Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de octubre de 2023.- El jueves 5 de octubre 2023 fui invitado a participar en el XXVII Seminario Internacional “Los Partidos y una Nueva Sociedad” que anualmente organiza el Partido del Trabajo, donde asisten dirigentes de diversos partidos de “izquierda” a nivel mundial, que más que discutir temas relevantes para el movimiento de izquierda y sus propuestas, muchos lo toman como turismo político. La charla que diserté se tituló Política Económica Neoliberal y Alternativas de Crecimiento. Ahí se analiza que el gobierno actual y muchos de la llamada izquierda en América Latina y más allá, mantienen las políticas económicas emanadas del FMI y del Banco Mundial que no realizan cambios estructurales y de política económica encaminados a generar condiciones endógenas de crecimiento sostenido, con pleno empleo y que disminuya nuestra dependencia de entrada de capitales. Tales gobiernos han continuado con las políticas de libre mercado y de austeridad fiscal que reduce la participación del gobierno en la economía para ser bien vistos por las calificadoras y los organismos financieros internacionales. Ante las críticas que al respecto realicé, un grupo de asistentes al Seminario no estuvo de acuerdo y empezaron a corear el nombre de su pastor y a que se terminara el tiempo de mi intervención, reflejando cerrazón, adoctrinamiento a la indisposición a escuchar críticas a las políticas del gobierno, evidenciando que están predeterminados para sin importar cuales sean las acciones e ideas y razones detrás de su pastor, dan una respuesta autómata.
En la disertación se cuestionó la autonomía del banco central que le quitó al gobierno el control de la moneda y un gobierno sin control de su moneda no tiene política económica alguna a favor del crecimiento, del desarrollo industrial y agrícola, a favor de empleo y del bienestar de la población. Igual critica se hizo al libre comercio, a la libre movilidad de capitales, a la austeridad fiscal, a las altas tasas de interés, a la apreciación cambiaria, todo lo cual favorece al sector financiero y al capital internacional, y que nos han llevado a tener menos industria, a perder la autosuficiencia en granos básico, a tener menos empleos formales, menos salarios, menor crecimiento y creciente desigualdad del ingreso. Asimismo, se afirmó que la pobreza no se resuelve con programas sociales, sino generando políticas de empleo bien remunerado y que en el actual gobierno no hay política de empleo, ni política industrial, ni política agrícola para alcanzar una dinámica sostenida y menos dependiente de la entrada de capitales. Se señaló que la política fiscal fue creada para generar pleno empleo, no para que se trabajara con austeridad fiscal y no endeudamiento, ya que esto solo favorece al gran capital y desatiende lo nacional.
Los que se han beneficiado de la política económica actual ha sido la banca, que gana lo que quiere y no contribuye al crecimiento económico y que mientras siga el sector financiero determinando la política económica a su favor, el país no tendrá perspectiva de crecimiento, ni resolverá los problemas que enfrentamos.
También señalé que los partidos progresistas no cuestionan la autonomía del banco central en sus países, ni la inserción de sus economías en el proceso de globalización, lo que ha actuado en detrimento de los países de baja productividad y competitividad. Al final de la exposición puse como ejemplo al presidente Roosevelt que para salir de la depresión en EUA de 1929 -1933 subordinó al sector financiero a favor del sector productivo y del empleo y ningún partido progresista propone eso hoy en día.
Al término de la exposición, el dirigente nacional del partido que organizó el evento dijo que hay que aceptar la diversidad de opiniones y que el conferencista era un académico de ultraizquierda y dicho dirigente pasó a defender la política económica actual. El comentario realizado acerca de la ponencia es erróneo y denota falta de comprensión de lo que son posiciones progresistas y de la problemática nacional. Ante la afirmación de dicho dirigente, es pertinente aclarar que una posición de ultraizquierda sería la que está por la expropiación de los medios de producción y la dictadura del proletariado, cosa que no sugiero.
Las políticas que se recomendaron en la exposición son las que han resultado exitosas donde el Estado ha actuado como regulador de la actividad económica y actúa a favor del pleno empleo y los sectores productivos, subordinando al sector financiero a tales objetivos y ello permitió condiciones de crecimiento a nivel mundial desde fines de los años treinta hasta 1981 y dejamos de crecer cuando a partir de 1982 pasó a predominar el neoliberalismo de más mercado y menos Estado. Tales planteamientos hoy en día pasan a ser radicales dado que predomina la mentalidad neoliberal en todos los dirigentes políticos de todos los colores para ser bien vistos por el gran capital para ser opción de gobierno.
Esa etiqueta de colocar como ultraizquierdas a los planteamientos ahí vertidos es tratar de anularlos. Así es como perece el debate de ideas. Dicho dirigente se olvidó de lo que es la izquierda o las políticas progresistas y asume posiciones de complacencia a la política económica neoliberal del actual gobierno que favorece al sector financiero y al gran capital.
Aparentemente si ese Seminario era un lugar donde van las izquierdas del mundo, uno esperaría que hubiera un entendimiento de lo que son las posiciones de avanzada y si se dio esa respuesta a las posiciones ahí vertidas, es que no existe tal.
Necesitamos plataformas de discusión económica libre de atavismos de partido y fanatismo, en las que se discutan con apertura los problemas raíz que nos aquejan como país y en los que se debatan los caminos para abordar los males que nos aquejan.