Periodistas Unidos. Ciudad de México. 30 de junio de 2023.- Crece la inseguridad y se extiende la presencia militar en los más dispares organismos. Se multiplican los costos de obras emblemáticas del sexenio, como la refinería en Dos Bocas y el Tren Maya. La cultura es territorio abandonado y lo mismo ocurre con otras áreas que el actual gobierno considera de segundo o tercer orden. La administración de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad dista de ser para empresas públicas eficientes….
Y mientras presenciamos tan triste panorama, las llamadas fuerzas vivas de la nación están inmersas en el proceso sucesorio, adelantado por el Supremo Destapador, quien días después de las elecciones de 2021 dio el banderazo de arranque al referirse a los precandidatos, a los que llamó corcholatas.
En este 2023 el país está abierta y totalmente metido en la sucesión, con Morena y sus opositores violando la legislación electoral y disfrazando el proceso preelectoral con fórmulas disparatadas que a nadie engañan, pero sí entretienen, distraen de los grandes problemas nacionales. Se quiere aparentar que la decisión final provendrá de un conjunto de encuestas, lo que resulta apenas creíble para la fanaticada morenista. Y nada más.
En el pelotón de punta de Morena marchan Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, no necesariamente en ese orden, pues aunque Sheinbaum es aparentemente la favorita, lo cierto es que Ebrard tiene una fuerte presencia en los medios, en tanto que Adán Augusto, hombre de todas las confianzas de Palacio (si es que en política existe algo así), puede convertirse en el caballo negro. Se especula que si Marcelo no es el elegido del Gran Dedo, lo veremos salir de Morena con sus huestes, que no son escasas, para convertirse en candidato de Movimiento Ciudadano y probablemente de otros partidos.
Las otras tres corcholatas cuatroteístas son Gerardo Fernández Noroña, como siempre, muy echado para adelante, pero sin posibilidades ni medios para competir en serio por la candidatura. Le sigue Manuel Velasco Coello, él sí con dinero y relaciones suficientes, pero con el horrendo estigma que implica la pertenencia al membrete de las cuatro mentiras, pues el PVEM no es partido, no es verde ni ecologista y mucho menos de México, pues sus dueños son unos pocos, pero muy hábiles negociantes.
El otro precandidato de Morena es Ricardo Monreal, quien, pese a que sacó adelante todas las iniciativas presidenciales, fue groseramente marginado por el Gran Destapador, quien, a última hora, para no ahondar las fisuras en Morena, decidió perdonarle la vida y no pocos observadores apostaban que fue llamado a filas a cambio del gobierno de la Ciudad de México, aunque entre los aspirantes a gobernar la capital apareció muy destacadamente Clara Brugada, la alcaldesa de Iztapalapa.
Donde las aguas están más revueltas es en la oposición tripartita, integrada por PAN, PRI y PRD, que, hasta ahora, forman parte de algo que se hace llamar Frente Amplio por México, con apoyo de “organizaciones de la sociedad civil”, en realidad membretes apoyados por la plutocracia. En ese conglomerado forman legión los suspirantes, quienes se sienten con derecho a la candidatura presidencial.
Como es bien sabido, en estos casos muchos serán los llamados, pero sólo uno el elegido, y no necesariamente del interior de la citada coalición, donde son decenas los precandidatos, pero son unos cuantos los que tienen brillo propio, sobre todo Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y Lilly Téllez (que ya anunció su salida de dicho proceso), más algún otro por conocer.
Pero mal arrancó el proceso de selección del llamado Frente Amplio por México, pues se integró un consejo ciudadano que debía organizar una consulta nacional para que de ahí emergiera el candidato opositor. Sin embargo, le cambiaron las reglas cuando ni siquiera empezaba a cumplir su cometido y sus integrantes renunciaron. Ahora, Claudio X. González, el otro destapador, anuncia que se integrará un cuerpo semejante. Ya veremos.
En Movimiento Ciudadano están en espera de Ebrard. Tienen como posible reserva a Luis Donaldo Colosio Riojas y, aunque no lo digan, a Ivonne Ortega, experimentada, joven, inteligente y bella, lo que también cuenta. Por lo pronto, la agitación política sirve para mantener distraída a la sociedad, que por ahora es lo que se busca.