Derroche y Estado pobre

Foto: Cuartoscuro

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 12 de noviembre de 2020.- Frecuentemente nos enteramos de la evasión de impuestos, el dispendio en oficinas gubernamentales, la simulación en empresas, las llamadas factureras y un listado amplio que operaron desde 1988 o antes, para ir haciendo que el Estado mexicano se volviera un enclenque que necesitara endeudarse para tapar hoyos presupuestales.

Hace poco estuvo Santiago Nieto, en un programa con Los Chamucos, y en el mismo dijo que la corrupción viene de tiempo atrás, especialmente con Fox y Calderón, pero quien rompió todos los moldes fue Enrique Peña Nieto. Los casos de los gobernadores en la cárcel y perseguidos son una prueba de ello. Más el reciente ejemplo de los Emilios (Lozoya y Zebadúa), quienes tienen a muchos al borde de un ataque de nervios.

Dos noticias recientes nos indican que la acometida a la corrupción sigue adelante. En nueve meses el SAT recaudó 417 mil millones de pesos al cobrar a quienes defraudaban al país. En tanto la ex secretaria de Cultura de EPN, María García Zepeda, apodada Maraqui, quien ni siquiera concluyó una carrera media, es acusada por desvío de casi 20 millones de pesos en el llamado Museo de Museos, ubicado en el Palacio del Marqués del Apartado (Argentina, número 12); junto con ella se encuentran en el mismo caso su oficial mayor y su secretaria de administración.

En esa misma ruta, el periodista Álvaro Delgado, publica en el número 2297 de la revista Proceso, un reportaje donde el señor Claudio X González Guajardo, obtiene aportaciones de diversos millonarios con el fin de seguir con sus organizaciones: Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Mexicanos Primero y Aprende Primero.

En la primera estaba Claudio X González Laporte, su padre. Ahora se dice que hace tiempo se dio de baja, pero contribuye, con otro organismo de millonarios y contrarios a López Obrador: Sí, México. El cual trata de nuclear a muchas organizaciones, incluidas religiosas y antiabortistas, más al PRD, PAN y PRI; el lenguaraz Vicente Fox y seguramente en próximas semanas, Felipe Calderón y Margarita Zavala, luego de su fallida organización: México Libre, ya que la oposición partidaria en nuestro país se encuentra en un estado catatónico.

El lunes 9, en su mañanera, López Obrador dio a conocer el estudio mencionado, aunque aclaró:   con el reportero Álvaro Delgado no siempre tengo coincidencias.

Después, un comunicado de MCCI aparecido en el periódico Reforma de ese día, en el cual se afirmaba que esa mención de Andrés Manuel atacaba la libertad de expresión y ponía en riesgo el derecho a la información (sic desviado). Aunque nunca, como aclaró Delgado en el programa nocturno, que realiza con Alejandro Páez Varela en La Octava, se desmintió la investigación del semanario.

Es más, el compañero de Proceso dijo que hace meses insiste en una entrevista con Claudio X. González, para que exprese su punto de vista, pero nunca lo han puesto en comunicación. Por lo tanto, la tan sobada transparencia que ellos reclaman y el derecho a la información es letra muerta.

En el reportaje se dan a conocer nombres de empresarios que aportan cantidades millonarias. Entre otros están Valentín Díaz Morodo, que vendió la Cervecera Modelo a una trasnacional, y ahora encabeza el Instituto Mexicano de Competitividad, cuyo anterior director del Instituto fue Juan Pardina, hoy director del periódico Reforma. Antonio del Valle Ruiz, ex dueño de HSBC- una de las instituciones donde más se lava dinero en el mundo, al decir de Paul Krugman, premio Nobel de Economía. Eduardo Tricio, que maneja el grupo lechero Lala. Carlos Álvarez, que opera la farmacéutica Pisa, la cual vendía sus productos a precios altísimos y acaparaba medicinas para niños con diversas enfermedades. Ricardo Guajardo, ex director de Bancomer; institución actualmente en manos españolas. Los hermanos Abel y Cosme Torrado, del grupo Alsea, que manejan Starbucks- en la pandemia despidieron a sus empleados y los hicieron trabajar extra-, Dominos y Vips- restaurantes por cerrar en Estados Unidos. José Luis Ramírez, dueño de los Cinépolis. Juan González Moreno, hijo de Roberto Moreno, apodado El Maseco, poseedores de Gruma, empresa casi monopólica de la masa para tortilla. La empresa Interceramic, de Mauricio Achar. Alejandro Martí, de ropa deportiva, cuyo hijo fue asesinado y alertó hace años a las autoridades: “Si no pueden, renuncien”. El Centro de Estudios Espinosa Yglesias, de Puebla. Y varios más

Entre los operadores favoritos de MCCI están Santiago Creel, ex secretario de Gobernación de Fox; la especialista María Amparo Casar, y obviamente Claudio X. González Laporte, quien fue asesor económico de Carlos Salinas y dueño de Kimberly Clark.

Las organizaciones estadounidenses: Ford, McCarthur, NED y USAID aportan recursos constantemente.

Todo ellos, y algunos más, hacen donativos anuales por millones de pesos y evaden pagar impuestos, por iguales cantidades. Justamente alegando apoyar a organizaciones sociales que le hace bien a la ciudadanía.

Una buena cantidad de informadores son empleados en MCCI. ¿Se puede decir, entonces, que la libertad de expresión en México está en peligro?

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

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