Carta a AMLO
Foto: Especial
Ciudad de México, 01 de mayo de 2020.
Ciudadano Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador,
Presente:
Después de más de 500 horas de ver sus mañaneras, miro y oigo pasmado sus palabras, lanzándose por enésima contra la prensa, como ningún otro mandatario ha hecho, desde que comencé en este oficio–sexenio de José López Portillo, 1976-1982.
Lamento decir que cuando un pendejo descalifica se convierte en loa.
Ojalá no sea su caso.
También vengo de la escuela de Proceso.
Y le platico, Señor Presidente –o “Jefe de la Nación”, como le dice con humor involuntario un reportero, apodado Lord Mólecula–:
Había cualquier cantidad de santones del periodismo que recibía chayo.
Ese que usted tanto crítica desde su amorosa tiranía.
Ley no escrita era, no sé si todavía: si no te corrompe, acéptalo.
Por cierto, otra cosa que quizá desconoce:
Su titular de la CFE, Manuel Bartlett –funcionario a quien usted quema incienso–, entonces secretario de Gobernación, envío un emisario a la revista Proceso.
O cancelaban un reportaje o se atenían a las consecuencias.
Su amenaza fue tal que, ateridos de miedo, Julio Scherer y Vicente Leñero se autocensuraron.
Pregunto y me pregunto:
¿Sólo quiénes aplauden sus sandeces son independientes?
Como La Jornada — Granma, de la Cuarta Masturbación–, cuya directora, no olvido –y quizá usted no sepa–, posee un departamento de dos millones de dólares, a costa de sangre, sudor y lágrimas de los trabajadores.
Lamento decirle, con todo respeto, que es usted eterna plañidera.
Y así terminará su sexenio.
No hay peor villano que quien se hace la eterna víctima.
Porque los malos siempre serán los otros.
Nunca aceptará su miseria humana, como cualquier mortal.
Reciba mi aprecio.
Atentamente
Jesús Yáñez Orozco