Por Arturo Huerta González
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 13 de enero de 2025.- En el discurso de los primeros 100 días del gobierno, la presidenta del país dijo que “no vamos a regresar al modelo neoliberal, ni a la decadencia del pasado”. El problema es que los gobiernos de la 4 “T” no se han alejado del modelo neoliberal. Sigue la disciplina fiscal, la autonomía del banco central, el libre movimiento de mercancías y capitales, así como la desregulación del sector bancario-financiero que hace lo que quiere, que es disfuncional al crecimiento económico y gana más que nunca y todo ello constituye el modelo neoliberal y de ahí que continúa la decadencia de la economía, que del 2018 al 2024 trae un crecimiento de 0.7% promedio anual. Y justo, porque continúa dicho modelo económico, no se trazaron las medidas para retomar el crecimiento económico y encarar el embate que el país enfrentará como consecuencia de las medidas anunciadas por el próximo presidente de EUA. Al parecer el gobierno parte de la premisa de que no se instrumentarán los aranceles contra las exportaciones que el país realiza hacia EUA, que representan el 80% del total de lo que se exporta. También, el gobierno mexicano cree que convencerá al nuevo gobierno de EUA de que no realice la deportación de inmigrantes indocumentados hacia el país. El gobierno de México confía en que todo seguirá igual, por lo que no adelanta medidas para hacer frente a la caída de exportaciones, de inversión extranjera, de remesas y al retorno de miles y miles de connacionales que acontecerá en los próximos meses. Quizá no se hizo mención de ello, para evitar que el gobierno de Donald Trump considere que el gobierno da como un hecho de que ello acontecerá, sino que se confía de que a través del diálogo y la negociación se pueden evitar los aranceles a las exportaciones mexicanas y la deportación de los indocumentados nacionales.
El discurso de los 100 días resaltó el avance de los programas sociales y de que ya son constitucionales. El problema es que ellos se inscriben dentro de la austeridad fiscal y de la reducción del déficit fiscal y el no crecimiento de la deuda pública, lo que implica que los programas sociales se financian con recortes a la inversión pública y en el discurso se nos dice que México será potencia científica. Al no crecer la inversión pública, todo apunta que el desarrollo de los talleres de softwear, como de los aviones no tripulados y de los vehículos eléctricos, serán impulsados por la inversión privada y sobre todo extranjera, pues ellos son los que monopolizan la tecnología. Y quien gana con ello son dichas empresas, que no transfieren tecnología a las empresas nacionales, además de trabajar con altos componentes importados por lo que su dinámica no genera efectos multiplicadores internos a favor del desarrollo manufacturero. En el discurso de los 100 días se habló de sustitución de importaciones, pero para que ello se dé, tiene que haber créditos baratos, subsidios y política proteccionista, que no están presentes en la economía nacional.
Con relación al T-MEC se dijo que ha beneficiado al país por la sustitución de importaciones, por la creación de empleo y que el gobierno mexicano busca la integración de toda América Latina y el Caribe a dicho acuerdo comercial. En el artículo del pasado 31 de diciembre 2024, señalé que la relación de importaciones de manufactura respecto al PIB manufacturero en 1993 era de 37.8% y en el 2023 pasó a ser de 149.2%, lo que evidencia que el acuerdo comercial con EUA y Canadá no ha sustituido importaciones, sino las ha incrementado a costa de desplazar a la producción nacional y afectar la generación de empleo en dicho sector. En el período del 2018 al 2023 el personal ocupado en la industria manufacturera tuvo un crecimiento de 0.48% promedio anual y la industria manufacturera creció en 1.46% promedio anual en tal período. El gobierno mexicano en vez de cuestionar y revisar dicho acuerdo comercial pretende llevarlo a toda América Latina para que sigan lucrando las empresas transnacionales a costa de desplazar a las empresas nacionales y llevar a las economías latinoamericanas a más desindustrialización y a menor crecimiento.
El 2025 será un año muy complicado para la economía mundial y sobre todo nacional, pues no se tiene manejo soberano de la política económica para superar los problemas actuales y los que están por venir, por lo que el gobierno debe abrir el debate nacional y no seguir con las políticas que nos han llevado al contexto de estancamiento en el que nos encontramos.