El crucial 2020

Foto: Marco Ugarte / AP

Por Jorge Meléndez Preciado

                Periodistas Unidos. Ciudad de México. 04 de agosto de 2019.- El próximo año será importantísimo, decisorio en la llamada Cuarta Transformación. En inseguridad porque ya habrá avanzado la Guardia Nacional y deberá enfrentar a los narcos y demás malosos que pululan en el territorio nacional. Y en economía  ya que no deberemos  tener el raquítico crecimiento de este año, cuyo  pronóstico  es de 0. 5 por ciento, lo que  lleva a  que  los programas sociales emblema del lopezobradorismo se haya rezagado.

                Sabemos, por ejemplo, que en este mes de la patria recibirán una buena cantidad de miles de adultos mayores su pensión. Hubo, entonces, un atraso de nueve meses, algo bastante preocupante en  infinidad de personas de la tercera edad  que viven en buena medida de ese ingreso. Para el siguiente año está programado que haya un 10 por ciento de aumento en los beneficiarios (EL Economista, 3 de septiembre), algo que es loable y ojalá se realice.

                En Jóvenes Construyendo el Futuro, algo con el fin  de evitar que los muchachos se enlisten en el narco, se cubrieron a 900 mil chamacos, en lugar del millón anotado, por lo que se dejaron de erogar 10 mil millones de pesos (Proceso, número 2235).

                Los reportes de Sembrando Vida (la reforestación de muchas áreas del país), no existen, aunque el propio López Obrador en su tercer/primer informe señaló que van a la mitad y esperan abarcar lo más posible en los siguientes  meses. Ojalá sea cierto, y no se trate de los famosos “otros datos”, siempre cuestionables.

                Esas y otras inversiones no se hicieron, a pesar de los recorte con machete y no con bisturí en muchas oficinas, empezando por el SAT, ya que la recaudación de impuestos será menor a 73 mil millones de pesos y los ingresos petroleros disminuyeron 124 mil millones de pesos, no obstante que la producción del hidrocarburo no bajo demasiado, sino más bien el precio.

                Debido a los problemas económicos de México y el orbe, en especial la guerra China- Estados Unidos y el Brexit – Unión Europea, la situación en nuestro país no se ve  maravillosa.

En otro sentido, para analistas como Enrique Quintana la Cuarta Transformación puede naufragar si no hay una reforma fiscal (El Financiero, 3 de septiembre). Pone como ejemplo que en el pasado mes el ISR bajó 10 por ciento y el IVA 7.9 por ciento. Lo que trae la insuficiencia de recursos para lo necesario ya que es imposible  recortar más salarios y empleos ni utilizar nuevamente el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), como se hizo en el presente año.

                Se necesita, pues, inversión pública y privada en los próximos meses. Aunque en una encuesta reciente, 75 por ciento de los analistas del sector empresarial, entrevistados por el Banco de México, consideran que la coyuntura mexicana actual no es buena para llevar a cabo negocios de diverso tipo.

                Hemos sabido de  cuatro reuniones de Andrés Manuel con diferentes organizaciones de los ricotes, quienes han señalado que le tienen confianza al gobierno y pondrán su lana en proyectos diversos. Es más, el 13 de junio los más importantes de ellos, con la excepción de Claudio X González y la Coparmex de Gustavo de Hoyos (acérrimos rivales de López Obrador), dijeron que invertirían en el sexenio 32 mil millones de dólares. Señalaron, asimismo,  que están puestas las bases para mil 600 proyectos en diferentes acciones: carreteras, aeropuertos, educación, salud, etcétera.

                Es hora que Graciela Márquez,  de Economía; Arturo Herrera, de la SH,  y Alfonso Romo, asesor económico de la Presidencia, tejan ya los acuerdo  con el fin de iniciando 2020 se pongan en operación los planes.

                El mandatario actual ha dicho, y lo reiteró en su intensa  propaganda antes de su mensaje en Palacio Nacional,  que es un hombre de palabra. Entre una de sus ofertas de campaña señaló que no aumentaría impuestos en los primero tres años de gobierno. Pero el diputado encargado de Hacienda, Alfonso Ramírez Cuéllar, ha comentado  que sería  vital  que regresara la tenencia a los automóviles, se gravara más a tabaco, alcohol y los alimentos engordantes y que tanto Uber y otras empresas que realizan viajes de pasajeros lo mismo que Netflix y otras plataformas también contribuyan con el erario. En este último caso, Emanuel Macron ha lanzado una ofensiva para que esas empresas digitales paguen impuestos.

                En el caso de que se realice lo de Ramírez Cuéllar, se podrían obtener 400 mil millones de pesos.

Y los empresarios dicen que si el gobierno no plantea un superávit de uno por ciento, sino más pequeño, de 0.5 por ciento, podría tener 500 mil millones de pesos para inversión o gasto.  Cuestión vital  para una economía que ha disminuido la confianza, tanta que sólo 33 por ciento de quienes apoyan al gobernante nacional cree que bajará la pobreza.

Estamos en una encrucijada decisiva del nuevo gobierno.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

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