El alza de la tasa de interés, impedirá que se logren las metas de crecimiento para el 2021

Por Arturo Huerta González

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 29 de junio de 2021.- Banxico decidió aumentar la tasa de interés de referencia de 4% a 4.25%, a fin de frenar la inflación. En ese mismo día el INEGI informó que al 15 de junio el Índice Nacional de Precios al Consumidor mostraba un crecimiento de 6.02% en lo que va del año. Ante ello, Banxico se pronuncia por reforzar la política monetaria para alcanzar la meta de inflación de 3% +/-1 punto porcentual para el tercer trimestre del 2022. La gran mayoría de los bancos centrales en el mundo la mantienen cerca a cero por ciento, a fin de seguir impulsando el crecimiento de sus economías, a pesar de las presiones sobre precios que enfrentan. Perú tiene una tasa de interés de referencia de 0.25% y Chile en 0.5%.

Banxico solo sabe encarar la inflación con alza de la tasa de interés, para disminuir demanda y el problema es que no es la demanda la causante de la actual inflación en nuestro país. Ésta se deriva de la fuerte contracción económica del 2020, que está ocasionado escasez de productos para satisfacer la demanda que se incorpora al mercado al irse abriendo la economía. Dicha escasez de productos obliga también a recurrir a importaciones para satisfacer la demanda, por lo que se importa la inflación que se presenta en otros países. El alza de la tasa de interés de Banxico, ocasionará mayores problemas financieros al sector público y privado, dados sus altos niveles de endeudamiento interno, que aumentará el costo del servicio de la deuda y se traducirá en menor inversión y gasto, que contraerá la actividad productiva, por lo que proseguirá la escasez de productos y las presiones sobre precios. Las mayores presiones financieras que pasará a enfrentar el gobierno, lo llevarán a seguir desatendiendo la inversión requerida en el sector energético, como para el impulso del sector industrial y agrícola para lograr la autosuficiencia en gasolinas y gas, y en granos básicos y en muchos otros productos, para reducir importaciones y dejar de estar sujetos al alza de los precios internacionales de tales productos. Hay que señalar que los precios que más han aumentado han sido los productos energéticos (inflación de 18.54% anual), como los alimentos, bebidas y tabaco (incremento de 5.94%) y ellos están íntimamente relacionados a la inversión realizada en dichos sectores. Al encarecerse el crédito, más difícil será invertir en tales sectores para aumentar productividad y encarar los rezagos productivos, por lo que seguirán las presiones de oferta sobre precios. Ello evidencia que la inflación no es de carácter transitorio, como dice Banxico. El alza de precios no se resolverá contrayendo demanda, sino es de carácter estructural, resultado de rezagos productivos, que el alza de la tasa de interés y la austeridad fiscal con sus recortes presupuestales, los acentúan y se configurará un contexto recesivo inflacionario, debido a que no se encaran los problemas productivos que generan la inflación.

Banxico aumenta la tasa de interés para seguir promoviendo entrada de capitales para abaratar el dólar y los productos importados, y así bajar la inflación. El costo de ello, es que las importaciones seguirán desplazando a la producción nacional, lo que nos lleva a acentuar la desindustrialización y la pérdida de la autosuficiencia alimentaria en granos básicos, lo que seguirá aumentando las presiones sobre la balanza de comercio exterior. Ello obliga a seguir promoviendo entrada de capitales para financiar el déficit comercial, por lo que seguirán las altas tasas de interés y la extranjerización de la economía, a costa de continuar relegando las condiciones endógenas de acumulación, lo que nos coloca en un contexto de alta fragilidad y vulnerabilidad y a seguir importando la inflación externa.

Banxico aumenta la tasa de interés para proteger supuestamente al ahorro frente al alza de precios, para que éstos no mermen el poder adquisitivo de los ahorros. Sin embargo, no considera que al mantener alta la tasa de interés en relación al nivel de la actividad económica, implicará mayor caída de la inversión pública y privada y por lo tanto de la economía, lo que termina disminuyendo el ingreso nacional y el ahorro. Además, ello aumentará el problema de cartera vencida ante el mayor costo de la deuda, respecto a la caída del ingreso de empresas y familias. Urge que se cambien los objetivos de Banxico, para que baje la inflación en condiciones de crecimiento económico y alto empleo, para que no mantenga altas tasas de interés.

Las proyecciones de crecimiento del PIB para el 2021, que van desde el 5% al 7% por parte de Banxico, la SHCP y diversos organismos financieros internacionales, no se cumplirán con las altas tasas de interés, ni con la austeridad fiscal predominantes. El crecimiento de la economía estadounidense no irradiará como en otras ocasiones hacia la economía nacional, debido a que el T-MEC obliga a México a comprarle más a Estados Unidos y a venderle menos, además de que tal país estableció un decreto de que las compras públicas sean de productos estadounidenses.

 

 

 

 

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