los sectores de la economía que sufren por las altas tasas de interés que les ha incrementado el costo de su deuda, lo que se ha traducido en transferencias crecientes de recursos a la banca a costa de su descapitalización, que contrae consumo, inversión, la actividad económica y la generación de empleo.

Señaló Jonathan Heath que dicha institución “tiene los mejores economistas financieros que existen en el país”. En cuanto a eso hay que decir que la evaluación de los economistas hay que hacerla en función de los resultados de las decisiones de política monetaria que toman, y ellos solo han favorecido al sector financiero y su política ha hundido a la economía en un estancamiento prolongado y, además, ni siquiera han cumplido con el objetivo de reducir la inflación a su nivel objetivo de 3%, sino que, por el contrario, está de nuevo repuntando. Si fueran los mejores economistas, es para que estuvieran instrumentando una política monetaria que baje la inflación en condiciones de crecimiento económico y alto empleo, que, aunque tal objetivo no lo establezca la Ley Orgánica del banco central, perfectamente lo podrían hacer si respondieran a los objetivos nacionales y no lo hacen pues están ahí para actuar a favor del capital financiero que requiere altas tasas de interés. El presidente de la República es el que hace la propuesta de candidatos a la Junta de Gobierno de Banxico al Senado y éste los ratifica, por lo que escogen a los “mejores economistas financieros que existen en el país” para defender los intereses del capital financiero internacional y nacional, lo que evidencia que el gobierno y el Senado están obligados a defender los intereses del capital financiero, sin importarles que las decisiones ahí tomadas no responden a los objetivos de crecimiento, empleo y bienestar que desean los electores.

El problema es que ningún partido político cuestiona la actuación del banco central, ni demandan que la política monetaria deba compatibilizar baja inflación en condiciones de crecimiento económico y alto empleo y así ser funcional a los propósitos nacionales.

Jonathan Heath dijo “el problema de seguridad ha ido creciendo” y que “por esta razón se verá un efecto sobre los precios”. Ahora, adjudican la inflación al problema de inseguridad que se ha traducido en cobro de piso que incrementa los costos y los precios. Trata de ignorar las causas principales de la inflación, que es consecuencia de la alta tasa de interés que ellos establecen, la cual restringe la inversión, el empleo y la producción, lo que ocasiona escasez de productos que repercute sobre alza de precios. El desempleo, subempleo y la miseria trae como consecuencia el incremento de la delincuencia organizada, que tiene entre sus actividades el cobro de piso que termina en alza de precios. Si la tasa de interés no fuera alta, si hubiera política económica a favor del crecimiento y del empleo bien remunerado, no tendríamos la inseguridad que nos preocupa a todos.

 

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