El aumento al salario mínimo ha ido acompañado del detrimento de la estructura salarial
Por Arturo Huerta González
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 07 de diciembre de 2023.- El salario mínimo general en el 2018 era de 88 pesos 36 centavos diarios, equivalente a 2,687 pesos mensuales. En 2019 se incrementaron los salarios mínimos en 16.2%; en el 2020 aumentaron 20%; en el 2021 lo hicieron en 15%; en el 2022 en 22%; en el 2023 en 20% y para el 2024 lo harán en 20%, por lo que el salario mínimo será 249 pesos diarios, y 7,508 pesos mensuales. El salario mínimo en los seis años de este gobierno habrá crecido 18.7% promedio anual, muy por arriba de la inflación, lo que implica una mejora significativa en términos reales para los que obtienen el salario mínimo. Hay que señalar que los reajustes salariales para aquellos que no obtienen el mínimo, comúnmente es menor al aumento estipulado para el salario mínimo y en muchos casos hasta por debajo de la inflación. En el segundo trimestre del 2023, el 55% de la población económicamente activa (PEA), que son 32 millones de personas, son informales, los cuales no tienen salario asegurado, ni están sujetos a prestaciones laborales.
Lo que las empresas han venido haciendo ante el aumento a los salarios mínimos, a fin de que dicho aumento no incida en las renegociaciones salariales del resto de los trabajadores, pasan a desocupar a aquellos que ganan arriba de dos salarios mínimos y los recontratan entre uno y dos salarios mínimos. Datos del INEGI señalan que en el 4º. trimestre del 2018 el 15.9% de la PEA recibían hasta un salario mínimo. En el 3er. trimestre del 2023 dicho porcentaje pasó a ser 33.2% de la PEA los que ganaban hasta un salario mínimo. Los trabajadores que ganaban entre uno y dos salarios mínimos en el 4º: trimestre del 2018 eran el 27.6% de la PEA, para el 3er. trimestre del 2023 pasaron a ser el 33.7% de la PEA. Es decir, los que ganaban hasta dos salarios mínimos en el 4º. trimestre del 2018 eran el 43.5% de la PEA y para el 3er. trimestre de 2023 pasaron a ser el 66.9% de la PEA. Los que ganaban más de 2 salarios hasta 5 salarios mínimos en el 4º. Trimestre del 2018 eran el 31.4% de la PEA y para el 3er. trimestre del 2023 pasaron a ser el 12.7% de la PEA. Los que ganaban más de 5 salarios mínimos en el 4º. trimestre del 2018 eran el 4.5% de la PEA y para el 3er. trimestre del 2023 pasaron a ser el 1.3% de la PEA. Ello evidencia el deterioro de la estructura salarial en estos 5 años de gobierno. El dato de salarios no especificados en el 4º. trimestre del 2018 fue de 14.3% de la PEA y en el 3er. trimestre del 2023 fue de 13.6% de la PEA no especificó su salario.
Al crecer el salario mínimo por arriba de la inflación y la productividad, tiende a aumentar el costo laboral, por lo que los empresarios, proceden a reestructurar su plantilla laboral recortando a trabajadores de salarios superiores y recontratarlos entre uno y dos salarios mínimos para así evitar que el costo de su nómina no se incremente, a fin de no afectar sus ganancias y evitar que el aumento del salario mínimo afecte la inflación.
Datos del INEGI señalan que las remuneraciones de los asalariados en el segundo trimestre del 2023 representaron 26.1 por ciento del producto interno bruto, lo que representa un avance de 0.9 puntos porcentuales frente a igual trimestre del 2022 y en comparación con el segundo trimestre de 2020, la participación de los salarios avanzó 0.2 puntos porcentuales. Ello evidencia que el aumento del salario mínimo solo ha ocasionado una reducción marginal en las ganancias en el ingreso nacional y no ha significado gran mejora en la distribución del ingreso. Cabe recordar que la participación de las remuneraciones en el PIB en 1976 fue de 41%, lo que refleja como ha venido disminuyendo la participación de las remuneraciones y que el aumento al salario mínimo, si bien ha sido importante, ha sido insuficiente para revertir la tendencia decreciente.
Banxico mantiene alta tasa de interés para contraer la actividad económica para aumentar el desempleo y evitar alza de salarios que afecten a los precios. Se ha demostrado que los salarios no tienen impacto sobre los precios en este período en la economía nacional, por lo que Banxico no tiene porque seguir manteniendo esa alta tasa de interés, la cual está agravando las finanzas de los sectores endeudados, lo que les limita su capacidad de gasto e inversión y de ahí el porqué del bajo crecimiento económico y los problemas de insolvencia que están presentes.
El salario mínimo debe seguir aumentando, debido a que México es el país que menos salarios mínimos y más baja participación salarial en el ingreso nacional tiene en América Latina y el Caribe y debe legislarse para que también aumenten los salarios en forma significativa al resto de los trabajadores. Reformas laborales van y vienen y no atienden las demandas de generación de empleo formal bien remunerado, con el cumplimiento de las prestaciones laborales correspondientes. Para reducir la informalidad, se requiere de políticas industriales y agrícolas que garanticen condiciones de rentabilidad para impulsar la inversión y el empleo formal en tales sectores. Mientras no haya política de empleo y se continúe relegando la esfera productiva, proseguirá el desempleo, el subempleo, la economía informal, el deterioro salarial y del nivel de vida de los trabajadores.
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