Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de noviembre de 2022.- No sabremos hasta en unos días cuáles fueron los resultados totales de las elecciones en Estados Unidos, las cuales son de vital importancia para esa nación y el mundo.
Para varios analistas, la mayoría, de triunfar el trumpismo (Donald Trump a la cabeza), habrá una situación donde las leyes no contarán para nada ya que el también llamado Hombre Naranja y sus secuaces hacen lo que les viene en gana. Ya lo demostraron, nuevamente, con el ataque a la casa de Nancy Pelosi.
Y antes lo vimos cuando tomaron el Capitolio en una especie de golpe de Estado, en 2021, desconociendo el triunfo de Joe Biden, asesinando a policías y poniendo en fuga a un buen número de congresistas.
Su odio a los migrantes, los afroamericanos, los pocos indígenas que sobreviven, a los jóvenes y a las mujeres es su consigna. La cual por cierto lo defiende con las armas en la mano.
Tan es así, que los diputados ultraderechistas del Partido Republicano: Marjorie Taylor, Lauren Boebert y Jim Jordan han aparecido en sus carteles portando armas y discursos contra las minorías. Y Mike Collins, de Georgia, con un rifle de alto poder destruyó de un disparo una urna, además de parafrasear: “Así deben arreglarse las cosas”.
Estamos, pues, en el supuesto ejemplo de la democracia mundial, con situaciones que pueden desembocar en violencia sin límite, en tanto el juicio contra Donald Trump por aquel 6 de enero de hace año y diez meses continúa pausadamente discutiéndose.
En los recientes comicios se elegirán 435 representantes (diputados en México), las dos terceras partes del senado y 36 Estados.
Actualmente ambas cámaras las dominan los demócratas, pero las encuestas- que han fallado claramente en ocasiones y lo hicieron en la derrota de Hillary Clinton- predicen que los republicanos se alzarán con la victoria.
Si Biden, que no ha cumplido sus promesas en migración, economía y energía, entre otras, logra ganar, se deberá a las mujeres, los afroamericanos y los latinos, a quienes ayuda poco.
Entre los latinos, que es el 14 por ciento del total de la votación, el 58 por ciento es para los demócratas y el 32 por ciento a los republicanos, ello porque en estados como La Florida el exilio cubano y venezolano se inclina ampliamente por los belicistas.
Hay, según el especialista, Carlos Puig, una dilución de los partidos clásicos y una disminución en la representatividad de las elites (Milenio, 8 de noviembre).
Más una inconformidad de los religiosos y las clases medias y bajas con el sistema que pregona el dinero como el gran Dios en todo momento.
Puig, también, plantea que según el impreso: The Atlantic, en dos años 23 estados de aquella nación han legislado de manera conservadora, restringiendo el voto a minorías raciales, contra el aborto, atacando a las posiciones LGBT, eliminando licencias para la venta de armas y evitando hasta en universidades que se hable de raza, género y orientación sexual. Una limitación gravísima a la libertad de opinión.
Dos hechos importantes son que 40 millones ya votaron por correo, cifra inusitada, sobre todo por el temor de enfrentamientos en urnas, y que la mariguana seguramente será legalizada, para que se pueda utilizar en 19 estados, incluida la Capital.
De ganar los derechistas, seguramente Donald Trump estará en las boletas en dos años.
¡El horror!