Por Humberto Musacchio
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 17 de febrero de 2025.- Acaba de publicarse Espacio Escultórico y el paisaje del Pedregal de San Ángel, libro colectivo editado por la Fondazione Benetton Studi Ricerche/UNAM 2024. En ese volumen, nuevamente se soslaya que la obra original es del escultor Hersúa, quien tenía tiempo elaborando maquetas de lo que finalmente concluyó en el majestuoso redondel de 64 prismas que rodean un círculo de lava. Los escultores participantes habían elaborado piezas individuales, pero con el fin de dar relieve al conjunto se adoptó lo que ya tenía trabajado el artista sonorense, pero aparecieron como autores y no, en todo caso, como meros colaboradores, que eso fueron precisamente Federico Silva, Manuel Felguérez, Helen Escobedo, Sebastián y el propio Hersúa, y al frente de todos ellos, Mathias Goeritz, experto en adjudicarse la autoría de obras ajenas, como ocurrió con las Torres de Satélite.
Obra monumental descuidada
Lorenzo Rocha, coordinador editorial de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, entrevistado por Virginia Bautista a propósito del libro sobre el Espacio Escultórico (Excélsior, 15/febrero/25), declaró que “la gente sigue tirando basura en el lugar”, a lo que debemos agregar que irresponsablemente se dejó crecer la hierba y deteriorarse los prismas que presentan desde hace varios años cuarteaduras y daños en el recubrimiento, lo que pudo ser producido por la afluencia masiva a conciertos y otras actividades, ante lo cual ahora se limita la entrada al público, medida por supuesto discutible. Otro atentado contra esa obra monumental fue que la UNAM permitió la erección del llamado Edificio H, que interfiere en la perspectiva hacia los volcanes, la que estuvo considerada en el proyecto. En suma, un gran desprecio por el arte.
Mariana Yampolsky,100 años
Nacida en Chicago el 6 de septiembre de 1925, Marianne Gertrude Yampolsky Urbach vino a México en 1945. Traía una licenciatura en ciencias sociales por la Universidad de Chicago, pero su interés por el arte la llevó a inscribirse en La Esmeralda y a ingresar al Taller de Gráfica Popular, donde ejecutó grabados bajo la guía de maestros como Leopoldo Méndez y Pablo O’Higgins. En esos días dio en tomar fotos de sus compañeros del TGP y Hannes Meyer, el exdirector de la Bauhaus que entonces colaboraba estrechamente con el Taller, reconoció la calidad de sus fotos, la convenció de que asumiera plenamente esa actividad y la invitó a encargarse de las gráficas del llamado libro negro, álbum de 1948 elaborado para promover la obra del TGP. Ella tomó entonces un curso con Lola Álvarez Bravo en la Academia de San Carlos e inició con su cámara una brillantísima carrera, misma que la llevó a exponer su obra en una decena de países y a publicar su trabajo fotográfico en periódicos, revistas y una docena de libros. Nacionalizada mexicana en los años 50, después de una elección interna marcada por las diferencias dejó el TGP en 1960 y se incorporó al Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, con Méndez y O’Higgins. El resto es una historia de éxitos y reconocimientos que no terminó con su muerte en 2002, pues el deceso de los gigantes no les impide seguir creciendo. Ése ha sido su caso.
William GoldinG y las mujeres
El pasado martes 11 se celebró el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. El escritor británico William Golding (1911-1993), autor de El señor de las moscas y Premio Nobel 1983, dejó un texto que debemos tener presente: “Creo que las mujeres están locas si pretenden ser iguales que los hombres. Son muy superiores y siempre lo han sido. Cualquier cosa que le des a una mujer la hará mejor. Si le das esperma, te dará un hijo; si le das una casa, te dará un hogar; si le das alimentos, te dará una comida; si le das una sonrisa, te dará su corazón. Ella engrandece y multiplica cualquier cosa que le des”.