Conspiración mundial
Foto: Alejandro Meléndez / FotorreporterosMx
Por José Sobrevilla
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 23 de abril de 2020.- Así como los memes hacen mofa de la pandemia, la imaginación y la realidad se han combinado para arrojar luz sobre qué pasa con el origen del virus. Datos, hechos y sucesos se han combinado para hacer de la tragedia un festín de conjeturas. Unos dicen que la pandemia se originó por la guerra comercial de China y Estados Unidos, por los aranceles iniciada en marzo de 2018, y que llevó al encarcelamiento en Canadá de Meng Wanzhou, vicepresidenta de Huawei. Otros, que tiene que ver con el ‘Riesgo de longevidad’ alertado por el FMI desde 2012, o las inversiones millonarias en tecnología 5G de Bill Gates (Caballero Comandante de la Orden del Imperio Británico) quien ha sido el más ávido promotor de la vacunación forzada, y recientemente fue acusado por un ex-asesor de la Administración Trump de “estar detrás de la creación del coronavirus”)[1].
Recién reportado el primer caso de Coronavirus, fue filtrada la detención por el Departamento de Justicia de Estados Unidos del Dr. Charles Lieber, titular del departamento de química y biología de la Universidad de Harvard, por incumplir un reporte de ingresos del gobierno chino por más de 1,5 millones de dólares para un laboratorio en la Universidad Tecnológica de Wuhan (WUT), China.
Lieber recibía 50 mil dólares mensuales y gastos de subsistencia por aproximadamente 158 mil dólares y, las actividades que realizó lo llegaron a convertir en el “científico estratégico”, sobre todo cuando participó de 2012 a 2017 en el ‘Thousand Talents Plan de China’; programa diseñado para atraer, reclutar y cultivar talentos científicos de alto nivel y promover el desarrollo científico, la prosperidad económica y la seguridad nacional China.
Lo anterior lo publicó Nahiara S. Alonso (Newtral.es) el 5 de abril pasado, donde él mismo aseguraba que no existían pruebas de que el coronavirus haya sido fabricado; no obstante en la red encontramos infinidad de datos, muchos de científicos y todo tipo de informaciones que aseguran lo contrario.
Inmediatamente a su detención, corrió en Whatsapp el bulo de que “Estados Unidos había descubierto al que fabricó y vendió el Coronavirus a China”, escándalo que trascendió de los círculos académicos.
A esto se añadió la detención –también en EU– de dos «estudiantes» chinos que trabajaban como asistentes de investigación, uno teniente del ejército chino y miembro del Partido Comunista Chino, Yanqing Ye, a quien acusaban de robar investigaciones de Estados Unidos. El otro, Zaosong Zheng, capturado en el aeropuerto de Logan al intentar tomar un vuelo a China con 21 muestras biológicas sensibles de contrabando, según el FBI.
Si bien estos tres arrestos involucraban a personas que mintieron sobre sus lazos con China, los hechos tuvieron lugar en diferentes universidades y no estaban relacionados uno con el otro[2], se dijo.
Charles Lieber, compareció ante la jueza magistrada Marianne B. Bowler en un tribunal federal en Boston, Massachusetts y, además, la escuela afiliada de Lieber, la Universidad Tecnológica de Wuhan, no trabajaba con virus, según una lista de proyectos de investigación en su sitio web; básicamente es escuela de ingeniería, enfocada a ciencia de materiales, transporte y logística. Por otra parte, Lieber tampoco es virólogo ni genetista sino experto en nanotecnología.
Otros rostros de la presunta conspiración
En febrero de este año el portal “Mente alternativa” publicó algo que tituló: ”Coronavirus: La bioguerra de Londres contra China (análisis de Daniel Estulin y Helga Zepp-LaRouche)”
Daniel Estulin (Vilna, Lituania; 29 de agosto de 1966) es un escritor, investigador y orador ruso, hijo de padre científico y madre pianista, que ha trabajado como agente de contraespionaje del Servicio Federal de Seguridad, la agencia de inteligencia rusa. Habla ruso, inglés y español y sus estudios como investigador se han centrado en el Club Bilderberg y ha sido reconocido por el estudio e investigación de los principales centros de poder mundial, como la Comisión Trilateral, y el Council on Foreign Relations.
“La línea argumental de su trabajo se ha centrado en la existencia de un poder oculto oficializado, ajeno al control gubernamental, que toma las decisiones más trascendentes que afectan a los derechos humanos intrínsecos, y que las estructuras parlamentarias de la mayoría de los países del bloque occidental se encuentran sometidas a su control”, consigna Wikipedia.
Helga Zepp-LaRouche (Trier, 25 de agosto de 1948) es una activista política alemana, viuda del activista político estadounidense Lyndon LaRouche, y fundadora del Schiller Institute, el movimiento LaRouche y el partido alemán Bürgerrechtsbewegung Solidarität, también conocido como Movimiento de Derechos Civiles Solidaridad. Ha contendido sin éxito en varias ocasiones a cargos políticos en Alemania, representando pequeños partidos fundados por el movimiento LaRouche. Es editora de Das Hitler-Buch (1984), que es una colección de investigaciones históricas sobre los orígenes del nazismo publicados por el Instituto Schiller.
‘Mente Alternativa’ se pregunta ¿Qué hay detrás del supuestamente temible coronavirus? ¿Cuál es el papel de la élite en su promoción? ¿A qué juega la Organización mundial de la Salud? ¿La élite está usando el coronavirus como preparación de la Ley Marcial después de la quiebra de los mercados de cara al colapso global manufacturero?
“Si Europa y Estados Unidos quieren que les crean cuando hablan de ‘derechos humanos’ y ‘valores occidentales’, consigna en un podcast Daniel Estulin, deberían unir esfuerzos con China y cooperar en la batalla para derrotar al coronavirus, ya que la actitud de sus medios de propaganda sólo respalda la bien sustentada hipótesis de que el coronavirus es un virus de laboratorio, diseñado y lanzado por el imperio británico como arma biológica en su guerra híbrida contra China y la integración euroasiática”, deducción interesante del doctor en inteligencia conceptual.
Tanto Helga como Estulin han coincidido en la posibilidad de que ‘toda la historia del coronavirus no valga un centavo, ya que el nuevo virus es muy inferior a la gripe común que, por cierto, es peligro grave y, sin la publicidad del coronavirus ha llegado a matar 650 mil personas al año en el mundo, 60 mil de ellas en Estados Unidos’.
Las implicaciones del coronavirus parecen ser más bien políticas, económicas y sociales –dicen–; por tanto, las opciones son que exista algo que se nos oculta acerca del Covid19 y que China, a través de sus acciones, esté tratando de resolver otros objetivos.
Para Estulin el colapso económico planetario está a la vuelta de la esquina; pero mientras no haya pánico entre los principales financieros del planeta, y no se hayan convocado conferencias urgentes ni reuniones extraordinarias, “yo no entraría en pánico”, porque, agrega, “a Bloomberg parece importarle más el tema de la elección presidencial de 2020, por lo que tenemos tiempo hasta noviembre”.
Elegir Wuham como epicentro del coronavirus fue un trabajo de inteligencia excepcional a nivel geopolítico, porque es el punto neurálgico del sistema de comunicación del país (vías ferroviarias, carreteras, etc.); y el primer levantamiento que llevó a la quiebra del imperio en 1911, ocurrió en ese lugar.
“Estamos frente a una operación de los servicios de inteligencia británicos contra Xi Jinping, quien lleva un gobierno liberal financista, igual que los banqueros financistas clintonoides de Wall Street en los Estados Unidos”. En Rusia, Putin había logrado tumbar al gobierno liberal financista y Xi lo quería hacer pero después de las celebraciones del año chino, afirma Estulin.
“Hay pruebas de que Estados Unidos está detrás de la epidemia del coronavirus”, difundió CubaCute (cubacute.com/2020/02/23) asegurando que se trata de un arma biológica creada en laboratorios norteamericanos para ser utilizada en contra del gobierno chino. Así lo difundió Prensa Latina, bajo la firma del periodista brasileño Pepe Escobar.
En el texto afirmaba que desde la Casa Blanca se planificó la creación del coronavirus como una arma de la “guerra híbrida estadounidense en China”, y que es una herramienta política enviada por el cielo que requirió de “una inversión mínima” y cuyo objetivo principal era afectar la economía de China ante la “economía semiparalizada de EEUU”.
Por otra parte, en marzo de este año, ‘Mente Alternativa’ difundió que existen vínculos entre el coronavirus, la Pilgrims Society y el Instituto Pirbright de la corona británica. Esto según la investigación publicada por Americans for Innovation, “el Coronavirus fue inventado por el Instituto Pirbright en laboratorios ubicados en Woking, Surrey, Inglaterra, a las afueras del cinturón exterior M25 de Londres”.
Señala que “el Instituto Pirbright (Reino Unido) recibió 11 patentes de Estados Unidos, incluida la U.S. Pat. No. 10,130,701 de Coronavirus, y que éste instituto lo controla el Golden Share de la Reina junto con SERCO y QinetiQ. Los controladores de Pirbright se remontan a SERCO, QinetiQ (compañía multinacional británica de tecnología de defensa) y Sir Geoffrey E. Pattie, el presidente Marconi y el Instituto Británico de Propiedad Intelectual”.
Actualmente British SERCO dirige la Oficina de Patentes de Estados Unidos; y asegura que la evidencia es la Zona 02 y la Región 04 de FEMA, Estados Unidos, los sitios web de Obamacare, OPM, GSA y SPAWAR de la Marina norteamericana, Virginia, Nueva York; los 63 controladores de tráfico aéreo de ciudades de Estados Unidos, y más. SERCO usó su control de la Oficina de Patentes de Norteamérica para otorgarle a su bioempresa británica una patente sobre el Coronavirus en un tiempo récord, lo cual es un fraude escandaloso del que nada se sabe por la simple razón de que Pilgrims Society controla a la prensa occidental.
Fuentes:
[1] https://www.mentealternativa.com/la-millonaria-inversion-de-bill-gates-en-la-tecnologia-5g/
[2] https://www.snopes.com/fact-check/charles-lieber-arrested-coronavirus/