Congreso de la lengua en Córdoba, Argentina
Por Humberto Musacchio
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 07 de mayo de 2019.- Hace unas semanas, se celebró en Córdoba, Argentina, el octavo Congreso Internacional de la Lengua, al que asistió una delegación mexicana que incluyó, por supuesto, a miembros de la Academia como Gonzalo Celorio, Fernando Serrano Migallón, la infaltable Concepción Company (la que inventó mexicanismos como box spring, hot dog y otros), y Jaime Labastida, quien presidió una de las tres sesiones plenarias (en distinta sesión, Consuelo Sáizar fungió como comentarista). Fue también un fuerte equipo puma encabezado por Enrique Graue, rector de la UNAM; con Alberto Vital, coordinador de Humanidades; Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural; Armando Casas, director de TVUNAM, y el jurista Diego Valadés. Por El Colegio de México asistió doña Silvia Giorguli, quien presidió la mesa La comunicación en el pensamiento científico.
NUTRIDA DELEGACIÓN ASISTIÓ POR MÉXICO
Participaron los escritores Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura; Juan Villoro y Christopher Domínguez, miembros de El Colegio Nacional; y Mónica Nepote, a quien le tocó presidir un panel. Fueron comentaristas en diversas mesas otros nueve mexicanos, seguramente investigadores universitarios de quienes no tenemos datos en esta República. Hubo, como está dicho, tres sesiones plenarias y una fue presidida por un mexicano, en tanto que, de los 15 paneles, sólo dos paisanos nuestros fungieron como coordinadores. En la mesa de la “solemne sesión inaugural” se sentaron Mario Vargas Llosa, la hispana Carmen Riera, el rey de España, el presidente de Argentina y ni un solo representante de México, país que tiene, por mucho, al mayor número de hispanohablantes. Una franca descortesía, pese a que en estos tiempos de austeridad se mandó una numerosa representación pagada con dinero público.
VARGAS LLOSA VS. LÓPEZ OBRADOR
Mario Vargas Llosa recriminó al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, su petición de que el rey de España se disculpe por los abusos cometidos en la conquista. “Tengo la impresión de que se equivocó de destinatarios, debió enviarse la carta a él mismo y responder a la pregunta de por qué México, que hace cinco siglos se incorporó al mundo occidental gracias a España, tiene todavía tantos miles de indios marginados, pobres, ignorantes, explotados; es una pregunta que se puede hacer a casi todos los presidentes latinoamericanos”, indicó el escritor, quien agregó que el presidente mexicano “no parece informado de que las grandes matanzas de indios no fueron sólo en los años coloniales; algunos países como Argentina, Chile o la propia Perú cometieron matanzas espantosas de indios durante la República y que se han seguido cometiendo en la Amazonía en la época del caucho”. Lamentablemente, no hubo un mexicano que le dijera: “Tienes razones, pero no tienes razón, porque el colonialismo es indefendible”.
COLONIALISMO Y ABIERTA MISOGINIA
Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española (“yo soy la mar de tolerante”, dijo de sí mismo), hizo gala de su desprecio por los habitantes de lo que para gente de su ralea fue tierra de conquista. Interrogado sobre el empleo del género masculino con valor neutro, respondió: hay quienes creen “necesario modificar algunos términos del habla para dar más visibilidad a las mujeres. Creen que contribuye a la igualdad… Es verdad que la desigualdad existe… aunque no va a desaparecer sólo porque modifiquemos algunos términos del habla corriente”. La soberbia colonialista tuvo varias respuestas, entre otras la de Jorge Fondebrider, quien preguntó: “¿Qué hace acá el monarca español presidiendo un congreso que tendría que tener como únicos intervinientes a filólogos, lingüistas, lexicógrafos, escritores, traductores y profesores de lengua?”. El aplauso que recibió fue el más intenso del Congreso.