AMEXI. Ciudad de México. 02 de diciembre de 2024.- Sin plan, sin recursos, sin interés y sólo con discursos, el gobierno mexicano se prepara para empezar a recibir a partir del 20 de enero, cuando asuma la presidencia Donald Trump, a un millón de deportados, de los cuales al menos 500 mil son paisanos.
Más allá de los discursos de la presidenta Claudia Sheinbaum, no existe en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 ninguna partida especial o etiquetada para la creación de mega albergues en Tijuana, Ciudad Juárez o Reynosa, entre otras, donde se espera sean devueltos cerca de mil migrantes por mes.
Sumado a ello, el presidente electo, Donald Trump, ya refrendó que el actual gobierno mexicano seguirá siendo su policía fronterizo bajo la amenaza de que si no detiene a los nuevos migrantes que buscan el sueño americano, impondrá a nuestro país más aranceles a los productos nacionales.
“México detendrá a las personas que se dirigen a nuestra frontera sur, con efecto inmediato. Esto ayudará en gran medida a detener la invasión ilegal de Estados Unidos. ¡Gracias!”, expresó Trump en un mensaje en su red social Truth Social.
El escenario es grave y no ha tenido una respuesta contundente, precisa, más allá de la retórica de las mañaneras, para saber cuántos recursos se destinarán para atender a esos cientos de miles de deportados, qué plan de empleo hay, qué pasará con los que huyeron de la violencia en sus estados, ¿se les regresará a una segura sentencia de muerte a Michoacán, Guerrero, Jalisco o Sinaloa?
Activistas y directores de albergues en los dos lados de la frontera han señalado el desdén del nuevo gobierno mexicano.
“La gran pregunta no es qué vamos a hacer nosotros como organizaciones para defender a los trabajadores sin un estatus legal en Estados Unidos. La gran pregunta es qué hará el gobierno mexicano para recibir las oleadas de cientos de miles cada mes”, expuso el presidente de la Asociación de Mexicanos en Carolina del Norte, Juvencio Rocha Peralta.
Albert Rivera, director del Albergue Ágape en Tijuana, expuso que es evidente que no ha existido un plan no sólo para los cientos de miles de deportados en los últimos años, tampoco para el éxodo de mexicanos que huyen de la violencia y están en espera de asilo de Estados Unidos en ciudades fronterizas mexicanas.
Indicó que en los últimos cinco años, el gobierno de Estados Unidos ordenó la deportación de alrededor de un millón de personas y de ellas casi la mitad son mexicanos, por lo que de las metas que tiene el gobierno de Donald Trump de personas que deportará, el porcentaje será similar para los connacionales.
“Es decir, considerando estas cifras, estaríamos hablando que la mitad del millón de migrantes que deportará cada año Trump, unos 500 mil son mexicanos, que es la nacionalidad con un mayor porcentaje en ese país, pero si el gobierno de México sigue con la política donde es tercer país seguro, los deportados de otras nacionalidades también serán enviados a nuestra frontera”.
Así las cosas, cientos de miles de migrantes, la inmensa mayoría mexicanos, que empezarán a ser deportados a finales de enero de 2025, serán homenajeados en la mañanera como “los héroes vivientes”, pero en los hechos quedarán abandonados en las fronteras mexicanas, a merced del crimen, los cárteles, el desempleo y el hambre. Tal Cual.