Cuidando a Tina evolucionamos

Por Teresa Gurza

Por Teresa Gurza

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 28 de julio de 2024.- Hace unas semanas les decía que investigaciones recientes afirman que más que el estudio y la investigación, fueron los juegos de mesa el factor que nos ayudó a evolucionar como especie.

Y acabo de enterarme por una nota de la BBC, que también lo hicieron la compasión y los cuidados que durante millones de años brindamos a los más débiles.

Tina fue una niña neandertal con síndrome de Down, escribió Cristina J. Orgaz para un artículo que la BBC publicó este 7 de julio dando cuenta de la teoría científica que asegura que la vida en sociedad y la atención que hemos dado a los demás, es probablemente lo que ha permitido a nuestra especie sobrevivir y evolucionar.

Tesis que se ha visto reforzada por el resultado de una investigación realizada en España y centrada en un fragmento de hueso cuyas inusuales características, llamaron la atención de los paleontólogos.

El hallazgo ocurrió en el yacimiento rupestre de Cova Negra, cerca de la ciudad española de Valencia; donde en 1989 se descubrió un fragmento de hueso de 5 centímetros que procedía del oído interno de un pequeño neandertal de 6 años y sigue siendo estudiado.

Aunque no ha podido descifrarse, si era de niña o niño; los paleontólogos bautizaron a su probable dueña, como Tina.

Y aseguran, que encontrar una parte del canal auditivo de un neandertal es raro; porque casi siempre los hallazgos son de cráneos, dientes o extremidades.

Los neandertales poblaron Europa durante miles de siglos, hasta que se extinguieron hace 40 mil años.

Ellos y nosotros, homo sapiens, somos especies distintas de homínidos que venimos de un antepasado común y convivimos durante un tiempo y se calcula que el pedacito de hueso encontrado tiene entre 120 mil y 40 mil años de antigüedad.

“La verdadera sorpresa nos la llevamos con la tomografía porque reveló que esa criatura tenía unas lesiones del nacimiento que se corresponden con el síndrome de Down; y le habrían generado a lo largo de su vida, deficiencias importantes de salud”, informó el profesor emérito Valentín Villaverde Bonilla, del departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, jefe del equipo que excavó Cova Negra.

Villaverde agregó, que el síndrome de Down es un trastorno genético en el que la persona tiene un cromosoma extra; anomalía que puede causar distintos grados de discapacidad intelectual, problemas de corazón, digestivos y de otros órganos.

Y que los daños detectados en el fósil, indican que Tina había sufrido inflamaciones frecuentes del oído, sordera, problemas de equilibrio y dificultades de movilidad y con todo eso en contra, llegó a cumplir 6 años; edad que supera la esperanza de vida de los niños con ese síndrome, en la población prehistórica.

Eso, los llevó a deducir que no solo recibió cuidados especiales de su madre, sino de otros miembros del grupo de cazadores-recolectores pese a que no les debe haber sido fácil, porque se movían mucho y por territorios muy amplios.

Las conclusiones del equipo de paleontólogos españoles fueron publicadas en el ejemplar de este mes de julio por Science Advances; junto a la pregunta clave de si esos cuidados fueron altruistas o por interés de que se les devolviera el favor.

El cuidado de personas discapacitadas entre los neandertales se conoce desde hace mucho tiempo, pero algunos autores creen que los cuidados se daban entre individuos capaces de corresponder la atención, mientras otros sostienen que los cuidaban por un sentimiento de compasión.

BBC Mundo entrevistó también sobre el extraordinario hallazgo a Mercedes Conde Valverde, investigadora de la Cátedra de Otoacústica Evolutiva de HM Hospitales y la Universidad de Alcalá, que encabezó al   equipo de investigadores españoles encargados de analizar el fragmento.

Conde precisó que el debate científico se centra en si se ayudaba por cariño y compasión o era comportamiento de ayuda recíproca.

Y especificó que existen restos de otros individuos neandertales con padecimientos que probablemente requirieron de la ayuda del grupo, pero eran adultos y con patologías con las que no nacieron, como heridas, enfermedades, huesos rotos y otros traumatismos.

Mientras que el caso de Tina es excepcional, porque nació con el Síndrome de Down y por tanto, no podía esperarse devolviera el favor; lo que indica, que los neandertales tenían comportamientos tan altruistas como el nuestro.

Y como venimos de dos líneas evolutivas diferentes, tener actitudes semejantes significa que nuestro antepasado común, que vivió hace un millón de años, seguramente las tenía y de ahí que ambas líneas lo hayan heredado, concluyó Conde Valverde.

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